𝓛𝓮𝓷𝓰𝓾𝓪 𝓫𝓲𝓯𝓲𝓭𝓪

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Durante la noche calma y silenciosa, la maldad oculta se deslizó por el suelo de la mansión Malfoy, sacando su lengua bífida repetidas veces, enfocando su camino hacía su amo y señor.

-El joven amo de lossss Malfoy no esssstá en la casssa.

Serpenteó una tonada femenina mientras subía por el brazo de su amo.

-Buen trabajo... Querida Naginni.

Una mano pálida, decorada con algunas joyas sin importancia, acariciaron la fría piel del reptil. Aquélla mirada carmesí se dirigió hacía el cabeza de los Malfoy, quién estaba sentado en el sofá junto al fuego.

-Él salió a casa de un amigo esta tarde... Pero no importa, solo es un niño sin importancia, no sabe nada sobre usted, mi Señor.

Aseguró Lucius; detrás de él parada junto al sofá y sosteniéndole el hombro estaba Narcissa.

-Nos aseguramos de que no supiera nada. Así que él no es importante, es solo un chico.

-Hermana.

Se escuchó una voz femenina, casi arrastrando la palabra de una manera fastidiosa pero elocuente, una mezcla sumamente extraña. En la oscuridad, de pie, se encontraba aquella mujer de cabellos negros largos y ondulados, su hermana, la sangre de los Black corría por sus venas, al igual que la de los Lestrange.

-Bella... No te vimos llegar.

Susurró Narcissa mirando a su hermana.

-Pero sabes que Draco no tiene por qué involucrarse en estos asuntos, es solo...

-Un chico, si, lo sé, pero corre en sus venas la sangre Malfoy, y la sangre de los Black, deberían traerlo con nosotros.

-Silencio!

La voz de aquel hombre interrumpió la charla filiar entre ambas mujeres, Bellatrix bajó la cabeza, encogida de hombros y Narcissa apretó el hombro de su esposo; le había jurado a Lucius que si su hijo resultaba herido por esta estupidez suya, ella misma lo iba a matar.

-El chico no es importante ahora mismo, ¿Qué podría darme un inútil niño mimado después de todo?... Lo que quiero, Lucius Malfoy, son mis trozos de alma.

La serpiente conocida como Nagini se deslizó entre los hombros del hombre sacando su lengua repetidas veces.

-Lo sé señor, no eh parado de buscarlos, sé que... Uno de los trozos... Desapareció de mis posesiones y llegó a manos de Albus Dumbledore, el... el diario.

Los ojos de aquel hombre se mantuvieron fríos y fijos en Lucius mientras el suelo de la casa comenzaba a temblar, demostrando la furia que su rostro no reflejaba.
El temblor paró después de unos segundos. La figura alta y pálida se acercó unos pasos hasta Lucius.

-Recupera mi libreta y tráela a mí... No me importa como... O si te cortan una pierna en el proceso, pero tráemela, junto con los demás trozos de alma.

Aquella voz parecía encerrar la furia de un mundo entero.

-Mi señor...

Otra voz irrumpió en la sala, una voz grave y cargada de seriedad, una voz que era conocida por los cuatro presentes.

-Mi más fiel cachorro... Severus, al fin llegas.

Severus era la oscuridad personificada, se había podido escabullir en la mansión sin llamar un solo poco la atención.

-Lamento mi tardanza, Albus me vigila de cerca desde que... La señorita Lestrange y Sirius Black han escapado de Azkaban.

El hombre murciélago se acercó hasta el más pálido y le entregó la vieja libreta dañada en las manos.

Viridian ;; DrarryWhere stories live. Discover now