Capítulo 8

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Capítulo 8: Citas 

Ambas chicas se sumergen en la piscina a la vez disfrutando de la buena temperatura del agua y nadan durante un rato.

—Oye, ¿has podido hablar con Conrad? —Le pregunta Belly a Wendy mientras ambas, después de recorrer la piscina de un extremo a otro nadando sin parar, descansan flotando mirando las estrellas.

—He hablado, pero no he sacado nada. Está cerrado en banda. No sé qué es lo que le ocurrirá, pero me preocupa. A demás nuestra relación ya no es como antes. —Se sincera Wendy.

—¿Qué quieres decir? —Pregunta Belly interesada.

—Bueno pues que antes de llegar aquí llevábamos unos cuantos meses sin hablar. Apenas me contestaba los mensajes y nunca era buen momento para llamarle. Creía que se debía al distanciamiento de nuestra relación por no vernos en más de dos años, pero ahora, ya no sé.

—Bueno, sobre eso, creo que no es solo contigo. Está así con todo el mundo. Quizás no le pase nada y se haya convertido en un capullo integral.

—No lo sé Belly, lo conozco, y estoy segura de que algo ha tenido que pasarle, no es normal.

—Según me ha dicho mamá, Susannah le ha dicho que está así porque una chica de la universidad le ha roto el corazón.

—¿Enserio?

—Sí.

—Bueno entonces eso tendría más sentido. —Dice la mayor de las dos chicas tratando de recordar si en alguna conversación anterior a que le dejara de hablar a menudo, había mencionado algo.

Después de nadar un rato más, ambas chicas suben a ducharse y finalmente se acuestan en sus respectivas camas.


A la mañana siguiente, unos golpes en la puerta despiertan a Wendy. Somnolienta se levanta y al otro lado se encuentra a Conrad con un bañador y toalla.

—¿Vamos? El mar está genial, hay buenas olas.

—Si, perdona me he quedado dormida. Me pongo el biquini y salgo. —Reacciona la chica acordándose de la conversación mantenida ayer con él.

—Vale, te espero en el cobertizo.

—De acuerdo. Me pido la turquesa. —Dice haciendo referencia a su tabla de surf favorita. 

—Si, si, lo que digas. —Le espeta el chico con una pequeña sonrisa de lado.

Ambos jóvenes, apenas amaneciendo, con tablas en mano se adentran en el mar para practicar surf. Es un deporte que a la chica siempre le ha gustado practicar con los chicos y gracias a ellos aprendió a practicarlo muchos años atrás. Lamentablemente, por culpa de los años que no ha podido practicar, tarda aproximadamente media hora en conseguir ponerse en pie y coger una ola. Mientras, el chico se burla de ella.

Conforme el sol se va alzando en el cielo, el mar se va calmando por lo que finalmente deciden terminar la sesión por hoy ya que no hay olas que surfear. Cuando entran en la casa, ya están todos despiertos y haciendo el desayuno.

—Buenos días. —Espeta contenta Wendy a todos los presentes antes de acercarse a su hermana y darle un abrazo. —Buenos días, Lucylu.

—¿Habéis ido a hacer surf sin nosotros? —Pregunta un ofendido Steven al darse cuenta del estado de ambos.

—Lo siento Steven, el día que consigas levantar tu culo de la cama al amanecer entonces vendrás. —Le espeta de buen humor Conrad.

—Wendyblue, aquí tienes. —Le deja Jeremiah un vaso de leche con chocolate en polvo y un plato con madalenas.

El verano en que todo cambió (Fisher x OC)Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα