Just A Bromance| [SunKi]

²⁴

La mañana había llegado con un sol resplandeciente, sin embargo no se podía ver del todo por las cortinas oscuras que cubrían las ventanas. A pesar de la oscuridad que había en las habitaciones, pronto comenzó a sonar la alarma que Sunoo había programado un poco más tarde de lo usual, debido a la mañana libre que tenían.

—¿Puedo apagar tu alarma?—Niki despertó debido al aparato sonando y pidió permiso a Sunoo para apagarlo.

—Mhmm— fue lo ùnico que respondió el chico y luego se removió en la cama para seguir durmiendo.

Niki tomó el teléfono entre sus manos y deslizó el dedo para apagar la dichosa alarma qur seguía insistiendo. Mientras aprovechaba de ver la hora, en la pantalla se veía un mensaje y, como es dicho, la curiosidad mata al gato. Decidió leer que decía decía mensaje, sin embargo no hizo un reclamo al leerlo, aprovechó que el ùnico que quedaba en la habitación era SungHoon y que este ya se estaba marchando, por lo que aguantó un poco más su enojo.

—Beunos días, SungHoon— el japonés decidió saludarlo cordialmente con una sonrisa.

—Buenos días, ¿dormiste bien?— Preguntó el chico que ya tenía un pequeño bolso puesto colgando de su cuello para salir.

—Diría de maravilla sino fuese por el pesado cuerpo de Sunoo— dicho esto ambos chicos conversando rieron.

—Espero qur pronto te deje dormir bien, si es que siguen durmiendo juntos— le deseó esto a Niki con una sonrisa —Voy a salir un rato con unos amigos, aún es temprano, así que deberías dormir más — luego de agregar esto y recibir un asentimiento de cabeza por parte del japonés, salió.

—Sunoo— este lo intentó mover un poco con su mano para que despertara —Vamos, despierta.

—¿Mmm?— el nombrado intentó abrir sus ojos, sin embargo aún le pensaba — ¿Qué? ¿Qué pasa?

—¿Quién es Hyun?— Preguntó al fin Niki sentándose en la cama con lao brazos cruzados.

—Un amigo que iba conmigo en la escuela, ¿por qué, bebé?— luego de dar su explicación, el coreano estiró sus brazos en dirección al japonés para darle un abrazo, sin embargo sólo recibió una mirada molesta.

—¿Y siempre te envía mensajes tan agradables y con corazones?— puso su mano en su pecho de Sunoo y lo intentó alejar, no sabía bien qué le pasaba en su interior, pero le molestaba que Sunoo hablara así con sus amigos.

Quizás y solo quizás, el que Sunoo tuviese amigos y que hablara de forma tierna con estos, no era el problema total, Niki aunque no quisiera admitirlo tenía miedo de no ser suficiente para el otro chico y que por su personalidad introvertida y a veces fría, este se terminara aburriendo de él, ese era su miedo, pero no podía darse cuenta del todo aún.

—Niki, es solo mi amigo, me habla así porque me tiene muchísimo aprecio, ¿Acaso estas celoso?— Sunoo no pudo evitar mostrar una sonrisa, pensó que eso nunca le ocurriría al japonés y el hecho de verlo así lo ponía, de alguna forma, feliz.