25. APROVECHAR EL TIEMPO

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¿Y qué si tocarte al infierno me envía?
Si probarte es un acto suicida
Yo prefiero morir
A tu lado, a vivir sin ti.
***


ASIER

Los días pasan volando y muy pronto me encuentro cumpliendo un mes con Nai. La he invitado esta noche a salir y espero que su mamá la deje acompañarme. Le tengo una sorpresa.

Las veces que la he vuelto a ver ella ha sido amable y bastante agradable, pero parece que sigue sin confiar en mí aunque no sé por qué. No es como si planeara lastimar a su hija. Prefiero cortarme un brazo antes que verla sufrir, y más si es por mi culpa.

Ella se merece todo y yo trato de dárselo. Nai me hace feliz y trato de hacer lo mismo por ella, aunque estos últimos días la he visto algo decaída. Cuando le pregunté por qué me dijo que era porque ya casi se acercaban las vacaciones. Al principio no entendía, pero luego me explicó que sus padres eran divorciados y que pasa las vacaciones en casa de su padre.

No es como si me agradara mucho la idea de no verla en un mes, pero lo entendía. Le dije que no debía preocuparse, que para eso estaba la tecnología. La consolé diciendo que la llamaría todos los días y que por las noches antes de dormir podíamos tener una sesión en skype.

La tenía abrazada a mi pecho cuando le dije todo aquello y ella me besó antes de murmurar un agradecimiento. Acaricié su mejilla y la volví a besar, entonces, con el aliento entrecortado, le dije que la quería, que dos semanas separados no nos iba a afectar en nada.

Mientras recuerdo esto, me encuentro tumbado sobre la cama sonriendo. Cada vez que pienso en ella sonrío. No tengo remedio.

Suspiro cuando escucho a mi hermanita llorar otra vez.

—Ya, Alba —escucho que mi mamá pide desesperada.

Me incorporo del colchón, tomo mi celular y salgo de la habitación para encontrar a mi madre en el pasillo con gesto agotado.

Sé que está cansada. En su trabajo andan cortos de personal por lo que le toca trabajar más y dormir menos. Su semblante se suaviza cuando me ve acercarme.

—Dámela y ve a dormir un rato —murmuro. Ella asiente y suspira aliviada.

—Gracias, hijo.

Me entrega a Alba y ella al instante se calma. Por alguna razón siempre que está conmigo se relaja y deja de llorar. La llevo a la sala de estar y enciendo el televisor en el canal para niños. La acomodo sobre mi regazo y veo cómo observa concentrada los dibujos animados.

Tomo mi celular y le mando un mensaje a Nai, preguntando si consiguió permiso. Menos de un minuto después llega una respuesta afirmativa de su parte, así que decido llamarla.

Hola —contesta. Puedo percibir la sonrisa en su voz.

—Hola, bonita. ¿Cómo estás?

Mejor, ¿y tú?

—Yo bien, gracias —respondo—. Entonces... ¿vas a querer que hagamos algo hoy después de la salida que tengo planeada? Podemos ir por un café o... No sé, al cine.

O podemos ver películas en mi casa.

—Suena bien.

Suena perfecto. Uh, ¿te marco después? Kea acaba de llegar y... Bueno, tú sabes...

—Okey, no hay problema. Te quiero. Te veo al rato.

—Te quiero. Adiós, Asier.

Cuelgo y entonces, con una sonrisa pintada en el rostro, dedico toda mi atención a Alba, aunque a veces, sin querer, se desvía un poco a mi novia.

Amor de libro [ADL #1] -PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora