Cap. 36 - La llegada de los laceradores

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*Pequeño recordatorio: Laceradores = Penitentes*

La oscuridad llegando al Claro, las puertas que dan al Laberinto abiertas haciendo que un terrorífico silencio nos envuelva. Si no sintiera la mano de Minho sujetándome con fuerza la mía, estoy completamente segura de que estaría temblando.

Hasta que un chirrido horrible hace que tengamos que soltarnos y taparnos los oídos. Me doy la vuelta para ver la pared contraria a las puertas abiertas, al igual que la mayoría. También hay una puerta allí, y se está abriendo.

–Estamos en el centro. – Susurro al darme cuenta de lo que está pasando mientras miro alrededor, a las otras dos paredes del Claro.

Sé que el Claro está ubicado en el centro del Laberinto, pero no había reparado en que los cuatro muros que nos rodean son idénticos, lo que solo puede significar...

Otro gran estruendo confirma mis sospechas cuando en el centro del muro de la derecha también se abre el centro, seguido un segundo después por el muro de la izquierda.

Miro a Thomas, como si esperara que él supiera que hacer, y él me devuelve la misma mirada. Los demás ya están aterrados, lo ultimo que quiero es darle voz a lo todos tememos que va a suceder. Los laceradores van a venir a por nosotros.

–Bien, Chuck. – Thomas se gira hacia el más joven de los clarianos. - Ve a la sala del consejo y empieza a bloquear las puertas.

–Vale.

–Winston, ve con él. – Le pide Newt al encargado de los cortadores.

–Voy. – Dice Winston y se marcha corriendo junto a Chuck.

–Id a por los demás, id al bosque a esconderos. – Gally se gira hacia otros de los constructores. – ¡Ya!

Thomas me mira de nuevo, antes de centrarse en Minho.

–Minho, buscad todas las armas que podáis encontrar y nos vemos en la sala del consejo. – Y no es necesario que me diga que quiere que vaya con Minho cuando ambos me miran, mientras no le vaya a pedir que cuide de mí o algo así. Thomas me toma del brazo mirándome un poco preocupado antes de susurrar: – Ten cuidado, __*, y no hagas ninguna locura, ¿vale?

–Lo mismo te digo, Tommy. – Le digo antes de irme junto a Minho, Fritanga y un par de chicos más.

–Bien, la experta en encontrar armas eres tú, nena. – Me dice Minho mientras corremos hacia las cabañas. – A parte de las lanzas para el destierro y las herramientas tanto del jardín como de los cortadores, ¿qué más podemos utilizar como armas?

–Todo lo afilado que haya. – Respondo sin más antes de que gritos de chicos indican que ya vienen los monstruos, lo que me hace mirar hacia donde están los otros asustada.

Me sobresalto al sentir una mano sobre mi hombro, Minho me mira intentando mostrarse fuerte.

–Estará bien, pero necesitamos las armas y nos encontraremos todos en la sala del consejo, ¿vale? – Asiento y respiro hondo para dejar a un lado el miedo y que la determinación. – Esa es mi chica. – Susurra Minho contento, depositando un rápido beso sobre mis labios antes de girarse a los chicos.

....

Caos, eso es en lo que se ha convertido el Claro. Los gritos retumban en mis oídos mientras nos dirigimos hacia la sala del consejo, viendo a lo lejos como algunos chicos son atacados por laceradores. Pero me doy cuenta de que no son solo monstruos matándonos, se los llevan hacia el Laberinto.

–¡___(Tn), vamos! – Exclama Fritanga al ver que he reducido un poco el paso, haciendo que corra para alcanzarlos.

Vemos un grupo de chicos y un lacerador frente a ellos, mi corazón se acelera al darme cuenta de que Thomas es el que está frente al grupo. Dejo caer una de las lanzas que llevo, tomando la otra con fuerza para lanzarla contra el monstruoso bicho.

Laberinto (Minho y tú)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن