- Los dos o los dos - Lo corto y asiente tratando de irse y lo tomo por el cuello acercándolos - Si algo no llega a salir bien lo destrozo - Asiente - Ya sabe quién soy las presentaciones están de más igual que las amenazas, en silencio todo el mundo se ve mejor - Lo suelto - Tengo más poder del que cree, evítese un problema conmigo.

- ¿Quiere pasar a verla? - Me pregunta alejándose con disimulo y niego.

No puedo, a la mierda, no puedo verla, si lo hago no se de lo que sería capaz, seré un puto cobarde pero no puedo hasta que esté bien.

- Me quedo - Dice Massimo y asiento.

Se va hacia donde se fue el doctor, busco mi celular marcando a Longo dejando una clara orden, mientras espero que lleguen relleno papeles y pago más de 40.000 dólares, no sé cuánto sea en realidad, ya después pago lo que haga falta.

Las enfermeras piden todo los datos de Isabella y se los doy. Las personas me ven y yo respiro hondo viendo cómo una saca su celular tomándome un foto.

No me voy hasta que llegan mis hombres, más de 300 hombres armados toman todo el lugar, Longo viene hacia mi con un rifle en la mano haciendo que las personas lo vean con horror.

- Cuidala - Mando y asiente - Que nadie la vea, que nadie la toque, ni que respiren cerca de ella si eso le hace daño. También revisa todo lo que vayan a darle, se mis ojos y mis oídos - Vuelve asentir - Tenme al tanto de todo.

Se va, Anderson y Smith lo siguen y los demás se colocan en sus posiciones.

Salgo del lugar encontrando al FBI llegando al lugar, su capitán sale del auto quedándose a una distancia prudente, más hombres bajan de camionetas y en menos de nada estoy rodeado.

- ¡FBI manos arriba! - volteo los ojos ante su estúpido diálogo - ¡Que manos arriba! - Vuelven a gritarme y yo no dejo que mis hombres se metan.

- Acércate a ponerme las esposas que no muerdo - Digo y el hombre viene hacia mi.

Es alto y fornido pero delante de mi no es nada.

- Manos en la espalda - Dice y me volteo - Todo..

- Lo que diga puede ser usado en mi contra - Lo corto - ¿Cuántas veces crees que me han arrestado? - Le pregunto con ironía caminando hacia el carro con fingida tranquilidad ya que sigo molesto.

- No me interesa pero esta vez no va a salir - Dice y me monto en la parte de atrás - Es usted un ídolo para muchos y miré como se arruina la vida.

Lo ignoro y apenas arranca el carro me suelto las esposas separando mis manos de golpe, me arreglo en la parte de atrás esperando mi próximo destino que me queda como anillo al dedo.

Llegamos a la estación del FBI y si supiera este idiota que quien le vende las armas que carga soy yo. me bajo con las manos en los bolsillos haciendo que se pongan a la defensiva, el hombre que me coloco las esposas me apunta al pecho y yo niego.

- Es usted un idiota al creer que va a encarcelar al jefe de los jefes - le digo - Con una sola mafia acabo a la FBI y si mal no recuerdo tengo a dos.

- ¿Entonces por qué no se ha ido? - Pregunta con ironía.

- Tengo que ver a un viejo amigo - Suelto y la brisa helada pega a mi pecho desnudo - ¿No tendrán una camisa que me quede?

- ¡Bernocchi! - Me gritan y tomo el arma del hombre metiendola a mi bolsillo el hombre pide otra y yo niego antes de voltearme - ¡Cuánto tiempo! - me abraza y me ve con rareza el pecho - ¿No tienes camisa?

- Tuve que quitármela - Digo y se ríe como si fuera tan gracioso - Pero este de aquí me va a dar la suya - Lo apunto cuando veo por el rabillo del ojo que le entregan otra - ¿Cierto?

Unstable. [saga Bernocchi > Libro 1]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora