CAPÍTULO 8.- segundo fragmento

Start from the beginning
                                    

—¿Recuerdas la charla que te dieron papá y mamá sobre cómo llegaste aquí?


El demonio asintió.


—Tengo algunos recuerdos sobre mi infancia difusos, así que solo me aclararon cosas —dijo Belial—, no me gusta saber sobre... sobre eso ¿sabes?, cada vez que pienso como nací siento náuseas.


—¿Te acuerdas sobre lo que te explico papá sobre sus misiones?


—Intentaba evitar que nazcan más como yo —respondió su hermano—, para que no los utilicen.


—Hasta hace poco descubrí algo terrible —Bael tomó la mano de su hermano otra vez, apretándola con un poco de fuerza—, descubrí que esos malnacidos lograron que dos demonios más nazcan.


Belial abrió mucho los ojos sorprendido.


—¿Hay... hay otros como yo?


—Ellos los han tenido ocultos por varios años, también descubrí que posiblemente los han estado torturando y usando para cosas realmente horribles, ya sabes que son fuentes inagotables de magia oscura.


Belial cerró los ojos, nunca sintió tanto miedo como lo sentía en ese momento.


—Después de eso, yo... yo fui el que sugerí sacarte sangre Belial, lo siento —Bael atrajo más a su hermano—, sé que sacarnos sangre a seres como nosotros no es tan fácil como meternos jeringas como a los demás, sé que es doloroso y complicado. Pero no lo hubiera sugerido si no fuera realmente necesario Belial, un poco de tu sangre podría servir para encontrar a esos chicos maltratados. Ellos nacieron en la misma condiciones que tú, secuestraron y torturaron a sus madres para que un ente demoníaco naciera dentro de los bebés. No han tenido la suerte de que mi papá los encontrara como a ti, no obstante, con tu ayuda podremos rescatarlos antes de que sea demasiado tarde.


—¿Tarde para que Bael? —Belial lo miro a los ojos—. Mi papá nunca me ha querido decir realmente porque nos hicieron, ¿Para qué querían que naciera?, no creo que sea para hacer rituales o cosas así.


—Siempre has sido un cachorro listo —Bael beso su frente—, ellos querían usarlos para tener más poder, para atacarnos.


Belial se estremeció.


—¿Nos van a atacar otra vez? —pregunto angustiado—, ¿Cómo cuando llegue aquí?


—Si, vendrán por ti, por todos nosotros —Bael abrazo a su hermano—, no te preocupes, nosotros te protegeremos, no importa quien venga por ti. Jamás te tocaran un cabello mientras tus hermanos mayores y tu padre estén vivos.


Belial se aferró a su hermano mayor, estaba aterrado que hicieran daño a su familia por su culpa.


—Lo haré —dijo Belial después de un rato—, lo haré, daré mi sangre y voy a entrenar mis visiones.


—Si no estás seguro, es mejor esperar —Bael lo sujetó de los hombros—, tenemos que pensar en tu salud primero.

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNWhere stories live. Discover now