Laberinto (Minho y tú)

Cap. 14 - Están dentro, solos

Un escalofrío me recorre el cuerpo mientras veo como Minho y Alby giran y se pierden de vista, haciendo que me abrace a mi misma. Es una sensación extraña, un mal presentimiento que me envuelve y me preocupa al ver que van a estar solos ahí dentro.

–Todo irá bien ahí dentro, tranquila. – Newt me pone la mano sobre los hombros un momento, antes de alejarse de las puertas. – Minho se conoce tan bien esos pasillos que podría correr con los ojos cerrados y volver como si nada.

–Lo sé, pero ¿qué pasa con Alby? – Le pregunto, caminando a su lado. – Él no es corredor.

–Estará bien, ___(Tn). – Newt me sonríe de lado y me señala la cocina. – Come algo antes de ayudar a Fritanga, ¿vale?

Asiento, ya que tampoco quiero discutir con Newt y ser un problema más para él, tiene suficiente con estar al mando hasta la vuelta de Alby. Newt me dedica una sonrisa antes de dejarme sola.

Camino hacia la cocina, pensando en comer algo rápido dentro para así ayudarle con los desayunos, pero cambio de opinión al ver a Thomas ya despierto.

–Hoy no corres. – Me dice, y para mi sorpresa no es una pregunta. – He visto que Alby ha entrado al laberinto. ¿Por lo de ayer?

Asiento en respuesta y vamos juntos a por la comida. Le digo a Fritanga que luego iré a ayudarlo, pero voy a sentarme con Tommy.

–¿Por qué te dejan aquí después de lo que dijo Ben? – Me pregunta confundido, lo suficientemente bajo para que ninguno de los otros clarianos que empiezan a venir nos escuche hablar. – ¿Te han dado algún motivo?

–Que sería mi segundo día ahí dentro y podría ser un problema si pasara algo. – Le respondo y me encojo de hombros. – Bueno, esa ha sido la escusa de Minho.

–¿Alby ha estado de acuerdo?

–Me ha dicho que prefería que hoy me quedara. – Respondo en un suspiro. – ¿Crees que piensa que puede volver a pasar? Porque entonces no debería haber entrado, ni tampoco Minho. Aunque, como les he dicho, si es una cosa que raramente pasa, no volverá a pasar tan rápido. ¿Crees que debería haber intentado acompañar a uno de los dos? Porque...

–¡__*, frena un poco! Estás hablando muy rápido. – Me interrumpe Thomas intentando no reír, pero se pone serio cuando respiro para tomar aire. – ¿Quieres saber mi opinión de todo esto? Creo que piensan que estás relacionada de alguna manera en lo que le pasó a Ben.

–¿Qué quieres decir? – Pregunto sin entender.

–___(Tn), intenta pensar como ellos. – Me dice, mirando a nuestro alrededor, y baja la voz tanto que me tengo que inclinar para acercarme. – Anoche escuché a algunos decir que era demasiada coincidencia que el mismo día que entras por primera vez en el laberinto un lacerador picara a un corredor.

Abro la boca, lista para decir que eso es una estupidez, pero la cierro al pensar en ello. ¿Podría ser cierto? “Eres la única que puede ayudarles.” Resuenan en mi cabeza las palabras de Ben.

–Tal vez de alguna manera mi entrada al laberinto activara algo. – Digo frunciendo el ceño, pensativa. – O que los que nos han metido aquí nos estén vigilando de alguna manera o algo así.

Miro a Thomas, esperando que me diga que es una locura, pero me mira muy serio.

–Es una posibilidad. ¿Te has fijado alguna vez que hay algunos escarabajos metálicos por los árboles?

–¡El destello que me distrajo e hizo que me cortara! – Exclamo sorprendida al darme cuenta de ello y bajo la voz al darme cuenta de que algunos nos miraron extrañados. – ¿Podrían ser cámaras?

Asiente, mirando detrás de mí. Miro sobre mi hombro, para ver qué o a quien está mirando, viendo a Gally venir hacia nosotros.

–¡Huye mientras puedas, __*! – Exclama en un susurro Chuck, sentándose a mi lado. – Viene a hablar contigo.

Miro al pequeño Chuck y niego con la cabeza. Si Gally quiere hablar conmigo, lo haré.

–¿Podemos hablar un momento, novata? – Me dice el constructor. – Sé que hoy estarás con Fritanga, no creo que le moleste que tardes por hablar conmigo.

–Nos vemos luego, chicos.

Me levanto y sigo a Gally. No sé que querrá hablar conmigo, pero tengo un poco de curiosidad.

–¿Sabes algo que me resulta muy raro, novata? – Me pregunta mientras caminamos, esperando a que estemos uno al lado del otro. – Al contrario de lo que me pasa con Thomas, es como si tuviera que agradecerte que te hayan enviado.

–¿Lo dices por lo que dijo Ben? – Pregunto confundida. – ¿Y qué pasa con Thomas, por cierto?

–Hay algo en él que no me gusta, pero no es eso lo que quería hablar contigo. – Llegamos hasta la Caja y se sienta, pero yo me quedo de pie, cruzando los brazos para no defender a Thomas. Después de todo, Gally no sabe que es mi hermano. – Creo que nos hacías falta aquí, ¿sabes? Aunque comparta algunas de las dudas que circulan tras lo ocurrido con Ben...

–Crees que ha sido culpa mía y quieres averiguarlo. – Le interrumpo. – ¿Verdad?

–Sí, y no. – Le miro confundida con su respuesta y Gally me señala a su lado para que me siente, cuando lo hago me lo explica. – Con las palabras de Ben, es obvio que te vio, igual que a Thomas. Sois los últimos que habéis llegado, pero a Thomas intentó matarle y le culpaba de todo. A ti, en cambio, te señaló como “la única que nos puede ayudar”.

–¿A dónde quieres llegar, Gally?

–¿Has sido tú la que ha decidido no volver al laberinto? – Me pregunta de vuelta.

–No. – Respondo antes de volverle a preguntar. – ¿A dónde intentas llegar?

–Creo que lo que pasó ayer tiene algo que ver con que entraras. – Me responde. – Y es algo que me preocupa, ___(Tn), porque puede ser algo bueno...

–O algo malo para todos. – Termino por él.

Llegué una semana después de la llegada de Thomas, cuando solo tendrían que haber llegado suministros, y puede que no debiera haberlo hecho. Tal vez lo ocurrido con Ben era una consecuencia de ello, o el principio de lo peor.

–No quiero que le pase a otros lo mismo que a Ben. – Digo empezando a sentirme mal al pensar en que en esos momentos Minho y Alby están solos, cada uno por una parte del laberinto.

–Tranquila, los demás corredores dimitieron y no han entrado tampoco. – Gally me sonríe, pero la sonrisa se borra al mirarme. – ¿Qué pasa?

–Minho y Alby están dentro, solos. ¿Y si...?

–Estarán bien, ___(Tn), en realidad no creo que lo de ayer se repita.

Asiento e intento mostrarme tranquila, pero ese mal presentimiento y la preocupación en mi interior siguen presentes.

Me despido de Gally y me voy a la cocina. Me detengo un momento a mitad camino para mirar hacia las puertas del laberinto. Deseo con todas mis fuerzas que todo vaya bien, porque he dicho que hoy no iba a entrar, pero no dudaré en hacerlo si las cosas no van bien. O solo uno de ellos vuelve...