CAPITULO 1

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IMPORTANTE:
Aclaro que es solo una historia y que no pretendo ofender a nadie. Los capítulos pueden tener lenguaje obsceno que puede llegar a herir al lector. Se recomienda discreción. Puede haber escenas fuertes que no sean de tu agrado. Todo queda bajo tu responsabilidad. Para mayores de 18+. La novela será corta. Todos los derechos reservados.
Novela original de la autora Michelle 18.
Amadas lectoras, me ayudarían mucho si ven los anuncios y ponen "me gusta" para más capítulos. Dejen los comentarios que deseen para que yo sepa que es entretenido para ustedes. La idea sería que vayan imaginando cada escena a medida que la van leyendo. Dejando todos estos datos en claro, comencemos con esta aventura.

Desperté como todas las mañanas con mucha hambre, sin nada que comer. Con tan solo siete años, ya sabía lo que era la miseria. Desde que vine al mundo, nunca conocí a mi madre y mi padre solo es una persona sin trabajo que trata de conseguir dinero con lo que pueda. El emperador manipula a todos los habitantes de aquí para que estemos a sus órdenes las veinticuatro horas al día. Mis pies me duelen mucho porque los tengo lastimados de tanto caminar descalza por el suelo, tratando de conseguir comida y tocando puertas a todos los habitantes que tengan aunque sea una migaja de pan para saciar mi apetito de todos los días. También pasamos mucho frío los días de invierno porque el techo está todo destrozado, la puerta es solo de madera con muchos agujeros y las ventanas no tienen vidrio porque el emperador las rompió cuando yo aún no estaba nacida para llevarse las pocas pertenencias que aún teníamos en esa época. Mi madre solo me tuvo unos meses en sus brazos porque un día el emperador vino en busca de mujeres para llevárselas a su palacio como servidoras de él. Por lo que sé que mi padre me dijo, el emperador torturó tanto a mi madre que ella ya no soportó tanto maltrato. Un día las demás sirvientas la encontraron muerta en el lecho del emperador, atada y amordazada, sin respirar. El emperador dio orden a su capataz para que todos los trabajadores enterraran a mi madre, pero no fue así. La tiraron al río que tenía el agua turbia, en donde ella solo flotaba y desapareció después de unos días. No sabían a dónde podía haber ido. Mi padre se enteró de la muerte de mi madre e hizo varios intentos de matar al emperador, pero cada intento fue en vano. Nunca pudo lograr su objetivo y por cada intento que tuvo, el emperador dio orden a que mi padre nunca tenga un trabajo de parte de nadie. Y así fuimos cayendo aún más en la pobreza. Mi padre tuvo que vender la casa en donde estábamos para poder comer, pero los recursos fueron decayendo lentamente. Al principio, comenzamos a dormir en un establo en donde estaba lleno de animales de granja que tenían un olor inmundo. Dormíamos en el pastizal seco que era la comida de los animales, hasta que después de unos meses, el hombre que nos dejó habitar en el establo encontró una casa en mal estado, pero que si se podía descansar por las noches. Mi padre me llevó a ella y hace más de tres años vivo aquí. En mi edad actual, recién tengo siete años. Vine a los cuatro años de edad, eso dice mi padre.
"Papá, tengo mucha hambre. ¿Qué hay de comer?" - dijo Amy.

"No hay nada de comida y no tengo dinero para poder comprar nada. Nadie me quiere dar trabajo por ese maldito emperador", dijo mi padre.

En ese momento, se abrió la puerta de mi casa. Eran los trabajadores del emperador que abrieron a patadas cada una de las casas para llevarse a todas las mujeres que habitaban en ellas.

"¿Qué quieren aquí? No tengo nada para ofrecerles", dijo mi padre.

"No vine por ti, vine por ella", dijo el emperador.

El emperador dio la orden de que los capataces me agarraran, pero mi padre se puso delante de mí para cubrirme. Aunque hizo todo lo que fuera necesario, aun así no pudo contra ellos. El emperador tomó mi vestido con su mano y me levantó, mirándome a la cara y riéndose de mí. Les dijo a todos:

"Miren a esta pobre niña, toda apestosa y sin futuro. Ja, ja, ja".

Me dio tanta bronca que quise matarlo, pero mi miedo no pudo contra él.

"Déjala, infeliz. Ella no tiene nada que ofrecerte. Llévame a mí y déjala libre", dijo mi padre.

"Te equivocas. Ella vale más que tú. No sirves para nada, solo para dar lástima. Si es dinero lo que quieres, entonces me llevaré a tu hija para que me sirva a mí, al igual que todas las mujeres de este lugar. Si ella hace un buen trabajo, el dinero será tuyo. Pero si se niega, tú morirás de hambre y aun así, tu hija será mía. Ja, ja, ja", dijo el emperador.

El emperador me llevó en su caballo y mi padre no pudo hacer nada. Yo lo único que hacía era gritar "¡Papi!", pero aun así quedé vendida por el emperador. Cuando llegamos al palacio, nos formaron en una fila. Las mujeres más grandes ya les entregaban sus uniformes para comenzar a ser esclavas del emperador. Todas las pequeñas solo esperábamos nuestro turno a que nos inspeccionaran.

"A pesar de ser una indigente mugrosa, estás muy bien de salud. Tienes todos tus dientes y ninguna enfermedad como las demás. Así que te asignaré como sirvienta de mi lecho en unos años. Ja, ja, ja", dijo el emperador.
El emperador se retiró del lugar y sus capataces me agarraron y me llevaron a una parte del palacio donde no había nadie. Me quitaron mi ropa y me tiraron agua para bañarme, porque para ellos era una mugrosa indigente. En ese momento llegó una sirvienta muy veterana con un uniforme y me dijo: "Yo era amiga de tu mamá. Mira, ella usaba este uniforme, pero lo encogí para que te quedara a ti. Eres tan bella como tu madre", dijo la sirvienta veterana. Me ayudó a ponerme el uniforme delante de los capataces. Yo tenía mucho miedo y no sabía en quién creer, solo en mi padre, pero ya no lo tengo conmigo. Solo pensaba que él vendría a rescatarme, como lo quiso hacer con mi madre, pero al parecer él ya desistió de toda la fuerza que tenía porque sabía que el emperador nunca se iba a dejar matar teniendo tantas personas trabajando para él. Así que solo seguía mi instinto para saber si eran buenas personas o no.

MALTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora