Al llegar a una zona segura, todos descansaron unos segundos, más la mirada alerta del peliplata fue hasta la chica, quedándose sin aire.
Gokudera: Tus piernas...
El aceite había quemado gran parte de sus piernas, dejando en stock al presidente del comité, se veía doloroso pero la chica estaba neutra y en silencio.
Tsubasa: No importa, se curará en segundos.
Y tal como dijo, sus piernas se regeneraron lentamente hasta dejar impecable, eso extraño a los demás, a excepción de Kusakabe, pues anteriormente ya había visto eso pero sin preguntar el cómo.
Kusakabe: Tu yo de 10 años también lo hacia, ¿pero cómo?
La pelimorada miró a su amigo, quien la observaba extrañado, más por la mirada decaída de la misma para luego fruncir los labios.
Tsubasa: El Hibari de este tiempo, me lo contó...no le creí en el momento pero ahora tiene sentido... -toca su cabello- de todos modos, mi cabello es diferente a todos mis parientes cercanos y lejanos...
Lambo: Parece una piruleta.
Hibari: ¿Yo se algo?
Tsubasa: Según tu yo del futuro, te enteraste hace un año...yo te lo dije porque me lo exigiste tras un evento desagradable.
Kusakabe: Ya veo...
Tsubasa: Yo...no soy completamente humana...
El silencio daba más presión en la chica, pues los demás no dejaban de mirarla ahora con extrañeza.
Tsubasa: Soy un experimento...por eso tengo esta habilidad... -sonrie cansada- por eso es que les era de alguna forma extraña.
Esa nueva noticia no era nada de lo que imaginaban pero el azabache fue hasta ella para levantarla y apretar con su diestra sus mejillas.
Hibari: Mm...para mi, sigues siendo Tsubasa Shizu.
Una lágrima traicionera se deslizó ante ello, desapareciendo por el pulgar del otro, para luego besar la mejilla casi húmeda, congelando a todos.
Hibari: No se que te dijo mi otro yo, pero no creo que haya sido para lastimarte.
La leve sonrisa tranquilizo a todos, pues al menos sabían que no sería muy afectada por la situación.
Gokudera: ¿Cuándo te enteraste?
Tsubasa: Un día antes de todo esto...no quería usar todo mi poder por miedo y empezó a cuestionarme, entre gritos e irritación me dijo eso.
Hibari: -algo molesto- ¿No utilizas tu poder por miedo?
Tsubasa: Temo descontrolarme de nuevo y lastimarse a mis allegados.
Kusakabe: Por eso Hibari...sama...quería que solo lucharás con él.
Gokudera: Quería que aprendieran a liberarte...
Hibari: Veo que no lo logró...pues - agarra del cuello de su remera- ahora saca eso de tu cabeza, ¿crees que estos herbívoros no saben defenderse?
Tsubasa: ...No
Hibari: ¿Eres de dejarte siempre influenciar por tus sentimientos?
Tsubasa: No
Hibari: ¿Confias en ti misma, a pesar de saber tu realidad?
Tsubasa: ...No se
Hibari: Pues empieza a confiar en ti misma o ahí será el problema que nos involucrará a todos.
Ante esas palabras, el silencio fue su respuesta, por lo que decidieron empezar a moverse, más nuevamente los bloques empezaron a moverse, desestabilizando a todos, donde provocó que Tsubasa y Chrome fueran separadas de los demás.
Gokudera: ¡Maldición!
Kusakabe: ¡Tsubasa, Chrome!
Tsubasa: -sostiene a la menor- ¡Haré lo que pueda!
Hibari: ¡Se tú!
La confusión se presentó luego de que ya no era posible ver ni escuchar a los demás.
Tsubasa: Lo dices como si fuera fácil...
Detrás de las pantallas, estaba Shoichi mirando a la pelimorada, pues justo la cámara dañada había captado unos segundos el beso en la mejilla de los dos guardianes, provocando un gruñido interno.
Shoichi: <Siempre supe que la veías como algo más, pero eso no me dejó vencer, ella aún...> -masajea el puente de su nariz- <está en mi mente y corazón> Maldición...esto es molesto.
La pelimorada caminaba alerta con la menor en su espalda, no había más que un camino largo sin ninguna puerta o algo más que paredes de metal sombrío y alguna que otra cámara cada 200 metros, haciéndola chistar.
Tsubasa: Esto es una tontería.
El temblor repentino puso en guardia a la chica, pues tres bloques adelante, uno se elevó para mostrar a una persona vestido de negro, aunque por la lejanía no sabía más que eso.
????: Así que debo de incinerarles, mis disculpas por la mala suerte.
Tsubasa: -murmura- ¿Incinerar?
El anillo del contrario mostró una llama amarilla para alimentar a dos cajas, sacando de estas una pistola y un puma, haciendo gruñir a la chica, el ual fue respondido por el felino.
Tsubasa: -mira de reojo a la menor- Esto no pinta bien.
Karl: Me nombraron Karl, joven guardiana de la nieve, ¿sabias que solo hay dos usuarios de la llama de la nieve?
Tsubasa: -baja a Chrome y la encierra en una cápsula de hielo- No es de las más comunes, según tengo entendido.
Karl: Bueno, serán los únicos cuando te vuelvas polvo junto a tu amiga.
Tsubasa: No cantes victoria tan rápido.
El hombre azabache notó el golpe de frío justo a todo el pasillo congelado, más este se empezó a derretir, haciendo fruncir el ceño a la contraria.
Lanzó picos hacia el mayor, quien saltaba junto a su puma, el cual al tocar con sus patas, los picos disminuían, siendo aprovechado por el otor para disparar unas bajas con energía del sol, provocando que quedará algo aturdida.
Tsubasa: <¿pero qué...balas de goma?> -lo mira de reojo- <será problemático> -mira a Chrome- <a este paso, ella puedo enfriarse o congelarse, no es bueno>
Karl: El preocuparte por tu aliada no te hará más que distraer, solo matala por su mala fortuna.
Tsubasa: ¿Y tu quien te crees que eres para decir con seguridad si alguien tiene o no suerte?¿un adivino o del bingo?
Karl: El sol es el mayor astro del sistema solar, por lo que de él depende todo.
Tsubasa: ¿Haces referencia a la astronomia ahora?¿tambien me diras mi horóscopo?
Karl: Tu representas a la luna, un mero satélite, porque en el sistema solar no hay muchos lugares fríos.
Tsubasa: Aplazado.
Karl: ¿Eh?
Tsubasa: Te diría que para la próxima leyeras más pero de aquí solo uno saldrá bien, he de suponer.
Karl: Pues el fuego de sol está de mi lado, tengo mucha suerte.
Tsubasa: Tengo el frío de la luna, me basta con ello, por ahora.
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EL OCTAVO GUARDIÁN DE LOS ANILLOS DE VONGOLA "KOSETSU"
FanfictionA veces las cosas pasan por alguna razón, aunque ella nunca imaginó que una carta junto a un anillo que apareció misteriosamente en su cuarto era por el destino, metiéndola en un mundo donde, por primera vez, podía ser ella, sin ser alguien diferent...