Capitulo 8

29 1 2
                                    

Por un segundo quedo helada viéndolo, al parecer mi expresión lo hace sonreír y me toma de las mejillas haciendo que no agache mi cabeza.

─ Primero, te debo unas disculpas por lo que cause ese día. Fui un completo idiota, no sé en que carajos pensé cuando estaba haciendo eso y si es necesario ayudarte mañana ─ aprieto mis labios bajando un momento bajo un momento mis ojos al piso, pero me aprieta ligeramente la barbilla, obligándome a verlo.

Trago saliva al sentir sus labios rozando contra los míos, pero su mano de mi barbilla baja lentamente tocando mi cuello; hombros; cintura hasta agarrar mi cadera, sus dedos juegan con las trenzas de la tanga de traje de baño y por un momento sentí su piel en la mía.

─ ¿Qué.. qué haces? ─ no me dio chance de hablar porque sus labios impactaron con los míos y me quede un momento tensa ante su tacto. 

Pero mis labios reacción por inercia se movieron con los de él, sus manos viajaron hasta mi cintura y sus pulgares rozaron tan suave que mi cuerpo fluyo haciendo que lo bese con más intensidad de la que ya lo hacía.

Me acomodo con su cuerpo encima y mis manos suben de sus brazos sintiendo cada músculo; venas y las gotas del agua. Llego hasta su cuello atrayendo un poco más haciéndome jadear entre sus labios cuando sus manos me toman de la cadera, alzándola un poco hacia él poniendo su ahora bulto duro contra mi intimidad.

Mi mente se nubló tanto que cada pensamiento, cada queja, cada sentimiento de odio que le tenía se esfumaron cuando sus labios empezaron a descender de mi boca hasta mi cuello haciendo perder el juicio.

Muerdo mi labio cuando la humedad de su lengua empieza a lamer ligeramente la piel de mis clavículas, haciendo que mueva mi cabeza hacia atrás chocando contra el espejo y sonrío levemente que empezó a chupar con más desespero que mis piernas no pudieron quedarse quietas contra su cuerpo.

─ Ryker... No sé si debamos... ─ no termine de decirle que me callo con una mano en mi boca y la otra se queda a palma abierta contra mi pelvis.

Ahogo mi jadeo contra su mano cuando sus dedos se deslizan por debajo de la tela del traje de baño, haciendo que cierre mis ojos, cuando su piel fría toca mi intimidad y quita su mano de mi boca para bajarla por mis pechos enganchando sus dedos en el medio de ellos.

─ Quiero hacerte tan mía que mi nombre quede tatuado en tu mente, que si estás con alguien más solo puedas imaginarme haciéndote mía en cada embestida, en cada chupón, en cada roce y en cada mínimo beso ─ cierro mis ojos de golpe cuando sus dedos se deslizan en mi interior de golpe.

─ Ahh... Mierda  ─ bajo su mirada empiezo a sentir mis piernas débiles cada que su roce se vuelve más intenso en mí.

─ Eso gímeme, grita mi nombre y pídeme más ─ frunzo levemente mi ceño por el placer, pero noto sus ojos, la pupila se dilató tanto que sus intenciones aparte de que salen de su boca se le notan en ellos.

No pude evitarlo más, me tiene en su mano literalmente que me deje dominar soltando en gemido su nombre, pero al parecer así lo puse peor y empezó a mover su dedo adentro, afuera cada vez más rápido.

─ No... No... No pares... Por favor...  ─ ladea un poco sus labios formando una sonrisa y saca sus dedos, pero no espere que moviera ligeramente su miembro en su short contra mi humedad

─ ¿Y quién dice que me detendré? ¿Sabes cuanto espere que tú y Dax terminaran para hacerte todo lo imposible y perverso que se me cruzo por la cabeza al verte por primera vez? ─ siento mi respiración acelerada y siento mis piernas abrirse para él.

Sus ojos bajaron un momento al haber hecho eso, pero al subirlos de nuevo chocando con los míos note como se oscurecían y al siguiente segundo movió ligeramente mi tanga haciendo que el aire choque con mi intimidad expuesta.

La Tentación (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora