Capítulo 28

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POV Valentina

Juls y yo nos encontrábamos en el sofá esperando a Guille. Igual que el mes pasado, la convencí para que nos dejara llevarla a casa de Max, además de acercarla, pasaría más tiempo con ella a solas. Me contaba sobre el momento de ansiedad de Arlette anoche y como la ayudó a relajarse.

Me hubiera gustado dormir con ella, siempre que lo hago, siento que puedo dormir en paz.

Mientras veo y escucho a Juls, no puedo evitar pensar en nuestro beso de ayer. Sentí una sensación cálida en todo mi cuerpo, al apretar su cintura podía sentir su cuerpo bajo mis manos, aun debajo de su toalla. La intensidad con la que nos besamos hizo que mis partes bajas se calentaran como nunca antes. Es extraño sentirme así por primera vez, pero no lo cambiaría por nada.

Sé que Juls será la primera persona que me toque de esa manera, o al menos es lo que quiero, no ahora, aún creo que es muy pronto, pero es algo en lo que no puedo evitar pensar. Si han visto lo hermosa que es Juliana, sé que me van a entender.

«Valen, por favor, controla tus pensamientos un poco. Valeria está presente», dice Emma. «No es algo que pueda controlar Em. Pero trataré», digo sin estar muy convencida de que pueda.

—Oye Val, ¿Ya terminaste el proyecto? —escucho que dice Juls y vuelvo a la realidad.

—Sí, ayer le di los últimos toques, pero antes de entregarlo me gustaría mostrárselo a Guille, que me diera su opinión.

—Ventajas de tener un hermano arquitecto. —dice Juls sonriendo. No sé si ofenderme, pero antes de que diga algo, ella sigue —Recuerdo el año pasado cuando tuve que hacer un estudio sobre los asesinos en serie. Utilice a Max para hacer un estudio más completo. Sé que no debí aprovecharme de su trabajo, pero no lo pude evitar. —termina encogiéndose de hombros.

Me rio levemente por sus ocurrencias mientras niego con la cabeza.

—Me encanta tu risa. Es mi sonido favorito en el mundo hasta ahora. —ella toma mi mano y entrelaza nuestros dedos —Prometo hacerte reír siempre, o al menos la mayor parte del tiempo, tampoco quiero que te me vayas en una de esas por tanta risa. —me rio de nuevo por sus tonterías. No sé cómo es que tarde tanto en encontrarla, pero me alegra haberlo hecho al fin.

La beso, porque ya no aguanto estar sin sus labios sobre los míos. Acaricie la mejilla de Juliana con la punta de mis dedos, y una sonrisa tímida apareció en nuestros labios a mitad del beso.

Nos separamos un momento, con nuestras frentes aún juntas y luego nos miramos a los ojos. En ese instante, sentí que lo nuestro se estaba convirtiendo en algo especial y único.

Nuestros labios se volvieron a encontrar en un beso apasionado. Fue como una explosión de emociones contenidas que se desataban con cada roce de sus labios. Juliana suspiro suavemente y nos dejamos llevar por el momento.

Juls se inclinó ligeramente hacia atrás, llevándome con ella hasta quedar recostadas en el sofá, conmigo entre sus piernas. Podía sentir una corriente eléctrica cada vez que Juliana acariciaba mi espalda suavemente.

Sabía que no quería hacer algo que pudiera desencadenar algún flashback, me lo había dicho anteriormente. Pero ahora mismo, en este sofá, solo existíamos Juls y yo, nada ni nadie más.

Los besos se volvieron más apasionados y desenfrenados a medida que pasaba el tiempo. Empecé a moverme sobre Juls sin poder evitarlo. Mis caderas rozaban con su entrepierna y en un momento pude sentir, más que escuchar, el gemido que salió de sus labios. Con una de mis manos apoyaba mi peso y con la otra sujetaba y acariciaba su cuello.

En un momento dado bajé a besar su cuello y pude sentir su piel erizarse. Era como si mi cuerpo estuviera hecho para adorar el de Juliana y no quería ni podía evitarlo. Sentí que estuvimos en esta sesión de besos por una eternidad, hasta que en la lejanía escuche un timbre. En la neblina de excitación en la que estaba, no podía distinguir nada que no fuera Juliana, así que seguí besándola con esta pasión recién descubierta, hasta que de nuevo escuche el timbre, seguido de unos toques en la puerta.

