Cincuenta y cinco 🍂

743 64 16
                                    

Me duele el estómago por haber ingerido tantos insultos, ellos realmente se esforzaron mucho en odiarme, si ahora me destruyo, ¿Vivirán felices? 

Al final no fueron tres días, fueron cinco, pero el decidió quedarse un poco más para pasar un poco de tiempo extra con su madre en lo que comenzaba a acoplarse en la casa de Off, sabía que no era fácil para ella dejar el hogar donde vivió por muchos años y no iba simplemente dejarla sabiendo que podría sentirse mal.

No habían sido días demasiado pesados como el creyó que lo serían, cada vez que llevaba a su madre a las terapias de recuperación y chequeos se encargaba de hacerla sentir cómoda con todo, incluso después de cada salida de la clínica, la llevaba a dar una vuelta por el parque que quedaba cerca de casa y eso de cierto modo lo relajaba también, el aire fresco siempre sería un buen remedio para gozar los pequeños momentos, Nonthaburi  no cambió mucho, solo en la estación, ahora comenzaba el verano y la gente empezaba a acoplarse con ropas reveladoras, un helado de hielo incluso por las noches, duchas frías, playa, diversión, etcétera, pero a él no le interesaban nada de esas cosas por el momento, solo quería encargarse de hacerle sentir querida a su mamá y era algo que comenzaba a disfrutar.

— ¿Y cómo es Boun?

— Boun... No sé si las palabras sean suficientes, es que el es simplemente perfecto, mamá. — Soltó un profundo suspiro de enamoramiento, viendo desde la banca donde se encontraban los dos sentados a las personas pasar. — Es alto, moreno, su voz grave, noble, divertido, cariñoso, juguetón, torpe con los objetos, a veces cuando cantamos nos ponemos loquitos... — Rió suavemente al recordar aquellas veces que no les importaba la hora ni el día, ellos hacían karaoke de vez en cuando y a veces llegaban los vecinos a quejarse. — Es muy inteligente y sabio, le gusta mucho la naturaleza, a mi me gustan los mariscos pero a él más la carne, por eso a veces tenemos peleas de juego, además, es muy dulce...

— Ahora que lo dices así tengo ganas de conocerlo, me alegra de que hayas encontrado a tu destinado, hijito, solo cuiden mucho su relación y crezcan juntos.

— Lo hacemos, a comparación de cuando iniciamos, hemos madurado. — Confesó. — Ambos teníamos cosas que no siempre iban a concordar, pero fue lo mejor, eso fortalecía nuestra relación pues nos dábamos cuenta en lo que estábamos equivocados y aprendíamos de ambos. — Asintió pensando en todo el tiempo que había pasado, tiempo que fue como un abrir y cerrar de ojos, demasiado precioso, demasiado rápido. — Por ejemplo, el tenía reacciones algo bruscas cuando se enojaba, gritaba y se frustrada rápido, yo también, pero recuerdo que tenía crisis de ansiedad porque no podía soportarlo todo. — Mordió su labio. — Pero eso no está pasando últimamente, ahora hablamos para resolver nuestros impares, también si nos enojamos primero calmamos nuestras emociones y después de eso nos damos un abrazo de reconciliación. — Narró con una pequeña sonrisa.

— Boun es un buen Alfa para ti y tu el mejor Omega para él, hubiera sido maravilloso que venga contigo para poder conocerlo.

 — Mamá habrá más tiempo aún, podemos venir dentro de dos semanas, que ambos estemos libres del trabajo, así te visitamos. — Sugirió con una sonrisa, ahora de que ya todo comenzaba a volverse lindo y calmado, la idea de que su madre y novio se conocieran empezaba a agradarle. — También podrías conocer a Earth.

— Pero hijo, no se si me moriré mañana o dentro de poco, para mí no habrá mucho tiempo...

El castaño giró su cabeza para mirar a la Omega a su lado, negando suavemente mientras tomaba la mano de ella, acunándola de manera tierna y así intentar darle un contacto tibio para demostrarse preocupado por las palabras. — No digas eso, estás joven aún y estoy seguro que te quedan muchísimos años para disfrutar.

𝕸𝖆𝖓𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖆́𝖓𝖌𝖊𝖑 /𝖇𝖔𝖚𝖓𝖕𝖗𝖊𝖒/ 𝖔𝖒𝖊𝖌𝖆𝖛𝖊𝖗𝖘𝖊Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu