𝓕𝓾𝓰𝓪

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Los rayos del sol atravesaron suavemente las cortinas oscuras en la habitación de Draco, llegando hasta su rostro, iluminandolo suavemente.
El rubio abrió sus ojos lentamente, aquellos ojos grises preciosos de la genética Malfoy.

Se sentó de a poco en la cama frotando sus ojos con sus manos suavemente y luego dejó escapar un bostezo. Al enfocar su vista, parado en la puerta se encontró a Dobby sosteniendo una bandeja con una taza de té y galletas.

-Buenos días joven amo, le traje el desayuno.

Dijo Dobby sonriendo levemente. Draco se acomodó sentado de costado y se colocó sus zapatillas para andar en casa.

-Lleva mi desayuno a la mesa del comedor, debo hablar con mi padre.

Se puso de pie y caminó al baño, donde comenzó a peinar sus rubios cabellos. Al acabar, miró a un lado el pote de gel, no pensaba usarlo nunca más, aquello lo hacía ver ridículo.

Finalmente lavó sus dientes y su rostro, luego salió del baño y se vistió casual. Salió de la habitación y se dirigió escaleras abajo, viendo ya a su madre y padre sentados en la mesa tomando el desayuno. Parecían estar discutiendo sobre algo, pero en voz baja, su madre se veía consternada y su padre molesto como de costumbre.

-Oh... Buenos días cariño.

Sonrió leve su madre poniéndose de pie al ver a su hijo y apoyando una mano sobre el hombro de su padre, apretando este para que guardara silencio frente a su hijo.

-Buenos días.

Dijo su padre y Draco hizo una muy leve reverencia con la cabeza. Tomó asiento a la mesa frente a su madre y al costado de su padre.

-Padre, Zabini me invitó para ir a su casa en Londres.

Lucius miró en silencio a su hijo, sabía quién era Zabini, después de todo, aquel chico los visitaba seguido.

-¿Y qué? ¿Querías pedirme permiso para ir? Hoy vendrá alguien importante a la casa y deberías-...

Preguntó el hombre con su ceño levemente fruncido y Narcissa aclaró su garganta, llamando la atención de Lucius.

-Puedes ir.

Dijo cortamente y Draco miró en silencio a su madre, no entendía qué era lo que sucedía, pero el ambiente era jodidamente tenso, no le gustaba ni un solo pelo; La mirada del chico cayó a un lado de la mesa, justo debajo del codo de su madre, una carta abierta, pero podría distinguir aquel sello negro en cualquier lugar, el sello de los Black.

-Mamá...

-Come tu desayuno cariño, se va a enfriar y el té frío no te gusta.

Sonrió dulcemente, aquella sonrisa escondía algo a leguas. Recibir una carta de los Black nunca era algo bueno... Sobre todo por que sabía cuán corta era la vida de los portadores de tal apellido, y sobre el hecho de que dos integrantes de dicho linaje estaban en Azkaban.

Bajó su cabeza a la taza de té y con sus manos tomó de la taza. Ahora estaba preocupado y nervioso, esas cartas nunca eran buenas noticias.

[...]

-Hermione! Querida! Pasa pasa, siéntete como en casa.

Molly le dio la bienvenida a la de cabellos castaños sonriendo contenta mientras que George y Fred cargaban sus maletas a la habitación de Ginebra.

-Muchas gracias señora Weasley, siempre es muy agradable visitarla.

Sonrió contenta y pronto vio a sus amigos bajar rápido por las escaleras para recibirla.

Viridian ;; Drarryحيث تعيش القصص. اكتشف الآن