DILF (Minsung)

Cap.32🍷

Un omega con la barriga ya notoria estaba parado en el umbral de su casa con las manos en la cintura mientras miraba a su marido con el ceño fruncido, ¿por qué? Hay que recapitular para que puedan entender la situación.

Lo que pasaba es que la señora Lim, esposa del alfa Lim no paraba de insinuarsele a su marido cada vez que los invitaban a cenar, no sabía sí los alfa son muy idiotas por naturaleza como para no darse cuenta, por su parte el señor Lim para ver que su descarada omega se le insinuaba a su marido y Minho para ver que aquella omega estaba haciendo algo más que ser "hospitalaria" y bueno a lo mejor su hyung si era muy ciego para ver esas cosas, como cuando de pequeño le decía que cocinaba mejor que su padre solo para enamorarlo y el alfa solo le respondía con un "que bien, así ayudas a tu padre y no necesitarías de nadie más que tú"

"Alfa idiota" pensó el omega mientras rechistaba viendo a aquella omega resbalosa saludar a su marido como si fuera el suyo, su alfa no siquiera le dirigió la mirada a la señora Lim por verlo a él, no lo culpaba porque él sabía que era precioso y que su hyung solo tenía ojos para él, el problema era la omega de Lim.

Imaginen al pobre Jisung embarazado, con pies hinchados de cargar aún más de su peso, los cambios de humor que ni siquiera él tenía idea de donde venían y las ganas de comer lo que se le atravesara, ni hablemos de que la ropa que antes se le veía espectacular ahora se le miraba rarisimo por la silueta de esa gigante panza característica de los omegas en cinta y para ponerle la cereza al pastel, una invitación de la estúpida Lim a cenar en su casa, ugh como tenía ganas de arrancarle la cabeza.

—¿Qué tienes, bebé? —Se acercó su marido, posando sus manos en su barriga.

—Que ti

Le dio la espalda y entró a la casa, dejando a un desconcertado alfa que simplemente rió al recordarle una mini versión de su omega diciéndole lo mismo.

—Sí no me importara no te preguntaría, Sungie —Camino detrás de su esposo.

—Mejor háblale a Jia —Se cruzó de brazos sobre su panza.

—¿Por qué le hablaría a la señora Lim? —Frunció el ceño confundido.

—No lo sé tal vez por el "buenos días, Sungie, que te vaya muy bien en tu trabajo, querido" —Imitó el tono agudo de la omega, haciendo reír a su alfa.

—Mi vida, eso lo he notado pero ¿alguna vez haz visto qué yo le corresponda ese saludo?

Touche, el pálido recordó y en ninguna de esas ocasiones había visto a su marido mirarla o respóndele algo igual simplemente le hacía un ademan de saludo con la mano pero sin siquiera prestarle atención, el alfa solo se subía a su auto y la ignoraba.

—Puede que me haya dejado llevar un poquito por los celos

—¿Un poquito? —Arqueó la ceja.

—Mucho, pero entiéndeme, me siento tan poco atractivo que omegas como Jia parecen diosas del olimpo a mi lado, mírame, me veo gordo y muy cansado —Lloriqueo.

—No estás gordo y bueno, ¿si lo estuvieras qué? —Agarro las manos de su omega. —Por favor no pienses eso de ti, no digas que no eres bonito, porque eres hermoso, Jisung no te menosprecies así porque lo único que haces es lastimarnos a ambos y más a ti —Besó el dorso de las manos pálidas mientras le miraba a los ojos. —Yo quiero que te sientas bien contigo mismo, me gusta verte feliz eso me hace sentir bien a mí, obviamente no se lo que sientes respecto al embarazo porque es algo que yo nunca voy a poder experimentar pero me encantaría que me hablaras de como te sientes, para eso hice el juramento a la luna de jamás lastimarte y cuidarte cuando nos casamos

El alfa guió a su omega a la sala, dejándolo sobre el sofá y comenzo a deshacer el nudo de su corbata, arrodillandose frente al menor para quitarle los zapatos y le sonrió.

—¿A mi precioso omega le encantaría un masaje?

El omega asintió mientras lloraba, no entendía porque su marido era tan perfecto, era como un sueño hecho realidad para el menor, como lo amaba.

—Espera aquí, voy a calentar un poco de agua y voy a ir por algunas cosas, por mientras reposa te lo mereces, bueno, tú mereces todo lo hermoso como tú de este mundo

Minho corría de un lado a otro, alistando las cosas para el masaje en los pies hinchados del omeguita, necesitaba hacerlo relajarse ya que haber escuchado por años los quejidos de sus compañeros omegas sobre lo duro que es el embarazo lo habían por alguna manera entrenado para cuando llegara a tener a su destinado en cinta.

—Mira te preparé una taza de té, esta tibia para que puedas tomarla sin quemarte, puse un poco de agua caliente con menta para refrescar tus pies, te sentará bien, cariño, tú relajado yo nervioso —Besó los labios del omega.

—Minho —Captó la mirada del mayor.

—¿Sí?

—Te amo

Sonrió con su singular sonrisa cuadrada al escuchar al omega.

—Yo también te amo.

Esa tarde el alfa se dedico totalmente a su omega y bueno Jisung se olvido de la invitación a cenar que la señora Lim les hizo, se podía ir a la mierda de igual forma ya sabía que su Minho siempre lo iba a preferir mil veces a él.