𝓓𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓸

12 4 0
                                    

Luego de aquel día, Draco estuvo molesto con Ron por lo que había dicho de su madre, él siquiera la conocía, ¿Cómo se atrevía a hablar de ella así? Si su madre encubría a su hermana, algún motivo tendría.

Harry por su parte estaba preocupado, la mansión que su pareja consideraba un hogar, parecía estarse convirtiendo en el escondite perfecto para toda la porquería del mundo mágico, temía de que aquel rubio al que amaba tanto, cambiara, no quería eso.
Debía hacer algo al respecto y debía darse prisa, sabía que Dumbledore era el único que podría escucharlo, ese viejito loco y poderoso debía de saber más de lo que él mismo o Draco sabía.

Paseó primero entre los corredores, esquivando a Severus, aquel profesor si bien nunca le dio buena espina, últimamente se estaba posicionando en su mira, el hombre lucía diferente que el año pasado, algo había cambiado. Al llegar ante la oficina del director y recitar la contraseña, subió las escaleras, claro que el anciano no esperaba encontrarse con Harry parado en la puerta cuándo se dio la vuelta, degustando en su boca un dulce y a la vez ácido caramelo de limón.

—Oh Harry! No esperaba tu visita.

Sonrió leve apoyando sus manos sobre su escritorio.

—Dime, ¿A que se debe tu visita? ¿Problemas con alguno de tus amigos?

Harry miró fijamente al anciano que seguía sosteniendo una sonrisa entre sus labios.

—¿Cómo lo supo?

—Harry, te sostuve en brazos cuándo eras un bebé, ¿Qué podrías ocultarle a este anciano? Vamos, cuéntame, soy todo oídos.

Aquello dejó al joven recalculando unos segundos, sabía que Dumbledore era alguien poderoso, y aquello ciertamente lo ponía incómodo hasta el fondo de los huesos.

—Es sobre Draco Malfoy.

—Mh... Toma asiento.

Harry tomó asiento junto al escritorio de roble y el anciano se apoyó contra el respaldo de su muy cómoda silla.

—Él me ah dicho que el día en el que estuvo en su mansión, justo antes de irse, sintió a su familia extraña. Que vio gente extraña sentada en el comedor de su casa y que entre todas esas personas, uno llamó su atención, un hombre muy pálido y rodeado de oscuridad.

Dumbledore en silencio acarició su larga barba blanquecina y con mucha calma habló por fin.

—No me extrañaría que el señor Malfoy saliera con una excentricidad a estas alturas de su vida.

—¿A que se refiere, señor?

Cuestionó Harry un tanto preocupado.

—El señor Lucius Malfoy es bien conocido por el mundo mágico por ser un hombre extravagante en todos los sentidos, un hombre que codicia el poder, que no le importa herir a otros por conveniencia propia. Harry, todos tenemos oscuridad, no somos seres de luz toda nuestra vida, eso sería imposible... Pero existen distintos niveles de oscuridad, que van desde un desacuerdo hasta... El odio solo por existir. La oscuridad no siempre es fácil de ver, a veces no nos damos cuenta hasta que... Ya es demasiado tarde; Otras veces, nos damos cuenta con solo mirar un par de segundos, pero esta es mucho más difícil aunque no lo creas.

Harry bajó la mirada a sus manos sintiendo como aquellas palabras hacían eco en su mente.

—Draco me contó que luego de ver a ese hombre unos pocos segundos se sintió terrible, incluso sintió náuseas.

—Como ya debió contarle el joven Malfoy, ellos trabajan mucho con la mente, por eso mismo suelen ser más precavidos con quiénes se juntan, son astutos.

Viridian ;; DrarryUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum