Laberinto (Minho y tú)

Cap. 16 - Al otro lado de las puertas

Creo que no he dormido nada, pero al mismo tiempo es como si lo hubiera hecho durante semanas. No tiene sentido, pero así me siento. Mi cabeza no ha dejado de pensar, pero mi cuerpo, por suerte, ha conseguido descansar un par de horas.

Me levanto y miro alrededor, ¿Siempre ha hecho tanto frío aquí? Ni siquiera sé porqué me lo pregunto, sé cual es el problema. Falta él.

Una y otra vez he tenido que repetirme que Thomas y Minho estarán bien, saldrán vivos de pasar la noche ahí dentro.

Salgo con rapidez y voy primero a la sala del mapa, donde repaso por encima la maqueta, intentando reducir el espacio que tendré que recorrer en caso de que no estén al otro lado de las puertas. Creo que no será necesario ir hasta el anillo interior, no creo que fueran hasta allí, o eso espero.

Vuelvo fuera lista para entrar en el laberinto y voy directa hacia las puertas cerradas, pero me detengo al ver los bultos en el suelo. No sé si reírme o molestarme por el hecho de que hayan pasado la noche ahí.

–Y eso que nadie sobrevive a una noche, pero bien que están esperanzados. – Murmuro en voz muy baja, antes de empezar a esquivar cuerpos dormidos para ir hasta las puertas.

No sé lo que habrá detrás cuando el pasillo aparezca a la vista. Si no están... Sí, entraré a buscarles.

–Lo conseguirán.

Me sobresalto cuando Chuck habla a mi lado.

–No vuelvas a hacer eso, Chuck. – Susurro con la mano sobre mi pecho, esperando que el pulso vuelva a la normalidad. – Las puertas tardarán un par de minutos más en abrirse.

–Y ellos estarán al otro lado, vivos. – Dice el más pequeño del claro. – Pero, ¿y si se escondieron de los laceradores y están muy lejos de las puertas?

–En ese caso iré a buscarles, los traeré de las orejas y luego los mataré por hacer que nos preocupemos por ellos. – Respondo y le miro, viendo como intenta ocultar una sonrisa. – Estarán bien.

Si alguien es más positivo que yo en esta situación, sin duda es Chuck. Me he dado cuenta de que le tiene mucho aprecio a Thomas.

Y hablando de mi hermano, ¿habrá conseguido descubrir algo ahí dentro?

Doy un paso atrás ante el primer ruido de las puertas. Ha llegado la hora.

–¡Ey, tíos, despertad! – Grita Chuck, pero solo le escuchan un par de ellos.

–¡¡HORA DE LEVANTARSE!! – Grito sobre mi hombro, haciendo que algunos salten asustados.

Miro el pasillo abriéndose frente a nosotros, pero está desierto. Chuck me mira suplicante y asiento con la cabeza.

–Dame un par de minutos, Chucky. – Le digo dando un par de pasos hacia dentro. – Estarán bien.

–No van a volver. – Dice Newt, mirando a Chuck antes de pasar su mirada a mí. – ¿Estás segura de ir?

–Estarán bien. – Repito muy segura antes de empezar a correr.

¿Por donde empezar? Esto es muy grande, pero seguro que tampoco se habrán alejado mucho de las puertas.

Freno de golpe al girar en la primera intersección, al ver justo delante a Minho y Thomas cargando entre los dos a Alby.

–Tenías que entrar, ¿verdad? – Pregunta Minho con esfuerzo, sin evitar sonreír. – ¿Qué han pasado, dos minutos desde que han abierto las puertas?

Me muerdo la lengua para no gritarle en este mismo instante y voy hasta Thomas, para ayudarles con Alby.

–Primero llevemos a Alby con los docs, después estaba pensando en mataros a los dos por haber pasado la noche aquí dentro.