𝘩𝘢𝘺 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘢𝘯𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘭𝘮𝘢

225 50 16
                                    


Chenle corrió hasta el hospital, sin pensar en nada más, sin importarle si se le cortaba la respiración o si sus piernas dolían, tampoco importaba si se chocaba con la poca gente que transitaba por la calle, solo quería llegar hasta donde estaba Renjun. Al cruzar la puerta del establecimiento, buscó la recepción, había una enfermera allí.

—D-disculpe... El pa-paciente Huang Renjun.

—¿Eres familiar? —Chenle asintió—. ¿Eres mayor de edad?

Chenle pensó en mentir sobre su edad, pero el pánico se apoderó de su cuerpo, ya había mentido al recibir la llamada, no quería ocasionar más problemas, además, la mujer podría notar a simple vista de que era menor de edad, era diferente a que mentir por teléfono.

—N-no.

—Lo siento, cariño, no puedo darte ninguna información de ningún paciente, a menos que estés acompañado de algún tutor mayor de edad —explicó pacientemente, sintiendo algo de pena por el chico.

—Por favor, es mi papá, s-se lo suplico.

La mujer pareció dudarlo, pero de igual forma, revisó algo en su computadora y luego unos papeles que tenía allí, mientras el menor movía sus dedos impacientemente sobre la fría superficie del escritorio.

—Solo puedo decirte que entró al quirófano hace unos minutos, está algo complicado.

Chenle no esperaba escuchar aquello, aun así, le dio las gracias a la mujer y salió del hospital, necesitaba algo de viento fresco, algo que le ayudara a mantener la calma. Sin saber qué hacer, dejó que sus sentimientos fluyeran y comenzó a llorar.

Su mente no podía procesar del todo la información, lo primero que vino a su mente fue Jisung, rápidamente, sacó su teléfono del bolsillo de su pantalón y marcó el número de su amigo.

...

Jisung ya estaba listo para meterse a la cama, ya había cepillado sus dientes y había encendido su lámpara de noche,
lo más seguro, era que sus padres ya estuvieran durmiendo. Corrió la frazada para meterse a la cama, pero su teléfono comenzó a sonar, deteniendo cualquier acción por su parte, sabía que era Chenle, puesto que a veces, solían hablar por teléfono hasta altas horas de la madrugada.

—Hola Chenle-

—J-Jisung, ¿me e-escuchas? —la voz temblorosa del chino, alertó al menor.

—¿Qué sucede, Chenle? ¿Estás bien?

—Jisung, necesito que ve-vengas al hospital, por favor —sollozó su amigo desde la otra línea—. R-Renjun tuvo un accidente, ven pronto, por favor...

—Tranquilo, Lele, enseguida estoy ahí.

Cortó la llamada enseguida, se colocó sus zapatillas y salió corriendo de su habitación, sin importar si iba en pijama o sin el permiso de sus padres, nada importaba cuando se trataba de Chenle. Tomó su bicicleta del patio y pedaleó lo más rápido que pudo, siempre tratando de ser cuidadoso al momento de ir por la calle.

Desde unos metros antes, divisó a Chenle, solo a un lado de la entrada del hospital, frenó cerca de él y bajó de la bicicleta, dejándola tirada en el suelo, para correr hasta su mejor amigo y envolverlo en sus brazos, Chenle se aferró a él, como si la vida le dependiera de ello.

—Tranquilo, todo estará bien —susurró el menor, acariciando la cabeza de su amigo.

Chenle yacía escondido en su pecho, llorando como nunca lo había visto antes.

Se mantuvieron así por unos minutos, Jisung no lo soltó hasta estar seguro de que su llanto había cesado y que estaba un poco más tranquilo.

—¿Qué fue lo que pasó, Lele?

𝘛𝘩𝘦 𝘊𝘶𝘳𝘪𝘰𝘶𝘴 𝘉𝘢𝘣𝘺 ─ 𝙉𝙊𝙈𝙄𝙉Where stories live. Discover now