Viridian ;; Drarry

𝓔𝓵 𝓬𝓾𝓪𝓻𝓽𝓮𝓽𝓸 𝓭𝓮 𝓸𝓻𝓸

Una nueva tregua comenzó, fueron dejados de lado todos los malos momentos que Harry y Draco habían pasado por bromas o discusiones entre ellos, ahora habían comenzado de cero, para sanar.

Aquél día Draco despertó temprano, se arregló como de costumbre, pero decidió que como nueva etapa en su vida, dejaría de utilizar tantísimo gel para el cabello, estaba cansado de pasar horas arreglándose el pelo frente al espejo.
Se puso su capa característica de Slytherin y el pin con su casa. Tan pronto terminó de atar sus agujetas, salió de su habitación y pasó por la sala en común, solo saludó vagamente a Crabb y Goyle, estos estaban entretenidos en otras cosas. Sus pasos se encaminaron fuera de las mazmorras, rumbo al Gran Comedor, estaba emocionado, quería pasar más tiempo junto a Harry, estaba seguro de que sería divertido pasar tiempo juntos.

Antes de entrar al gran comedor, vio a Harry, Ron y Hermione llegar, los esperó tranquilamente y luego les saludó, recibiendo un saludo de regreso.

-Buenos días, Harry, Ronald, Hermione.

-Buenos días Draco

Saludaron los tres y entraron juntos los cuatro al gran comedor, hablando trivialidades, claro que era bien conocido por todo Hogwarts la rivalidad de Harry y Draco, incluso a Dumbledore le tomó por sorpresa verlos juntos, hablando tan animadamente, el anciano acariciaba su barba, sonriendo levemente.

-Curioso, ¿verdad?

Preguntó mirando a Minerva y esta sonrió de regreso.

-De seguro hicieron las paces, Malfoy no es un chico malo y Potter debió darse cuenta.

La sorpresa fue aún mayor cuándo los cuatro se sentaron en una punta de la mesa de Hufflepuff, claro que habían pedido permiso primero. Draco no iba a ser aceptado en la mesa de Gryffindor por ser un Slytherin, y el trio de oro no sería aceptado en la mesa de Slytherin por ser de Gryffindor, así que para desayunar juntos y más ameno, prefirieron la mesa de otra casa.

-Mh, Draco, siempre tuve una duda, ¿Cómo es tener una habitación en las mazmorras? Debe de ser frío y oscuro ahí abajo, ¿no?

Preguntaba el pelirrojo con la boca llena y Draco lo miró intentando disimular el asco de ver la comida en el interior de la boca de Ron.

-Bueno, no es tan malo como parece, si es algo frío y oscuro, pero es agradable también, como tenemos el Río Negro muy cerca, podemos dormir escuchando el agua, es muy agradable.

Explicó tranquilo y le dio una probada a sus panqués.

-Es cierto, es bastante acogedor, la vez pasada entré con Blaise por unas cosas que le había prestado y se podía oír bien el ruido del río

Dijo Hermione y le dio un golpe en la nuca a Ron para que comiera con la boca cerrada. Claro que aquél regaño hizo que Ron comiera derecho.

Harry estaba sentado junto a Draco, lo miraba de vez en cuándo, estaba bastante intrigado por como lucía la casa de Slytherin, pero le daba pena preguntar si podía acompañarlo a visitarla.

-Debe ser un lugar agradable.

Dijo sin más Harry comiendo de su desayuno.

-Luego tenemos clases de pociones... No estudié nada, con todo lo que ah pasado estos días incluso olvidé la tarea

Suspiró acomodando sus gafas.

-Descuida, por lo menos no tenemos exámenes pronto podemos estudiar los cuatro juntos en la biblioteca.

Ante aquella idea de Draco, Hermione sonrió enormemente.

El desayuno pasó más que ameno y tranquilo.
Pasaron varios días, la relación del trío de oro con Draco no hacía más que mejorar, pasaban prácticamente todo el día juntos por Hogwarts. Estudiando, jugando, comiendo, y curioseando por el castillo, ya para nadie era sorpresa verlos juntos, aunque si seguía siendo algo extraño para muchos.