Unstable. [saga Bernocchi > Libro 1]

capitulo 8

30 de septiembre, 2018.
Manhattan, New York.

Me veo en el espejo y la verdad estoy feliz por como me veo, para que negar que esto me sube un poco el ánimo. El dormir 3 horas no fue tan malo como pensé y es que si, al principio fueron unas pesadillas pero ya después todo se apagó dejándome en la nada.

Calzo mi tacones y recojo la cartera donde solo hay unos lentes de sol, un bálsamo labial, polvo, identificación, el celular y dinero, también varios paquetes de condón que no puede faltar. Me hago los últimos toques frente al espejo echándome perfume y comienzo a caminar a la habitación de Camil, toco y espero hasta que me digan que pase.

- Omg te ves... - suelta Claudia cuando me ve haciendo que Camil voltee - Increíble simplemente eso.

Ambas me recorren de arriba a bajo con la boca abierta, me doy cuenta que ninguna está vestida y lo único que me reconforta es que en una mesa hay whisky.

- Enserio te ves muy linda isa - dice Camil de forma muy tierna para mí gusto - Ya Ikor se comunicó conmigo dice que vienen a las 22 horas.

- Por mí está bien - Respondo caminando hacia la cama desistiendo de lo que había pensado cuando vi el whisky - ¿Necesitan de mi ayuda?.

- No - Responden las dos al unísono y ya con eso me termino de acostar, se que esto va para largo. Cierro los ojos y sin darme cuenta me quedo dormida profundamente.

•••••••••••••

Dos horas, dormí dos horas y la verdad estoy mucho mejor, cuando bajábamos me vi en el espejo del ascensor y sinceramente mis ojos volvieron a ser grises como el metal mismo.

Mis pensamientos están presentes y la pesadilla sigue ahí pero lo decidí dejar a un lado porque mis amigas merecen algo de mi y no es justo.

Llegamos al lugar y esto destila lujo por donde quieras ver, las chicas caminan delante de mi pero soy yo la que se roba las miradas y aunque mis amigas no se vean para nada mal se que nunca voy a pasar desapercibida y menos como ando vestida.

Los de seguridad nos ven y automáticamente bajan la mirada a Camil. Hablan con burla pero los hombres que nos fueron a buscar al hotel que fueron los mismo que nos recogieron del aeropuerto se aclaran la garganta y ya solo con eso se hacen a un lado oara dejarnos entrar.

Los de seguridad bajan la cabeza mientras pasamos. Entramos por completo y me doy cuenta de lo grande que es el lugar, está full de personas, hay meseros caminando de aquí allá, el DJ está al fondo con las luces parpadeando, esto parece una mansión ya que donde está la gente bailando y el DJ es como una rueda gigante y a cada lado están las escaleras que dan paso a lo que me imagino que es la sala VIP.

Es otra planta que no puedo ver bien, unos de los morenos.... Bueno el ¿chófer? No creo que sea chófer pero digamos que es un chófer, se le acerca a Camil y está nos hace seña para que la sigamos.

Comenzamos a subir y estoy encantada por la escalera, es de madera muy pulida y su forma es de caracol, ya arriba me doy cuenta que aquí el volumen es lo mismo que como estar abajo solo que con menos personas y que aquí si hay mesas las personas no están como locas bailando, sin duda es un ambiente más relajado.

Nos guían a unas de las mesas que está pegando al barandal y de aquí se puede ver la tarima con el DJ y todo lo que está abajo. Sigo parada y siento como me recorren el cuerpo así que rápidamente tomo asiento.

- Ok - Suelta Claudia - este lugar es... No tengo palabras para esto la verdad.

- Ni yo - Sigue Camil - aunque es un tanto incómodo como hay puro hombres empresarios.

Paseo la vista y efectivamente, todos andan en trajes y las mujeres que están a su lado son prostitutas que no parecen prostitutas.

- ¿Qué hacemos aquí? - pregunto pero antes que Camil responda soy interrumpida por un mesero.

- ¿Qué desean de beber? - Pregunta el mesero llegando a nuestra mesa.

- Tres chot de tequila por favor - respondo sin pensar, el mesero se va y las chicas me ven asombradas.

- Eso fue rápido...

- La idea es estar ebrias para recibir tu cumpleaños - respondo y justo llega el mesero, sin importarme como los hombres me ven sin disimulo mis piernas me levanto haciendo que las chicas se levanten - Brindemos por Camil - Empiezo - Brindemos por la vida que es una perra y Brindemos porque hoy sea una noche de sorpresas .

- Brindemos porque beber es lo mejor - Me sigue el juego Camil - Brindemos por la cogida que espero tener y Brindemos porque hoy se le va a pasar el mal humor a Isabella.

Nos reímos las tres, Camil y yo vemos a Claudia ya que ella es la última que falta.

- Faltas tu - le digo ante lo obvio.

- Aaahh lo siento - Dice con risas - Brindemos porque ya ni me acuerdo del hijo de puta de mi ex, por la vida que deje pero sobre todo Brindemos por la nueva vida que empecé.

Sonamos los vasos de chots y así le damos paso a la que será una asquerosa resaca mañana....

Shots viene y van ya ni se cuantos llevo, estamos abajo donde está todas las personas bailando, mis caderas se mueven al ritmo de Rihanna con This is what you came of.

Si digo que estoy borracha estuviera mintiendo estoy feliz simplemente, voy al baño y desde lejos veo a las chicas muy ebrias bailando como si no hubiera un mañana, Ikor no se aparecido por ningún lado y lo único que dice Camil es que ellos no son nada y que no le importaba nada que tuviera que tener con el.

Cosa que es mucha mentira, sin embargo ahí está, bailando con un moreno de manos muy traviesas, Claudia por otro lado está bailando con pelirrojo y desde lejos se le nota lo tierno, al principio pensé eso pero eso cambió muy rápido cuando lo vi bailar.

Yo por mi lado estoy recostada de un paral tomando aire, decido subir a ver qué hora es y estando arriba quedó sorprendida por las personas que estoy viendo.

Ikor está dejando una gran torta en nuestra mesa, y como si lo hubiera llamado se voltea a verme los que están con el dirigen su mirada a mi, mi atención se dirige hacia Johnson quien palidece pero rápidamente quito mi mirada de el cuando veo la persona que sale no se de dónde pero que se para justo a su lado.

Nuestra miradas se conectan haciendo que mi mundo de vueltas y sienta el ardor en la espalda, como en la pesadilla.

No se que me pasa, no se que es lo que estoy sintiendo pero de repente ya no hay música, ya no hay nada ... Sólo las carcajadas de mi asqueroso sueño.