♡ Inefable ♡ NamJin

capítulo 30 "Piwkenyeyu"

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"Te llevo en el corazón"

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El viernes había llegado, y la temible visita de las asistentes sociales y de la casa hogar también, los nervios de la pareja se notaban a quilometeos a la redonda.

¿Por qué? Se preguntarán.

Es porque la pareja aquí presente que corría de todos lados a todos lados, a estas alturas de la adopción y con todo lo que estaba pasando en el gobierno, estaban colocando las puertas de las escaleras, las esquineras blandas, los cubre enchufes, agregando seguridad a la puerta, bloqueando puertas y más que nada colocando las fundas a los cuchillos y todo lo que tenga que ver para resguardar la seguridad de sus cinco pequeños retoños.

Sí, recién.

Por su lado, Ji dormia abrasado a Jimin y Taehyung, luego de un intenso llanto en la noche anterior porque Taehyung queria cenar algo dulce.

Jimin vio como su hermano estaba empezando a hacer un berrinche cuando Seok-Jin le dijo que no podían cenar chocolate porque su estómago se pondría mal y volvió a la cocina tranquilamente.

Y se armó de valor y le grito a su hermano: -"No moletes a los señores Kim, no son nuestros padres" -gritó con las lágrimas en las mejillas y una dura pena en la garganta.

Nam-joon y Seok-jin se encontraban dentro de la cocina junto con Yoongi y Hoseok preparando la cena, bueno Seok-jin preparando la cena y Yoongi, Hoseok y Nam-joon viendo y pasandole los instrumentos o verduras que necesitaba el mayor.

Taehyung, sorprendido, apretó sus manitos y tenso su cuerpo. Era como un balde agua fría, era un niño, pero su 'hermanito' tenía razón, estos señores no eran sus padres y aunque así él lo quisiese -"Ellos sí son nuestros papis, y nos quieren mucho" -contesto igualmente y comenzó a llorar colocando su dedo pulgar en su boca, viendo a Jimin ponerse rojo por la fuerza que había sacado, ambos pequeños se abrazaron llorando y Ji se dio un golpe mental por no intervenir antes de que los pequeños llegarán a ese punto y también los abrazo para terminar durmiendo juntos los tres luego de cenar.

Seok-Jin y Nam-Joon se encontraban con los corazones en la boca, aún no tenían todo listo para la llegada de aquellas personas que decidirían el futuro de su vida con sus pequeños.

La ansiedad estaba carcomiendo a Seok-Jin, eran a penas las 8 de la mañana y el mayor se encontraba fuera de la cama con su esposo en sus pijamas rosadas de osos.

-"¿Qué falta?" - se cuestionaba el mayor continuamente, pero ya había revisado todos los enchufes más de tres veces, las puertas de seguridad estaban siendo puestas por el moreno, los cuchillos ya tenían las fundas, las puertas tenían un seguro más y los esquineros estaban colocados.

-"Siento que algo falta" - pregunto al aire viendo toda la cristalería expuesta en su sala, su cerebro hizo un clic y comenzó a guardar los cristales, los jarrones de cerámica y nota mental -cambiar la mesa de vidrio de la sala. 

Ambos hombres se pararon enfrente de la sala, ya un poco cansados sentían que faltaba asegurar o guardar algo, o quizá esconder algo, sus mentes pensaron en algo que les faltaba, pero mientras más craneaban más veían que todo estaba guardado, escondido y reforzado.

El timbre sonó, y los corazones se paralizaron al mismo tiempo, sus cabezas giraban lentamente como si hojas filosos de papel colgaban para cortarlos en un movimiento veloz.

El sonido de cualquier ave paró, el ronquido de Ji por una noche pesada se estanco en su garganta, y la puerta principal se veía tan lejana que para Nam-joon y Seok-jin era como caminar kilómetros para chocar con la perilla.