capitulo 3

36 4 0
                                    

Septiembre, 2018.
Aeropuerto de Londres.

¡Necesito una pastilla! Puta migraña.

Sigo caminando lo más rápido que puedo hacía una farmacia que esta a unos pasos de donde estoy. Amo a Londres pero no su aeropuerto, la cabeza me da vueltas de solo pensar que cuando llegue a casa lo menos que voy hacer es descansar.

-¡Isabella! - me detengo al escuchar mi nombre en ese grito y en esa voz, siento unas ganas asesinas subirse a un nivel jamás visto.

¿Justo hoy? ¿No pudo escoger otro día?

Me quedo quieta en mi lugar si ella quiere hacer un show que venga ella. Sus pisadas se acercan uno más fuerte que otro, respiro hondo y esto me pasa por andar de ojo alegre.

Me da algo de risa y vergüenza todo esto, mi mentalidad es de una zorra y lo sé, nadie se merece que lo engañen pero ella ... Ella si se lo merece.

-¡Hasta que llegas zorra! - grita haciéndome voltear y ni siquiera voy a ver como las personas ven lo que está pasando - ¿Ya te dieron amor o sigues necesitando de mi prometido?

-No, gracias por el interés.- Respondo y sigo mi camino, lo menos que me apetece es estar lidiando con una adolescente en cuerpo de mujer.

Escucho como me sigue gritando, sin embargo no me importa, no me considero la segunda opción.

Primero porque para eso tendría que estar a la merced de Johnson y es él el que está a la mía y segundo ni tan mal es estar en esta posición mil veces prefiero ser la segunda que estar en la de ella.

Para mi Johnson es alguien que no representa nada en mi vida, es él quién tiene que importarle su prometida no a mi y se lo zorra que suena, pero es así y no puedo hacer nada para cambiarlo. Ella ni siquiera lo quiere, está con el por lo que su apellido representa, por la imagen que le da y los lujos que obtiene, no es más que una interesada y falta de amor la cual tiene que su papá rogarle a su socio para darle un compromiso ya que por si sola nunca va a enamorar un hombre.

Así que para que caernos a cuentos. No me quita lo puta pero si me quita un poco el peso de conciencia, si es que tengo algo. La verdad me vale demasiado mierda.

Se que a Johnson no le soy indiferente, se que le gustó más de lo que debería, pero yo no puedo hacerlo feliz, no quiero hacerlo y aunque conmigo se ha portado como un caballero lo quiero como amigo y solo sexo esporádico.

Me da algo de pesar que el cambie conmigo, que se aleje y que no quiera estar cerca de mi, pero lo de nosotros nunca tuvo que pasar, sin embargo pasó.

Abro la puerta de la oficina de Charlia la que se encarga de nosotros aquí en Londres. Prendo la luz y quedo quieta en mi lugar al ver lo que tengo frente a mis ojos, sujeto con más fuerza de la que debería mi maletín.

-Isa viste lo loca que se puso la estúpida esa - suelta Amelie antes de ponerse a mi lado y ver lo que mis ojos se niegan dejar.

El grito de Amelie perfora mis oídos, desencadenando un revuelto en el aeropuerto.

dos policías del aeropuerto entran rápidamente haciendome tambalear ya que estoy parada en la entrada y con toda sinceridad no sé de dónde salieron, me hago un lado y miro como entre los dos hombres levanta a Charlia hacia una camilla haciendo que pocas gotas de sangre caigan en su perfecta alfombra blanca.

Unstable. [saga Bernocchi > Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora