capitulo 23

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28 de Noviembre, 2018.
Milan - Italia.

- Nos esperan allá - Termina de decir Antonio y Clau me ve con pesar - Por cierto Anabelle sabes que no puedes dejarte ver.

- No creo que alguien me conozca así como estoy - Y más sarcasmo.

Pero tiene razón, si no la viera todos los días diría que es otra persona, el cabello ahora es castaño igual que sus ojos, igual que en la foto.

- Pero si te ves muy bien - Habla Clau ganándose una mala mirada.

La verdad es que ninguna de las tres nos llevamos tan mal cuando de chismear se trata pero igual cuando tiene la oportunidad de lanzarme veneno, lo hace pero a mí nada más, parece ser que a Clau la quiere más.

La ignora arreglándose en el asiento, de aquí tienen que ir a Roma y después al puerto, Antonio me jala y nos bajamos caminando por la pista hasta llegar a un deportivo.

Arrancamos y una vez vine a Milán pero no me dio chance de nada, veo todo al mi alrededor quedando fascinada.

- Déjame adivinar, vamos hacia una de tus empresas.

- Mm si, pero esta es la principal - Se queda pensativo antes de volver hablar - No entiendo porque deje está como principal si ya no vivo aquí.

- ¿Porque tienes tantas?

- Para lavar el dinero - Me ve como si fuera obvio - Tengo hasta centros de salud.

Lo veo sorprendida.

- Y generan bastante dinero - vuelve hablar con una sonrisa - Igual que instituciones educativas y así, también me pongo de socio con algunos trabajos que no tienen futuro solo para botar dinero.

- Así tendrás - Respondo de forma irónica.

- Es que si tengo mucho género sospechas y puedo tener comprada la mitad de la ley pero ¿Y la otra? Y cae más peso si todo lo que hago se hace público.

- Vi en los noticiarios que eras unos de los empresarios más jóvenes y codiciados del mundo - Digo ante lo que vi.

Recuerdo una vez que iba saliendo en Londres hacia el aeropuerto para terminar mis vacaciones, tenía el televisor prendido mientras recogía todo y el que estaba en noticiero apareció un hombre dando muy poca información de el.

El que la foto que se mostraba fuera tan mala y que solo de viera su espalda no me hizo recordarlo en ningún momento, Tampoco el hecho que comencé a escucharla tarde y el único apellido que había escuchado era el Smirnov y todos le hablan por el Bernocchi.

- Lo soy - Suelta con suficiencia y yo volteo los ojos - Que suerte tienes.

- Muchísima - Respondo con ironía.

- Pero primero vamos a un teatro - Sonríe - ¿Te gustan?

- Supongo, aunque no ando vestida para ir a uno - Respondo viéndome.

No ando mal, pero cargo una falda - short muy corta, aunque cargo medias bueno ni tan mal ando.

- ¿Que hablas? Para mí te ves bien aunque si me va a molestar que te vean las piernas - Se queda pensando mientras cruza - Creo que desde que estoy contigo me salen muchas ganas de matar.

Unstable. [saga Bernocchi > Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora