CAPITULO 20

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Comenzaba a transpirar otra vez como anoche sumergir mis manos para mojarme un poco la frente, pero mi visión estaba  borrosa me pare del suelo entre en pánico por no saber que es lo que me estaba sucediendo comencé a caminar para atrás sin poder controlar mis emociones me asuste mucho cuando me apoye sobre un árbol pensaba que era uno de esos degenerados soldados que solo quieren hacerme sufrir golpe el árbol muchas veces con mi puño de la bronca que tengo de estar aquí encerrada todo este tiempo un infierno por más de siete años solo protegida por mí misma luchando contra las corrientes de esta marea deseo mucho la muerte del emperador por todo lo que le hizo a mi madre y a las demás personas de este lugar debía sostenerme de cada cosa que se me cruzara en el camino para no caer al suelo de tan mal que me sentía me parecía muy extraño que el lugar no esté rodeado por soldados cuidando cada área del palacio era el momento exacto para poder huir, pero no debo permanecer en el palacio para así poder proteger a mi padre del emperador yo sé que si en algún momento escapo de aquí mi padre ya no estará vivo debía seguir caminando para llegar a mi habitación al abrir la puerta estaban los soldados reunidos junto con el emperador uno de los soldados tenía mi daga que la había dejado escondida debajo de la alfalfa para volver a tenerla una de las esclavas estaba recostada en el suelo embaraza mientras que otra de las esclavas la estaba abrazando llorando desconsolada no sabía que era lo que estaba sucediendo, pero me acerque a ellas para protegerlas por si a caso el emperador ordena a sus soldados a quitarme de ahí agarrando de mis brazos comencé a resistirme zamarreando mi cabeza de un lado al otro me detuve para escuchar lo que dijo el emperador.

Quítenle el niño a esta maldita esclava.

¡Déjenla, malditos cerdos no la toquen! -dijo Amy.

Pero todos los gritos y resistencia que daba fueron en vano utilizando mi daga para abrirle el vientre, así quitándole el niño me desmaye cuando me estaban quitando del lugar, solo logre escuchar que el emperador dijo llévenla a una de las habitaciones del palacio desperté muy asustada en una de las camas reales del palacio con dos esclavas cuidando de mí no podía recordar nada de lo sucedido el dolor de cabeza era tremendo y la fiebre comenzó a subir aún más una de las esclavas pone en mi frente un paño húmedo.

¿Qué estoy haciendo aquí donde está la esclava que estaba protegiendo que le sucedió? -dijo Amy.

Niña estás muy enferma, pero pronto te curarás, el emperador te trajo hasta aquí cargándote en brazos por lo débil que estabas, no te preocupes por nada, todo va a estar bien  -respondió la esclava.

De pronto se abre la puerta y entra el emperador preguntándole a las esclavas como seguía dándole orden de que me cuidaran muy bien y no me dejaran sola en ningún momento marchándose de la habitación entra otra esclava con un banquete muy delicioso ayudándome a poder disgustar sin dejar que yo tocara la comida con mis manos ella me daba de comer en mi boca con unos utensilios muy bonitos todo parecía tan relajante y sencillo, pero solo era una alucinación que tuve mientras estaba tirada en el suelo de la habitación sin nadie sola y con una temperatura corporal muy alta solo me levante para recostarme en mi cama de alfalfa con una manta fina pensando en que tuve una alucinación muy extraña el emperador era tan bueno conmigo él nunca sería así y menos con una esclava como yo solo debe estar con las doncellas reales en fin creo que solo me espera la muerte como todos aquí la temperatura comenzaba a disminuir o solo me acostumbre a ella sentí que alguien agarro de mi brazo abrí mis ojos para poder ver era uno de los soldados trate de salir lo más rápido posible de la habitación corrí en dirección al palacio para entrar a la cocina cerré la puerta quedándome apoyada en ella respirando muy rápido trataba de calmarme hasta que vi una esclava sentada en el suelo muy inconsciente me acerque para poder ayudarla en algo ella me dijo al oído muy bajito termina de cocinarle al emperador y llévale su cena.

Solo quiero ayudarte, dime que debo hacer -dijo Amy.

Me ayudarás haciendo lo que te dije, apresúrate antes de que él me vea en este estado, ponte aquel traje para que no te reconozca tan fácilmente Amy -respondió la esclava.

Me quedé unos minutos pensando como sabe mi nombre si nunca me conoció, pero falleció en mis brazos no podía contener las lágrimas y en mi garganta se me hizo un nudo, pero debía hacer lo que ella me dijo antes de que algo pueda suceder arrastre su cuerpo llevándola al clóset para que nadie la vea y así no crean que fui yo la causante de su muerte agarre el traje que ella me señalo me quite mi túnica dejándome desnuda como dios nos manda a la tierra me apresure antes de que alguien entrara y me vea en esa situación agarre una bandeja poniendo todos los platillos que estaban preparados para el emperador dejándolos en la mesa la doncella se dio cuenta de que no era la cocinera habitual.

Tú no eres la esclava, que siempre está aquí quien eres -dijo la doncella.

El emperador se levanta de su silla acercándose a mí agarra de mi rostro que estaba mirando para abajo haciendo que lo mirara a los ojos.

Se te ve mucho más bonita sirviéndome, es estas condiciones que en la que estás siempre -dijo el emperador.

Pero de que estás hablando en donde está la otra esclava -dijo la doncella.

¡Cállate, maldita sea! -respondió el emperador, clavando el cuchillo en la mesa con mucha fuerza mientras la doncella lo miraba aterrorizada.

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