Capítulo 32

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POV Juliana

Luego de comer estuvimos reposando cada quien por su lado y luego los niños se metieron a la piscina junto a sus padres. Ahora mismo se encontraban durmiendo en mi habitación y los adultos estábamos conversando en la terraza. Lana y Sunny están acostados cerca de mamá. Siempre están resguardándola, aunque esté en casa.

Veo mi reloj y noto que ya debemos irnos, si quiero que podamos volver sin problemas, voy hacia Lupe y le digo que venga conmigo, vamos hacia el columpio y le digo —Ma, ya nos tenemos que ir. Como te había dicho, voy a usar tu auto, aún no sé si volvemos hoy mismo, pero prometo avisarte y así no te preocupas.

—Está bien, cariño. Sé que conduces con precaución, pero se cuidan en el camino y me dejas saber cuando lleguen, ¿está bien? —asiento y le doy un abrazo y un beso.

Volvemos a la terraza y le hago señas a Val para que nos vayamos. Nos despedimos de todos, Val y yo entramos a la casa, tomo las llaves del auto de mi mamá y una mochila con nuestras cosas, que había dejado preparada y salgo con Val. Llegamos al auto, un BMW M5 2022, y subimos en él.

—¿Este es el auto de tu mamá? —dice Val asombrada.

—Sí, a Lupe le gusta andar con estilo. —digo divertida. Luego de encender el auto, salgo en dirección a nuestra casa en Juniper Point. Tardamos alrededor de 25 minutos en llegar, ya que cada que parábamos en un semáforo nos dábamos varios besos.

Llegamos a la casa, estaciono el auto en el garaje y bajamos. —Wow Juls, esto es hermoso.

La casa es de 2 pisos, no es una mansión, pero tiene buen tamaño. Tiene un porche delantero y trasero, abajo tiene cocina, sala, comedor y baño de visitas. Arriba tiene 6 habitaciones, 3 de ellas con su baño y un baño aparte para las demás. El sótano, papa y Max lo convirtieron en un cuarto de entretenimiento hace mucho tiempo. La casa está rodeada de césped y algunos árboles aquí y allá, pero la mejor parte es la que le voy a mostrar a Val ahora.

Llegamos a la parte de atrás de la casa y Val jadea al ver el paisaje. La parte de atrás es muy amplia y el césped colinda con el mar, la única división es un muro que llega a mi cintura.

—Esto es increíble, ¿cómo es que no vienen más seguido?

—Lo hacíamos, cuando era más pequeña. Pero con el tiempo, y por obvias razones, ya no venimos mucho por aquí. —Val, sujeta mi mano y yo la aprieto de vuelta.

—Pero alguien cuida la casa, ¿no? Lo digo porque se ve bien cuidada y en buenas condiciones.

—Sí, mis padres tienen 2 personas que cuidan la casa de manera regular, aunque es como si fueran parte de la familia. Perlita y Pancho son prácticamente mi abuela y mi tío. —sonrío al pensar en ellos. Espero que hayan podido arreglar todo como les pedí.

Val y yo decidimos dar un paseo por los alrededores, y solo para asegurarme, decido pasar por la casa de Perlita con el pretexto de presentársela a Val. Llegamos a su casa y al pasar veo a Pancho sentado en el sofá junto a su esposa, Bárbara, su hijo Jacobo y Perlita.

—¡Chamaca! —grita Panchito al verme mientras se pone de pie para abrazarme —Tu mamá dijo que vendrías y no sabes la felicidad que me dio.

—Hola Panchito. Al parecer Bárbara te tiene más gordo. —le digo divertida.

—Perlita, querrás decir —dice Bárbara al saludarme con un abrazo —, sabes que su comida es la mejor, hasta yo tengo unos kilitos de más. —me rio por las ocurrencias de Bárbara.

—Hola Perlita. —digo mientras la abrazo fuerte —Extrañaba tus abrazos.

—Ay, mi niña, no sabes la falta que me hacía verte. Me alegré tanto cuando Lupita me dijo que venías. Tienes que pasarte más por aquí y visitar a esta vieja. —dice mientras acaricia mi mejilla de manera maternal.

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