Una alma gemela que no estaba destinada a ser

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— ¿Sigue en reunión Scaloni? Llevó rato tratando de localizarlo, pero me manda a buzón — Y Messi sintió pánico al escuchar esas palabras, Victoria llevo a ambos caballeros hasta la sala donde les ofreció un poco de té para calmarlos, sus aromas causaban desesperación y lo último que deseaba era alterar a su esposo y soltarle la verdad de golpe.

— Ustedes me van a decir ese pasado que tanto oculta mi hijo, así que hablen por favor... Estoy preocupada por Guillermo — Ninguno deseaba revelar algún dato ya que no les correspondía contarla, pero la mirada severa de Victoria obligó a Pablo Aimar no si antes de rogarle que no odié a Scaloni ni a Guillermo ante lo que revelaría.

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Scaloni y Guillermo solo se miraban en silencio separados por un sofá únicamente de aquel hotel, donde uno ansiaba envolverlo entre sus brazos, pero otro solo deseaba terminar con ese capítulo de su vida para poder continuar sin lastimar a nadie más — ¿Qué deseas decirme, Scaloni? — preguntó el mexicano.

— ¿Por qué no dejaste que se enteraran de lo nuestro? Pudo ser la ocasión perfecta para dejar todo y ser felices —

— No podía permitir que dejaras todo por mí. Tienes una carrera además de que enterarme de los sentimientos sinceros del profesor Pablo Aimar me impulsó a dejarle el camino libre — explicó Guillermo mientras se apoyaba en la pared junto a la ventana mientras le sostenía la mirada al argentino que poco a poco se acercaba al menor.

— No me importa perder todo por ti, Guillermo. Podemos solo huir lejos e intentarlo, por favor. — Ver como Ochoa negaba con la cabeza mientras se volvía alejar solo provocaba desesperación en el mayor hasta que lo sostuvo del brazo para jalarlo hasta él y tratar de besarlo, pero ver su rechazó le hizo quebrar su corazón.

— Ya estoy harto de huir. Por eso estoy aquí, para cerrar todo de una vez y seguir con nuestras vidas — respondió mientras se alejaba abruptamente un poco enojado ante la osadía del mayor.

— ¿Prefieres a Lionel Messi? Ese alfa que te destruyó por completo y fui yo quién te ayudo a reconstruirte ¿Lo olvidas? Yo estuve ahí para ti Guillermo, cuidando de tu corazón, tratando de liberarte de tus demonios sin pedir nada a cambio — Expresó enojado mientras tensaba sus manos con fuerza al sentir el rechazo por completo y desvió la mirada por completo — Yo siempre te he amado... — y Guillermo se quedó en completo silencio, sintiéndose responsable de esos sentimientos negativos que le provocaba al mayor que sin darse cuenta, Scaloni se fue acercando para tomar el rostro del menor entre sus manos y depositando pequeño beso en espera de ser correspondido.

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Messi estaba desesperando en la habitación de Guillermo tallándose los ojos con el dorso de sus manos conteniendo las ganas de llorar, tratando de controlar esos pensamientos — Calma Lio, calma... no te desesperes — susurraba para si mismo mientras sentía pasar las horas con lentitud, torturando su alma por completo.

Aimar estaba en el departamento observando la lluvia caer en silencio con una taza de café, resignado a lo que sea que sucediera, aunque no pudo evitar llorar un poco al confirmar que su amor no era correspondido de la misma manera que deseaba, pero tampoco tenía el valor de soltar a su destinado.

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— Perdón Scaloni, pero yo no te amo. — respondió con seguridad el mexicano, observando como los ojos del contrario se iban apagando ante su confesión, aunque por primera vez sentía una paz, como si se hubiera quitado algún tipo de peso encima suyo y volvía a respirar con alegría — Estoy agradecido contigo, por ser ese soporte que me ayudó en algunos aspectos de mi vida. Por demostrarme que puedo ser amado y gracias a ese momento tenso que vivimos descubrí que no soy un egoísta. Te pido perdón, es lo único que puedo decirte... Nunca debí tomar tu mano sin desearlo ocasioné muchos problemas para los dos. Siempre he amado a Lio, no puedo arrancarlo de mi alma y ahora, hemos decidido iniciar de cero... —

Deja de hacer llorar a mi corazónWhere stories live. Discover now