Just A Bromance| [SunKi]

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Riki se había quedado profundamente dormido en los brazos de Sunoo, haciéndole a este último bastante difícil el siquiera moverse un poco, el pensamiento del coreano volaba viendo la cara que este tenía mientras dormía, una de completa paz.

Para cuendo ña mañana decidió aparecer con los primeros rayos del sol, Sunoo estaba en un dilema por despertar o no Riki, para poder salir se la cama. Sin embargo, sé decidió, y con mucho cuidado levantó el peso del japonés y lo depositó suavemente en la cama, para así quedar libre de su agarre. Aún no era la hora en que debía levantarse, pero ese no era su dormitorio, por ende, aún llevaba la ropa del día anterior, parte de esta, ya que por insistencia de Riki que no quería que se fuera a su dormitorio correspondiente en busca de un pijama, decidió dormir con su ropa interior y polera.

⎯Buenos días, Sun⎯JungWon fue el primero con el qué se topó al salir de la habitación ⎯,¿estuvo bien anoche?

⎯Sip, ¿por qué la pregunta?⎯ Sunoo lo miró un poco confundido.

⎯No es nada...⎯ el menor de todos se quedó un poco pensativo, en embargo optó por callar y dejar tranquilo al chico⎯¿Qué harás ahora?

⎯Voy a cambiarme de ropa, estoy usando la misma de ayer ⎯ respondió con un semblante un poco avergonzado.

Luego de aclararle su situación a JungWon, Sunoo salió del dormitorio y se fue hasta el ascensor para subir al piso que le correspondía a él.

⎯Buenos días, desaparecido ⎯ el primero en saludarlo al enrede fue HeeSeung, el cual estaba con una sonrisa jugando en su celular.

⎯Buenos días ⎯ correspondió con otra sonrisa un pcok más tenue ⎯.Voy a mi habitación y quizás salga otra vez.

⎯De acuerdo, suerte en todo⎯ HeeSeung le regaló una breve mirada y volvió a concentrarse en su juego.

Cuando llegó a su habitación, Sunoo cerró la oferta sin provocar mucho ruido, sin embargo se dejó caer bruscamente sobre la cama, golpeando su cabeza con la pared por su descuido.

⎯Aigo~...⎯el chico dejó salir de sus labios su frase favorita en los momentos de mayor sorpresa.

Y en ese momento se encontraba bastante sorprendido, ¿de verdad le había prometido a Riki hacerle el amor? ¿De verdad era capaz de hacerlo? ¿Sabía bien que hacer? Porque por supuesto Riki no era una mujer y su cuerpo era totalmente distinto al de una. Por una parte había deseado tanto ese momento, pero ahora que lo tenía a la vuelta de la esquina, sus nervios y sus dudas lo devoraban. Tomó una gran bocanada de aire y alejó todas sus inseguridades, temores, dudas, etc.
Después de todo se lo había prometido a Riki, ¿no?

Sin saber cĺmo ni por qué, cuando terminó de ocupar la ducha y cambiarse de ropa, su mano se dirigió hasta tomar una mascarilla negra y sus pies se dirigían solos hacia el lugar en donde se supone vendían las cosas necesarias para algo como la intimidad, una farmacia, pero sus pasos se frenaron en la entrada.