—¡Valentina! ¡Valen! ¿Está todo bien? —me separo de Juls al escuchar la voz de Renata al otro lado de la puerta.

—¡Ya voy Reni, un momento! —grito para que escuche. Volteo a ver a Juls y no les puedo explicar lo que sentí al ver sus labios hinchados por nuestra sesión de besos, su cabello despeinado de una manera sexy y su cuello un poco rojizo a causa de mis besos. —Por mucho que no quiera irme, tenemos que salir o Renata usara su llave de repuesto. —susurro a Juls —Vamos.

Me levanto y ayudo a Juls a ponerse de pie, la ayudo a que se vea un poco más presentable, y ella a mí, pero sé que se van a dar cuenta de lo que estábamos haciendo, era demasiado obvio, pero decidí ignorarlo y hacerme la desentendida. «Nada va a funcionar para disimular Valen», señala Arlette. «Te pasa por estar de caliente Valentina, solo espera que Ivanna se entere», dice Belinda y Emma empieza a reír. «Ya cállense, me ponen más nerviosa de lo que estoy», digo con un tinte de desespero.

Tomamos nuestras cosas, nos dirigimos a la puerta y cuando abro veo Renata esperando por nosotras. Está viendo el celular y empieza a hablar.

—Valen por dios, tenemos 20 minutos esperan... —y se calla al subir la mirada y vernos. Renata abre los ojos sorprendida y una sonrisa pícara se apodera de su boca, luego aprieta sus labios para evitar su sonrisa y carraspea —Hola, tú debes ser Juliana. Soy Renata, la esposa de Guillermo.

Renata extiende su mano y cuando Juls le da la suya, Reni la atrae para darle un abrazo. —Es un placer conocerte Renata —dice Juls sonriente.

—¿Por qué no me llamaron o me enviaron un texto para bajar Reni? —pregunto una vez suelta a mi Juls.

—Lo hicimos... Varias veces. —tomo mi celular del bolsillo de mi chaqueta y veo 5 llamadas perdidas de cada uno, más varios textos. Sonrío apenada y digo "lo siento" en silencio hacia Renata. —Bueno, mejor bajamos que ya tenemos que irnos. Carolina está ansiosa por ver a sus abuelos y a la tía Ivanna.

Bajamos en el ascensor y veo a Juls de reojo. Sonrío al notarla un poco inquieta, sé que está un poco nerviosa por el hecho de que mi cuñada sepa, o al menos se imagine lo que estábamos haciendo. Renata sale rápidamente, una vez el ascensor abre, creo que se está adelantando para prevenir a Guille.

Antes de salir, Juls toma mi mano y la aprieta suavemente —Oye Val, antes de salir, quisiera saber qué piensas sobre decirle a nuestras familias sobre nosotras. —no sé cómo tomar eso, si quiere que les digamos de una vez o esperar. Antes de decir algo ella continúa —Estaba pensando que podríamos decirles después de nuestra primera cita mañana. ¿Qué piensas?

Si soy sincera, concuerdo un poco con ella. Aunque si me gustaría decírselo a papa, así no tengo que esperar todo un mes para contarle sobre lo feliz que me hace Juls —Estoy de acuerdo, aunque... Sé que nuestra cita será mañana en la noche, pero me gustaría decírselo a papá. No lo voy a ver por todo un mes, así que prefiero que lo sepa desde ahora. Te parece si se lo decimos a nuestros padres mañana en la visita, y luego de nuestra cita, se lo decimos al resto.

—Me parece una excelente idea. —Juls sube nuestras manos entrelazadas y besa mi mano —Bueno, mejor nos vamos, no queremos llegar tarde.

Antes de salir digo —Oye Juls, sobre lo que pasó hace rato...—voy a seguir, pero ella me interrumpe.

—Tranquila, no tenemos que hablar sobre eso ahora... Aunque no niego que me encantó, y me encantaría repetirlo. —Juls sonríe de manera pícara, me da un pico y salimos con nuestras manos entrelazadas hacia el auto de Guille.

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Lo calenté un poquito🔥😋

KC😊✨

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