Unstable. [saga Bernocchi > Libro 1]

capitulo 54

22 de enero, 2019
New York
Part. 2

- Señora - Me hablan y abro uno de mis ojos - Señora.

- Aquí estoy - Hablo perezosamente sentándome mejor.

- Ya está lista - Me veo en el espejo y joder me encanta.

- ¡Dios! - exclamó emocionada - ¡Me encanta!

- Vamos a comenzar a vestirla - Asiento y me levanto de la silla tan cómoda.

Comienzan a pasar cremas por mi piel, me colocan los tacones sencillos pero hermosos, me ponen accesorios y chillo sin evitarlo cuando sacan el vestido de la funda.

Entro en el y joder me encanta tanto, un señor de edad comienza arreglarlo mejor, ponen la cola y me agacho cuando arreglan el velo.

Todo se mueven de aquí allá, echan fijador haciéndome toser.

- ¡Ya se nos hizo tarde! - Grita uno - ¡El señor Bernocchi no está!

- ¿Como que no está? - pregunto y todos se quedan callados - Mi celular - nadie se mueve - ¡Ahora!

Me lo entregan y busco su número.

- ¡¿Se puede saber dónde mierda estás?! - Pregunto alterada.

- Eso te pregunto yo a ti - Me dice tranquilo - Te estoy esperando Bambola.

- Voy saliendo para allá, es que me habían dicho que no estabas allá y me altere - Vuelvo a estar tranquila

- Aquí estoy, Muévela que si me quiero ir - habla y por el tono de voz puedo imaginarme una sonrisa.

- Voy - digo y cuelgo.

Veo a los demás con una sonrisa tímida.

- ¿Falta algo? - Pregunto y niegan - Vámonos.

Tomo mi vestido y salgo con cuidado, toman la cola de mi vestido y velo para entrar en el ascensor, entramos solo tres personas a pesar que el ascensor es grande, y todo culpa de mi vestido.

Me desespero, ya quiero llegar, llegamos al lobby y salimos por otra puerta ya que la salida principal está full de cámaras y reporteros.

Entro al carro sola y me entregan el ramo de flores blancas, arrancan y manejan con cierta velocidad.

Siento mariposas en el estómago y la sonrisa no se me va por nada en el mundo.

¡Me voy a casar! Mierda me voy a casar. Y a tener un hijo que cada vez que veo mi panza quiero que salga para verlo.

Juego con los diamantes de mi vestido, creo que es lo primero que me he puesto tan caro, ni siquiera vi cuanto salió todo esto ya que Antonio pidió que todo se lo mandarán a el y yo tampoco he indagado.

Debería preguntarle y pagarle algo con mi dinero, no lo he gastado en nada. Creo que Claudia ha usado más mi tarjeta que yo.

Veo como nos acercamos a la iglesia y los nervios aumenta. El estomago se me revuelve y joder no quiero vomitar.