𝘢𝘭𝘨𝘰 𝘧𝘢𝘭𝘵𝘢

1.5K 126 21
                                    


Jeno y Jaemin llevaban nueve años como pareja. El menor iba a la universidad de arte y su mayor trabajaba en la cafetería de la vuelta, donde Jae siempre iba con sus amigos. Desde un principio tuvieron buena química, Jeno era muy amable con todos los clientes y se ganaba el cariño de las personas, comenzaron siendo buenos amigos, Lee regalándole uno que otro batido y saliendo a pasear de vez en cuando.

Con el correr del tiempo, esa bonita amistad, comenzó a tener tintes de algo más, ya no simplemente se limitaban a cosas simples de amigos, sino que ya involucraban las miradas, los abrazos, las caricias y lo que terminó por consagrar todo, los besos. Al probar los labios del otro, ambos supieron que había algo más que un cariño fraternal, estuvieron unas semanas siendo "algo", hasta que Jeno le pidió ser su novio.

Por suerte, su familia nunca estuvo en contra, los apoyaron siempre y los defendieron de todos aquellos que intentaron perjudicarlos con palabras o acciones hirientes.

Ahora, ambos disfrutan de su hermosa relación, viviendo juntos en una casa, con empleos estables y viviendo día a día junto al otro. Pero, Jaemin pensaba que algo les faltaba para completar todo el esquema, nunca fue infeliz en todos esos años, Jeno le brindaba la luz que siempre necesitó en su vida, aunque en los últimos meses, sentía que algo le faltaba a sus vidas, hasta que pudo obtener tal ansiada respuesta.

Sucedió cuando lo transfirieron de una escuela primaria a un jardín de infantes, aunque básicamente, no fue transferido, continuaba dando clases en la escuela, pero solo tres días a la semana, los demás días, dándole clases a los más pequeños. Siempre adoró los niños, desde pequeño soñaba con tener un hermano menor y poder jugar con él, enseñarle todo lo que sabía y tomar el rol que un hermano mayor ocupaba, pero sus padres cerraron la fábrica de bebés, cuando él nació, por lo que solo tenía un hermano mayor.

Le encantaba su nuevo lugar de trabajo, los niños eran muy tiernos y amables con él. Luego de un mes dando clases allí, uno de sus alumnos favoritos, Sicheng, por error le llamó "papá", algunos niños rieron y el pequeño niño se avergonzó, pero el rubio le hizo saber que estaba bien. De camino a casa, la diminuta chispa cálida que recorría su cuerpo, no desaparecía y allí lo supo, quería un hijo.

Y de ahí, provenía su gran duda, ¿cómo se lo decía a Jeno?

Su primera opción fue preguntarle a su amigo, Renjun. Él y su pareja, tenían un pequeño de tan solo meses, el pequeño Chenle, por lo que creyó, que el chino tal vez podría ser su salvación.

—Te noto algo callado, quizás pensativo, ¿qué es? —cuestionó el chino, mientras movía el cochecito para que su bebé se durmiera—. Ni siquiera tocaste las galletas.

—Disculpa que te lo diga, pero las galletas están feas —comentó el menor con algo de pudor.

—Las hizo Mark.

El menor supo que era mejor no ingerir bocado, si algo estaba hecho por las propias manos de Mark Lee. Resignado, continuó bebiendo su café bien cargado.

—Con respecto a lo otro —el mayor prestó atención a su amigo—. Yo quería saber, ¿cómo le dijiste a Mark que querías un bebé?, o ¿fue él quien te lo pidió?

El chino sintió ternura ante las preguntas de su amigo, aunque luego estalló en risas, ganándose una mirada extrañada del menor.

—¿Querer? —preguntó con ironía—. Pff, ninguno planeaba o quería tener bebés, simplemente pasó. No digo que Lele sea un error, aunque técnicamente lo es, pero es un error bonito.

No había pasado por su cabeza, la posibilidad de que aquello solo sucediera de casualidad. Él y Jeno siempre se cuidaban, cuando su pareja no usaba condón —que rara vez ocurría— era él quien tomaba pastillas, por lo que nunca hubo la probabilidad de que "simplemente pasara".

—¿Quieres tener un bebé?

El menor se limitó a asentir, jugando con sus dedos y exhalando.

—Eso es lindo, al fin conoceré a un bebé que no venga a este mundo por una simple calentura —bromeó el chino, logrando que riera su amigo y le diera un leve golpe en el brazo—. Bueno, yo creo que solo debes decírselo y ya.

—No sé si sea así de fácil. No es como decirle que quiero un pez.

—Es casi lo mismo, esas mierdas son algo delicadas, debes cuidarlos bien. Yo maté cinco peces, accidentalmente —Jaemin miró con compasión al bebé que dormía en su cochecito.

—Pobre Lele.

—Siendo Mark y yo, los padres, este niño es un verdadero sobreviviente —apreció con orgullo a su retoño.

Bien, tendría que intentar lo que su amigo le decía, con su pareja jamás hablaron de hijos, por lo que no sabía la opinión de Jeno ante el tema, pero ya era momento de saberlo.





































espero que sea de su agrado, voten si les gusta
<3

𝘛𝘩𝘦 𝘊𝘶𝘳𝘪𝘰𝘶𝘴 𝘉𝘢𝘣𝘺 ─ 𝙉𝙊𝙈𝙄𝙉Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