Capítulo 26

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Capítulo 26: Tiempo juntos

La mayor de las Shefield se ve incapaz de conciliar el sueño tras las emociones intensas de todo el día y lleva dando vueltas en la cama más tiempo del que le gustaría, así que cansada y sabiendo que no va a poder dormir, sale de su habitación y se dirige al patio trasero, se tumba en una de las hamacas y mira el cielo estrellado perdiéndose en sus pensamientos. La reciente revelada enfermedad de Susannah le hace recordar todo lo ocurrido con su madre, le hace revivir todo de nuevo y lo único que desea es que el desenlace sea muy distinto con Susannah. La inquieta y preocupa, quiere a esa mujer como a una madre, es la única figura femenina aparte de Laurel que ha tenido los últimos años desde que su madre marchó. Su concentración se pierde al ver por el rabillo del ojo a su mejor amigo salir al exterior sin percatarse de su presencia.

—Connie. —Lo llama. Al percatarse de la presencia de ella, se acerca y se sienta en la hamaca más cercana, imitándola y tumbándose en silencio.

—No puedo dormir. Demasiadas cosas en el día de hoy. —Confiesa el chico en un suspiro.

—Si, yo tampoco. —Se instala un pequeño silencio entre los dos hasta que la chica decide romperlo. —Connie... ¿Por qué no me contaste nada? Has cargado con todo eso tu solo todo este tiempo, no está bien. Ahora entiendo tu actitud. Me siento muy mal por decirte todo lo que te dije.

—No tienes porqué disculparte, fue decisión mía comportarme como un gran capullo. Y no dije nada porque no quería arruinar a nadie el verano sabiendo que quizás sea el último. —Las últimas palabras las dice en un susurro, deseando que si nadie las escucha no podrán hacerse realidad. Pero la chica las escucha y sus ojos se cristalizan.

—No será el último, no puede serlo. —Suplica la chica agarrando la mano de su amigo y dándole un apretón con la voz rota. Ambos sosteniéndose mutuamente para no derrumbarse ahí mismo.

—¿Cómo lograste pasar por esto? ¿En ese entonces que tenías, doce? —Le pregunta el chico con mirada dolida, sabiendo los duros meses que se van a presentar e imaginándose a su mejor amiga pasando por eso siendo una niña.

—Precisamente creo que fue por eso, al menos al principio, era pequeña y no entendía con totalidad lo que suponía todo eso, también creo me ayudó el evadirme del mundo cuando no podía más. No se lo he contado nunca a nadie, pero, los días en los que veía a mi madre peor, los días en los que no soportaba la situación, los que se me hacía todo cuesta abajo, me escapaba de casa. No era difícil hacerlo, mi madre se encontraba tan enferma que no podía estar al tanto, no la culpo de ello porque suficiente ya tenía encima, y la mayoría de veces mi padre estaba trabajando, haciendo todas las horas posibles para poder ayudar con las facturas del hospital y a su vez cuidar de mí y de mi madre. —Relata la chica con la mirada perdida, recordando esos tiempos duros que la hicieron madurar antes de tiempo. —En ocasiones me dedicaba a dar paseos por la manzana hasta que adoptaba el suficiente valor para volver, en otras me marchaba a un parque cerca de casa, me sentaba en el columpio y veía pasar las horas. Observaba a los niños jugar, a las familias pasar el tiempo y a las madres cuidar de sus hijos y me preguntaba si podría volver a tener algo así, también los envidiaba, porque ellos parecían tan felices y yo estaba tan perdida... —El chico al escuchar a su amiga e imaginándola en ese estado, se le rompe el corazón, el no saber que ella estaba tan mal y en parte sintiéndose culpable de no haber estado ahí porque para ese entonces su única preocupación era el futbol y hacer feliz a su padre. — ¿Sabes? La única que se dio cuenta de lo que hacía fue tu madre. Un día me pilló escabulléndome y desde entonces me compró un teléfono para poder estar al contacto con ella siempre que necesitase y me cubría cada vez que necesitaba irme. Después llegó la noticia de mi hermana y supongo que eso también ayudó. —La chica se siente más ligera después de confesar todo eso, tal como ha dicho, no se lo había contado nunca a nadie y ahora se da cuenta de que era necesario, pues le ha quitado un gran peso de encima. También sabe que Conrad es una de las únicas personas a quien podía contárselo, de las pocas en las que tiene la confianza suficiente para abrirse así.

