Inocencia Interrumpida III

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— ¿Todo bien? — preguntó el argentino, pero solo recibió un vago si antes de seguir comiendo, juró por Dios que se iba a morir ahí mismo cuando Diego apareció de la nada para abrazar a su amigo con fuerza mientras lloraba al no verlo en la cama con él — Tranquilo pibe, solo tenía hambre. Ahora lo llevaré a su habitación — Pero Diego solo lo mal miró unos segundos y Sergio solo alzó ambas manos como señal de rendición. Una vez que Guillermo terminó llevó a las dos omegas a su habitación y se quedó hasta que se quedaron dormidos o al menos eso pensó — ¿No vas a dormir? — preguntó Sergio.

— Quiero ver que este bien. Robert le hace algo... lo sé — dijo en un susurró mientras abrazaba con fuerza su peluche — ¿Eres malo como él? Por favor, lastímame a mí, no a él...  — El corazón del argentino se compacto ante esas palabras que soltó un largo suspiro.

— No soy malo, los protegeré.... A los dos — y esa noche, Diego pudo dormir con calma. Sergio por su parte salió en silencio de la habitación para continuar con sus actividades, aunque pensativo de esas palabras. Así que el resto de la semana solo observaba en silencio las actitudes de ambos chicos llevándose la sorpresa de ver a Diego temblar cada vez que Robert se acercaba a ellos y baja la mirada, aterrado mientras apretaba la mano de su amigo. Desde aquel día Sergio seguía los pasos en silencio de aquel alfa de forma sigilosa, notando los sutiles toques que le hacía a Guillermo y este temblaba un poco. Aunque todo se fue al carajo cuando Robert reportó la desaparición de Guillermo un 13 de julio, el mismo día de su cumpleaños ocasionando que empezaran a buscarlo por días, pero sin éxito.

Sergio no podía no creer lo que sucedía que Diego no salía de su habitación al no tener a su hermano mayor cerca de él y durante varias noches despertaba gritando, provocando preocupación en el argentino que se acercaba a corriendo para poder tranquilizarlo. Le hacía compañía en esas tardes al ver como lloraba mientras Robert le pedía que se callara — No hará que vuelva, deja de hacer tanto ruido, Diego — dijo una tarde creyendo que estaba solo en la sala de estar y aunque Sergio moría por golpearlo tuvo que esconderse para evitar algún problema dejándose al descubierto.

Aunque se percató de algo interesante en esas semanas y es que desde que la desaparición de Guillermo, Robert no cubría el turno de la noche y siempre llegaba un poco tarde por las mañanas. En que limpiaba la cafetería y cocina notó como dejó de haber manzanas verdes junto con galletas y juraba que llegaba lo suficiente para un mes, se agotaban antes de tiempo; otro punto a su favor en que las cosas de Ochoa estaban en la oficina donde las guardaba con recelo que hasta Neymar había recibido un regaño al querer moverlas y cuando pudo ver de cerca a Beckham se quedó frío ante sus palabras — Lo más probable es que escapó, como todos los omegas problemáticos. Lo siento — explicó en un tono frío y les dio la espalda para regresar a su oficina.

Sergio esa misma noche se escabulló al centro de rehabilitación ya que Robert le había dejado en el turno de la mañana de manera fija desde que se enteró de como Guillermo empezaba a confiar en él, al sentirse protegido por aquel hombre. Empezó a revisar los cajones donde encontró la playera de Guillermo, la olfateo y la aventó al suelo al sentir el olor a sexo en él; al revisar el expediente de Guillermo pudo notar algo bastante curioso. Los primeros meses tenían excelentes comentarios acerca de una recuperación positiva, así como una posible alta, luego un cambio brusco, comentarios acerca de un fuerte retroceso e intentos fallidos de suicidio — ¿Cómo es eso posible? Las fechas... tienen un salto muy grande — susurró. Fue comparando fecha por fecha notando el intervalo de meses y leyó las notas acerca de la última visita del señor Beckham — Joder... todo empieza desde su visita... — el siguiente expediente en revisar fue del mismo Robert que tomó fotografía de su dirección junto con sus datos personales.

Deja de hacer llorar a mi corazónWhere stories live. Discover now