CAPITULO 13

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Después de estar en las cosechas fui a arar la tierra junto con el caballo de tan pesada que estaba la soga, me costaba mucho caminar para empujar hacia adelante, el caballo es tan inquieto que no va todo derecho como tiene que quedar la línea, comencé a transpirar de la vergüenza que me producía  no saber muy bien hacerlo continúe igual arando vino un chico a ayudarme que es hijo de una de las esclavas me enseño como debo agarrar la soga para que el caballo vaya todo derecho.

Lo que debes hacer es dejar que los caballos hagan todo el trabajo, no los manejes porque van por cualquier lado.

Muchas gracias por tu ayuda, la verdad que no sabía qué hacer-dijo Amy.

Cuando termine el trabajo quede muy agotada y comenzaba a tener hambre, decidí caminar hacia el palacio, subí las escaleras y pase por la sala muy sigilosamente para que nadie pueda verme, llegue a la cocina, había todo un banquete tan delicioso y apetitoso que daban muchas ganas de probarlo, pero cuando justo quise tomar una presa de pollo entra una de las esclavas cocineras del lugar.

¿Qué haces aquí?, no ves que el emperador te puede ver y enfadarse mucho contigo.

Solo tengo mucha hambre y quise comer-dijo Amy.

Lo mismo me hiciste siete años atrás y me castigaron por no echarte de aquí, así que vete antes de que alguien te vea.

Me levanté de la silla y me arrodille adelante de la cocinera suplicando que me dejara comer aún que sea algo de aquí, ya no iba a poder vivir un segundo más sin alimentos.

Por favor, desde ayer no provo bocado de nada-dijo Amy.

Me quedo mirando, se agachó delante de mí tocando mi mano, le comenzaron a salir lágrimas en los ojos porque tanto a ella como a mí nos tienen en las mismas circunstancias y sabe lo que es estar sin comer más de un día en este lugar para después trabajar todo el día sin parar la energía se agota, pero se escucharon pasos y en la puerta estaba la doncella.

¡Que hace aquí esta maldita perra!-dijo la doncella.

Perdone, señorita, pero la esclava solo quiere comer desde ayer, no come nada, tenga piedad de ella, por favor-dijo la cocinera.

Es lo que se merece por ser una sucia esclava, no comer y no beber nada de agua, ¡vete de aquí y vuelve a tu chiquero cerda!-dijo la doncella.

Comencé a llorar porque sus palabras me hieren demasiado por ser la verdad, vivimos en una habitación de tierra sin nada, algunos hasta duermen en el suelo por escasez de acolchados,  el emperador entra a la cocina por escuchar los gritos de su esposa, la doncella.

¿Qué ocurre aquí?-dijo el emperador.

¡Esta perra quiso robar la comida por qué es una pobre esclava que no tiene nada que comer, al igual que su padre, otro esclavo que lo único para qué sirven es para limpiar estiércol de los animales!-dijo la doncella.

El emperador se acerca a mí, agarrándome del cabello y mirándome fijamente.

Creo que no te quedo claro que aquí ¡tú eres la perra!, y yo tu amo vas a tener que aprender por las malas, ya que por las buenas no aprendes-dijo el emperador.

Le ordeno a los esclavos que me azotaran solo cinco veces por ser aún muy niña y porque le sirvo en las cosechas la doncella quería que me azotaran cincuenta veces, pero el emperador le dijo que por lo débil que estoy puedo llegar a morir atada en el tronco los soldados me levantaron del suelo y me fueron llevando arrastrándome del pelo hasta llegar afuera para atarme de las manos abrazando el tronco y azotándome en la espalda rompiéndome la ropa para que me duela aún más lloraba del dolor y gritaba tan fuerte que me podían escuchar hasta los que estaban afuera del palacio el emperador se reía de mi sufrimiento junto con su esposa en el último latigazo me desmaye no recuerdo nada de lo que paso después solo desperté en una cama boca abajo y una esclava me estaba curando las marcas que me quedaron del látigo me sangraba mucho la espalda y no tenía más mi ropa tuve que ponerme la túnica blanca que utilizaba mi madre cuando era joven de ahora en adelante le tengo mucho más rencor al emperador me gustaría matarlo, pero aún no sé cómo podría hacerlo porque estaría cayendo en un gran riesgo y la decisión sería mía o morir o vivir la doncella se decidió por venir a verme en la habitación en donde duermen todos los esclavos, pero solo para humillarme como siempre lo hace.

Espero que te hayan gustado los latigazos porque de ahora en adelante ellos te van a visitar más seguido si sigues desobedeciendo las órdenes del emperador-dijo la doncella.

Se retira azotando la puerta muy fuerte despertando los demás esclavos que ya estaban durmiendo una de las esclavas se despertó muy dolorida tocándose el vientre  porque esta embarazada otra esclava la comenzó a ayudar porque al parecer estaba comenzando el labor de parto comenzó a desesperarse porque no tenemos nada aquí para traer un niño al mundo entonces decidieron llevarla al río y que tenga al niño en el agua la fueron llevando entre tres esclavos hombres arriba de ellos sosteniéndola en sus brazos para que no camine y tenga al bebe en el camino se fueron la mitad de los esclavos a ayudarla en todo lo que puedan yo solamente apoye mi cabeza en la almohada para intentar dormir, pero me ardía demasiado mi espalda por las heridas abiertas que tengo producto de los latigazos que recibí sin haberlo recibido porque tener hambre no es algo malo y si reconozco que robar no es bueno, pero en este lugar siempre que se ve comida hay que aprovechar el momento porque después pueden pasar horas sin probar bocado hasta que ellos se acuerden de nosotros.

MALTRATOWhere stories live. Discover now