—He estado tan ofuscado todo el verano que ni cuenta me he dado de lo que ocurría entre tu y Jer. —Rompe el silencio el chico tras estar perdidos en sus pensamientos por un largo rato.

—Bueno, si te soy sincera lo de Jer y yo es reciente, ni siquiera yo me había dado cuenta de que pasaba hasta que ya estaba metida hasta el fondo, ¿sabes? —Admite entre risas la chica.

Cuando el sol empieza a asomar por el horizonte y el cielo comienza a aclararse haciendo que las estrellas desaparezcan, Wendy se retira a descansar, pero el chico decide marcharse a la playa. En el pasillo, Wendy se encuentra con su amiga.

—Está en la playa. —Es lo único que le dice Wendy, pero ambas saben de quien están hablando. Con un asentimiento Belly se apresura a desaparecer por las escaleras y Wendy está por meterse en su habitación cuando cambia de opinión y recorre el pasillo hasta llegar a la habitación que le interesa. Entra en silencio y con la poca luz que entra del exterior consigue ver que está profundamente dormido. Con cuidado de no despertarle, se acerca a la cama y se tumba a su lado, necesitando estar cerca de él. Con la visión del chico a su lado profundamente dormido, la chica consigue conciliar el sueño finalmente.


Queda una semana para que el verano finalice así que deciden pasarlo al máximo todos juntos, evitando pensar en el estado de Susannah y disfrutando del tiempo que pasan en familia. Al ver el poco tiempo que queda, Wendy empieza a estar preocupada y su mente se inunda de preguntas e inseguridades. La chica se cuestiona sobre qué ocurrirá cuando tenga que regresar a Lebanon y Jeremiah a Boston, sobre si sabrán sobrellevar una relación a distancia y sobre todo la incertidumbre de qué pasará con Susannah y lo lejos que estará de ella mientras pasa por todo eso. En ese aspecto le consuela saber que Laurel va a estar prácticamente todo el tiempo con ella, igual que ellas estuvieron al lado de su madre en su momento.

La pareja de jóvenes se encuentra en la playa disfrutando de los últimos rayos de sol y de los últimos momentos juntos. El chico mantiene abrazada a la chica quien se encuentra apoyada en su pecho y entre sus piernas, ambos mirando de cara al océano.

—¿Que te preocupa? —Le pregunta el chico sabiendo que algo ronda en la mente de su chica, pues se encuentra muy callada.

—¿Puedo ser sincera?

—Por supuesto, no querría otra cosa.

—Me preocupa que va a pasar con nosotros ahora que termina el verano. Tu regresas a Boston y yo a Lebanon, tenemos 650km de por medio. —Expone su preocupación la chica girándose para poder verlo a los ojos.

—Bueno, yo te digo lo que va a pasar. Vamos a llamarnos todos los días, vamos a mensajearnos hasta para decirnos que se nos ha caído el boli en clase, voy a recorrer esos 650km siempre que me apetezca verte y cuando llegue a tu casa lo primero que hare será decirte cuanto te quiero y seguidamente te besaré. —La chica termina sonriendo tras las palabras del chico sintiendo cada vez más por el chico.

—¿Lo harás?

—Lo haré. Te voy a necesitar. —Dice poniéndose serio. —Me da igual la distancia, recorreré los 650km todas las veces que haga falta, solo tú puedes mantenerme cuerdo ahora Wendy. —La chica puede percibir la vulnerabilidad en las palabras del chico así que se estira para abrazarlo y se quedan así un rato.

—Lo lograremos Jer.

—Lo haremos Wendyblue. 

Capítulo nuevo y muy sentimental

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Capítulo nuevo y muy sentimental. Habeis visto ya la segunda temporada de "El verano en que me enamoré"? Yo si, mira que el libro era duro pero la serie... me ha gustado mucho y pese a que tiene cambios respecto al libro creo que no son tan graves. Tambien quiero haceros saber que el próximo capítulo ya es el último de esta saga. Adelantar que no se si haré segunda temporada o no, todo dependerá de mi inspriación pero también de lo que vosotras queráis. 

Gracias por leer!

El verano en que todo cambió (Fisher x OC)Where stories live. Discover now