Capítulo 16

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Capítulo 16: Recuerdos, descubrimientos e insomnio

Las chicas regresan del ensayo por la tarde. Wendy se dirige al patio trasero y allí encuentra a su hermana nadando en la piscina con sus manguitos y Susannah y Jeremiah abrazados charlando. Ve el caballete de Susana con un lienzo pintado, al fijarse mejor ve una figura que deduce es Jeremiah por la corona de flores que está pintada y que él lleva en la cabeza.

—Vaya. Jer, ven a ver lo guapo que sales en el retrato. —Jeremiah se separa de su madre y se posiciona al lado de su amiga. El chico se queda pasmado al ver el lienzo y mira a su amiga justo antes de que ambos se echen a reír.

Justo en ese momento sale Belly de la casa que al ver el estado de sus amigos se acerca a ellos y tras ver de qué se ríen ella también les sigue en las risas. Laurel sale de la casa y también se posiciona a su lado.

—Parece como si Picasso y Jackson Pollock hubieran tenido un hijo. —Dice la mujer justo antes de unirse a las risas de los menores.

La autora de la obra ofendida se levanta y se sienta frente al caballete y en cuanto ve la obra que ha realizado se ríe también.

Las mayores se van a pasear a la playa dejando a los tres jóvenes y a la pequeña Lucy ahí. Belly se marcha a su habitación y Wendy se marcha, no sin antes saludar a su pequeña hermana, a ponerse el bikini para meterse en la piscina con ella y Jeremiah, el cual se mete con la niña a jugar.

Tras cambiarse, se une a ellos y pasan la tarde en la piscina. Lucy está encantada con ambos jóvenes que todo el tiempo le presentan atención y juegan con ella. Salen de la piscina y se tumban en las tumbonas. Wendy abraza a su pequeña hermana envolviéndola en una toalla y la sienta en su regazo mientras Jeremiah entra en la casa para hacer unos bocadillos de nocilla para merendar los tres. Se comen los ricos bocadillos preparados por Jeremiah y pasan un tiempo muy agradable juntos.


Después de cenar, Belly y Wendy se encuentran en la habitación de la primera realizando una videollamada con Taylor. La pequeña Lucy se encuentra con las adultas de la casa viendo una película en el salón así que tienen total tranquilidad para charlar de sus temas de chicas.

—La otra noche, casi nos besamos Conrad y yo. He cortado con Cam. Dios, llevo años enamorada de él. ¿Y sabéis que me dice cuando le he enfrentado? Que piensa en mí pero que no puede. ¿Qué clase de respuesta es esa? No pienso esperarlo más, estoy harta. —Se desahoga Belly con sus dos amigas.

—Belly, todos sabemos que Conrad siempre ha sido un poco capullo, pero este año se lleva la palma. No le hagas caso, él se lo pierde. —Le trata de animar Taylor.

—No le justifico, pero Conrad está pasando por una mala época. Pronto se le pasará y pensará con mayor claridad. De todos modos, si quieres puedo tratar de hablar con él. —Le dice Wendy a su amiga sabiendo porque su actitud.

—No, no importa, ya está. Estoy harta. — Rechaza una Belly desanimada.

—Bueno, cambiando de tema, ¿Qué hay del guapetón Dean, Wendy? —Pregunta Taylor.

—No hay nada Taylor, solo somos amigos. —Le contesta Wendy riéndose por el tono sugerente usado por la chica al preguntarle.

—Créeme él quiere ser algo más que amigos contigo, guapa. —Le dice la rubia.

—¿Te ha vuelto a besar? —Se adentra en la conversación Belly.

—¿Te ha besado? —Pregunta emocionada Taylor.

—Si, el otro día cuando me trajo de vuelta de la feria. Y antes de que digas nada, fue un pico, nada serio además de que me pilló de sorpresa, ni siquiera me dio tiempo a reaccionar. Y con respecto a lo que dices rubia, es cierto que es muy guapo y se ha portado muy bien conmigo, pero no estoy segura de sí le veo de ese modo. Me gusta, lo admito, pero no sé si como algo más que amigos. —Se sincera Wendy.

—Lástima, porque estoy segura de que es un buen partido. Lo tiene todo. Pero no te preocupes, lo vas a llevar de acompañante al baile, tienes tiempo para averiguarlo. ¿A ti te gustaría que te volviese a besar?

—No estoy segura, no quiero decir que no porque quizás luego se da la situación y hago lo contrario, pero tampoco tengo la suficiente certeza como para decir que sí. —Se explica.


Bien entrada la noche, Wendy sin poder dormir, se pone un bikini y tras coger una toalla se dirige en silencio hacia el jardín trasero y se zambulle en la piscina la cual tiene una agradable temperatura del agua. Se pierde tanto en sus pensamientos y en nadar que no se da cuenta de la presencia de su amigo hasta que se lanza al agua y se posiciona a su lado.

—Estabas perdida en tus pensamientos. ¿Todo bien? —Le pregunta el chico.

—Si, todo bien. —Le regala una sonrisa tranquilizadora al chico.

—¿Puedo saber que te tenía tan alejada de este mundo? —Pregunta con un tono burlón.

—Estaba pensando en el baile, en este verano, en los veranos pasados...

—Vaya, estabas metida en un recorrido profundo. Es tarde, ¿no podías dormir por eso?

—Si. No me canso de decirlo, pero el hecho de estar aquí este verano, con mi hermana, con vosotros... es algo que valoro mucho. El último verano que pasé aquí antes de que mi madre enfermara nunca supe que sería el último con ella y a veces me pregunto si de haberlo sabido lo habría pasado diferente. —Le contesta con tono nostálgico. Ante la seriedad que ha adquirido la conversación, ambos jóvenes se acercan en el centro de la piscina hasta que sus piernas y brazos se rozan mientras tratan de mantenerse a flote en el agua.

—¿La extrañas mucho verdad?

—Muchísimo, pero la presencia de mi hermana y mi padre me han ayudado mucho a sobrellevarlo.

—El dolor... ¿desaparece alguna vez? —Pregunta en tono tímido e inseguro de realizar la pregunta por miedo a dañar a su amiga.

—No, siempre está presente, en ocasiones con menor intensidad y en otras... en otras se vuelve horrible, un infierno. Nunca se va, solo aprendes a vivir con él. —Ambos jóvenes se miran fijamente a los ojos transmitiendo a través de ellos todo lo que las palabras no trasmiten.

—Lo lamento mucho, ojalá pudiera hacer algo para poder evitarte todo ese dolor. — Dice con sinceridad el chico sintiéndose impotente ante el dolor por el que ha de pasar su amiga.

—Jer, ya lo haces, con el simple hecho de estar aquí todo se vuelve mejor. Si te soy sincera este año tenía muchas ganas de venir, pero una pequeña parte de mí tenía miedo de que al venir aquí todos los recuerdos con mi madre me golpearan tan fuerte que no pudiese resistirlo, pero nada de eso ha pasado, todo lo contrario, y eso es gracias a todos vosotros. — La chica, conmovida por las palabras de su amigo no puede evitar abrirse a él y sincerarse totalmente. Entrelazan sus manos en un gesto de apoyo y cariño. — ¿Sabes? Es lo más normal que me he sentido en mucho tiempo y solo por ello ya agradezco estar aquí este verano.

—Yo también me alegro mucho de que estés aquí. Tú y tu hermana. Sois una parte fundamental del verano, sin ti los otros veranos no han sido lo mismo. —Se sincera también el chico. Cada vez, el espacio entre ellos se ha vuelto menor hasta llegar al punto de que su rostros se encuentran muy cerca. Tan cerca, que incluso ella puede contar las pecas que adornan la parte de la nariz y mejillas del chico. 

Nuevo capítulo intenso

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Nuevo capítulo intenso. ¿Sabéis ya que Fisher cae por Wendy? ¿Os gusta la elección?

Gracias por leer!

El verano en que todo cambió (Fisher x OC)Where stories live. Discover now