☆CAPÍTULO 12☆

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Tsubasa: no lo soy.

Tsuna siguió en el mismo lugar con la misma expresión, no le creía. Y cuando iba a insistir nuevamente, un azabache conocido entró.

Hibari: eso no fue lo que dijiste...

Ella los miró seriamente para luego taparse la boca y empezó a temblar, sorprendiendo a los dos chicos. Pero la risa de la chica los congeló, los extrañó y confundió.

Tsubasa: -aguantando la risa- ...¿en-en serio...se la creyeron?...-risa corta-... solo bromeaba, los escuché hablar en la mañana sobre "la guardiana de la niebla" y supuse que alguien más se integró a sus actuaciones o a saber en qué, por eso seguí la corriente, para ver como reaccionarían...perdón por mentir, pero yo no estoy interesada en esto de los guardianes o demás.

Eso descolocó a los dos, pues creían haber acertado, en ese momento, Hibari recordó que antes, cuando eran compañeros, solía hacer ello. Mientras que Tsuna recordó que él junto a los otros cuatro hablaron del tema en la mañana, cuando la fémina estaba entrando al instituto por lo que pasó cerca de ellos.

Hibari: no deberías mentir sobre ello
Tsubasa: -lo mira- lo que más me sorprende es que tú estés en este juego...
Tsuna: pero...¿el perro?
Tsubasa: pase cerca del colegio esa vez para comprar algo de comida para el cachorro pero cuando iba a casa, empezó a correr, por lo que lo fui a busca y al no tener nombre, silbe para llamarlo, nada mas.
Tsuna: ya...veo...perdón...
Tsubasa: pero, por preguntar, ¿por qué la buscan con tanto desespero?¿no la conocen o qué?¿es como algo virtual?
Tsuna: ¿eh?¡no, no! No es nada de eso...es... -se rasca la nuca- algo complicado...

La campana sonó, dando a entender que la hora de descanso acabó y seguían las clases.

Tsubasa: salvados por la campana, después hablamos, nos vemos.

Eso si que estuvo cerca.

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Como era ya el pan de cada día, en este caso noche, ella salió por la puerta, pues su tía estaba en una fiesta con sus amigas y su primo estaba en casa de su compadre, por lo que no debía de ocultarse, al menos ya no arriesga a su pequeño Silver.
Esta vez fue por otro camino y, para su seguridad, una peluca verde, recogido en una coleta, pues quería que Hibari se confundiera si la llegaban a ver por algún descuido suyo.
Al llegar al instituto, el cachorro bajó un poco la cabeza caminando cuidadosamente junto a la chica, si no fuera un perro pensarían que él entendía todo lo que pasaba o decía.
Se ocultó tras unos arbustos y con su binoculares para ver todo lo que sucedía en el combate, estaba a una distancia prudente y segura.
El cachorro se mantenía quieto y en silencio, mirando fijamente donde estabas los demás, para la chica le fue demasiado extraño, pues así no actuaba un perruno.
Por lo que se acercó más a este, quien al notar su cercanía volteó curioso y moviendo su rabo, para mirarlo de frente fijamente.

Tsubasa: tú...eres un cachorro muy peculiar...

El camino ladeó la cabeza, causando ternura a la contraria, esfumando un poco las dudas que tenía en su mente.

Tsubasa: pero que digo...solo eres mi Silver...¿no?

La chica acarició el pelaje de su amigo canino, quien cerró los ojos, disfrutando de las caricias que está le brindaba.
A pesar de todo, ella seguía dudando, pues era bastante raro, más para su edad, pues era un cachorro, por lo que debía de ser muy juguetón, travieso y ruidoso; pero Silver no lo era al cien porciento, en especial en ese momento.
Aunque le favorecía en aquel momento, pues le podía avisar si algo raro o sospechoso pasaba, como lo estaba haciendo ahora, el canino colocó su pata derecha sobre los binoculares y miró hacia donde se encontraban los demás, ella lo captó y miró hacia el campo.

Tsubasa: suerte Hibari-kun...

EL OCTAVO GUARDIÁN DE LOS ANILLOS DE VONGOLA "KOSETSU"Where stories live. Discover now