CAPITULO 19

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Se escuchaban pasos como si fueran una multitud de personas mientras aún yo seguía en la habitación junto con la esclava ella me agarra muy fuerte del brazo y se esconde detrás de mí dejándome enfrente de ella comencé a entrar en pánico tragar saliva con mucha más velocidad se me entumecieron las piernas y me transpiraban las manos se abre la puerta de la habitación entra el emperador junto con sus soldados cada uno de ellos llevaba mosquetes en sus manos preparados para gatillar en emperador se acerca a mí apretando su mano en mi cuello levantándome para arriba un hombre tan alto y fuerte con una chica pequeña y débil, pero con muchas agarras con mis manos trataba de abrir sus dedos de la desesperación que tenía me estaba asfixiando.

A que vino tu padre, aquí maldita esclava, ¡responde! -pregunta el emperador.

Me suelta dejándome caer al suelo me tocaba el cuello porque comencé a toser me faltaba un poco la respiración la otra esclava se tiró al suelo en una esquina de la habitación muy asustada llorando no se podía calmar los soldados trataban de que se callara para no alterar al emperador con su llanto agarra mi rostro haciendo que lo mirara fijamente saliendo lágrimas de mis ojos me costaba mucho poder hablar por mi garganta en mal estado él se enfada diciendo ¡callen a esa maldita esclava!, que no se podía calmar por entrar en pánico se le fue tanto en aire que salió corriendo para el lado de la puerta y uno de los soldados le da un tiro en la espalda dejándola caer al suelo saliéndole sangre.

¡Malditos por qué lo hicieron! -dijo Amy.

Ahora, si puedes hablar, maldita perra, ¡responde lo que te dije anteriormente! -dijo el emperador.

No lo se hace mucho tiempo, no veo a mi padre, solo vino a verme, no quiso llevarme con él -responde Amy.

Tú eres mía zorra -dijo el emperador.

Se levanta dándome la espalda yo miro a la daga que estaba tirada en el suelo la cubrí con un poco de alfalfa sin que me puedan ver para venir a buscarla en caso de que me lleven el emperador da orden a los soldados de que me levantaran para dejarme atada en el tronco sin agua y comida por este día con una cuerda amarrada en mis muñecas demasiada ajustada aún me quedaron las marcas de la mano del emperador en mi cuello los esclavos trabajando en los cultivos y yo mirándolos desde aquí como sufren cada día sin poder hacer nada para cambiarlo los soldados sacaron a la esclava arrastrándola desde la habitación hasta el río me siento muy culpable de la muerte de ella porque si no me hubiera venido a ayudar aún estaría viva mira hacia el palacio el emperador baja las escaleras acercándose a mí tocando mi cabello y mi rostro.

Siento mucho lo ocurrido, sabes que nunca quise lastimarte, pero no me dejaste otra opción, debes aprender a respetarme porque estas bajo mis órdenes como todos los demás -dijo el emperador.

Solo lo miraba y recordaba las palabras que me decía mi madre en el sueño no creía en nada de todo lo que me decía por qué él aún seguía siendo el hombre más malvado y psicópata que he visto en mi vida no creo que algún día pueda cambiar, pero como dicen el tiempo lo cura todo o también lo cambia él apoya su mano sobre las mías atadas en el tronco mire hacia arriba él me sonríe acercando su rostro al mío mirándome por un momento fijamente tocando mi rostro con su otra mano solo salían lágrimas de mis ojos, pero muy lentamente él agarra de mi rostro para lamer mi lágrima izquierda.

Estás cada vez más bonita, ya solo faltan cuatro años para que seas una mujer mayor, voy a esperar muy ansioso a que llegue ese día, es por eso que te mantengo viva aún -dijo el emperador.

Él solo se va dándole orden a un soldado de que me cuidara para no cometer una locura ya comenzaba a caer el sol y verse el atardecer los únicos destellos de luz que quedaban se reflejaban en mí haciendo brillar mis ojos de dejando ver partes de mí que nunca he mostrado a nadie por lo transparente que estaba la túnica el soldado miraba con mucho aprecio cada una de esas partes mientras que mis brazos ya no los sentía comenzaba a tener debilidad mis labios se resecaron por la falta de agua deseando poner beber aunque sea una gota de ella y así saciar mi sed al llegar la noche el soldado con un cuchillo corto la cuerda de mis manos dejándome caer al suelo la circulación de la sangre comenzaba a fluir por mis brazos dándome un hormigueo trataba de mover mis dedos para poder hacer más rápido el procedimiento.

Bien preciosa, espero que obedezcan al emperador si no quieres que desfigure tu hermoso rostro angelical como lo hizo con aquella esclava que está allí -dijo el soldado.

Mire a la esclava y su rostro lo tenía cortado con muchas líneas de cuchillo, el terror comenzó a entrar en mi ser levantándome del suelo, salí corriendo para ir al río a beber un poco de agua así saciar mi sed lo más rápido posible antes de tener una deshidratación severa que no se pueda remediar trataba de calmarme por ver una escena tan brutal el sufrimiento que tuvo que pasar aquella esclava para poder seguir aún viva después de todo eso ya quiero salir de este infierno, pero no saldré si no sigo luchando contra él no sabía que tan valiosa era el agua hasta que la perdí por unas horas por qué aun así sea del río podré beberla sin ningún problema aunque deseo tanto beber esa agua purificada y cristalina, saber que sabor contiene porque la única que podemos beber solo tiene gusto a tierra o arenilla que desprenden las rocas después de tanto tiempo estar aquí en el río.

MALTRATOTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon