DILF (Minsung)

Cap. 23🍷

Siempre había estado acostumbrado a estar sólo, desde que tenía veinte años su vida ha sido solitaria, solamernte era él y su pequefña ilusión de encontrar a su omega destinado. Desde que tenfa quince años había soñado con encontrar a su omega y se lo había dicho incontables veces a su mejor amigo Chanyeol, ambos fantaseaban sobre encontrar su media luna, pero el alfa Lee lo deseaba mucho más que Chanyeol, cuando escuchaba historias de lobos mayores sobre cómo encontraron a sus destinados le causaba una emoción que quería experimentar, que anhelaba.

Tantos años tuvo que esperar para encontrar a su destinado, años que pasó sólo, envidiando a Chanyeol que encontró a su destinada y formó una preciosa familia, lastimandose a sí mismo en su soledad y llamándose alfa inservible por no tener un omega destinado, quien pensaría que el lobito de sus ojos sería su omega destinado, aquel pequeño y adorable Sungie, el lobito que su alfa había cuidado en todos esos años.

Como se atormento en aquellos años de saber que el pequeño Jisung era su omega, no quería tocarlo, Jisung era el niño que había visto crecer, no quería hacerle daño y mucho menos causarle tanto dolor de tener a un alfa de la edad de él, no quería que Jisung pasará por eso, lastimosamente sucumbió a los sentimientos que había desarrollado por el omega rubio, aquel omega ya no era un niño, lo sabía, pero seguía estando mal el que estuvieran juntos.

Al final Da Mi tenía razón, una relación como la de ellos no era normal, ni siquiera correcta, por el bien de Jisung era mejor que estuviera con un alfa de su edad que con un alfa de 46 años, eso era lo mejor ¿no?

Aunque se estuviera lastimando a él mismo, se estaba acabando, el apetito se le fue y las noches de insomnio se habían vuelto constantes, hasta sus compañeros del trabajo le habían dicho que se veía más desgatado, que aquella chispa radiante que tenía antes se había ido. Su aroma se volvió desagradable para las personas de su alrededor por eso tenía que suprimir sus feromonas, suprimirlas le costaba el triple ya que su cuerpo terminaba agotado todos los días y adolorido, los dolores de cabeza no paraban de martillarle el cráneo, su humor cambió drasticamente, todo le parecía irritable y tampoco es como si pudiera hacer mucho, el médico le había dicho que su lobo estaba deprimido, al parecer el lazo que había formado con su omega, no era uno reciente, era uno de años y una separación abrupta no tardaría en hacer secuelas, era cuestión de tiempo para que uno de los dos muriera y Minho sólo espera que la muerte fuera la de él y no la de su Jisung.

Su celo se había vuelto muy doloroso, ni siquiera los supresores le hacía efecto, así que tenía que morder su brazo para calmar la agresividad con la que su lobo quería salir a buscar a Jisung. Da Mi le había jurado que si se acercaba al omega lo llevaría lejos, a alguna parte en la que él no supiera donde estaba Jisung y él preferiría mil veces estar alejado del rubio, pero siempre con la certeza de saber que estaba cerca de él.

—Sólo un dia más. —Apretó los dientes duramente.

Le faltaba un día para terminar su celo tortuoso y así volver a la normalidad, aquella que tanto le dolía, solo esperaba salir de librado del celo, tal vez podría morir durante el, las posibilidades eran altas según el médico.

Su celular vibro y con dificultad lo tomó, escuchando una vocesita que tanto amaba, aquella voz dulce que extrañaba con todo su ser, su omega le había llamado.

—¿H-hyung? —Su voz apenas era audible pero el alfa se sintió vivo al escucharle.

—Ji-Jisung..bebé

—H-hyung lo extraño. —Pequeños sollozos escucho detrás del teléfono.

—M-mi amor, no llores, por favor. —Su voz se quebró.

—Regrese.

—Jisu..

—Hyung, por favor, vuelva.

—No está bien, tú necesitas..

—Está bien, ¿acaso quiere qué muera?

No contesto, realmente no quería que a su omega le pasara algo, mil veces prefería que todo lo malo le pasara a él, no a su Jisung, iba a contestar hasta que escuchó del otro lado de la línea la voz de Chanyeol llamar al omega, tubo que colgar abruptamente para que a su omega no lo descubrieran, su lobo se sintió aliviado de escuchar que su omeguita estuviera bien, el problema es que no sabía si estaba sano y le dolía.

—¿Con quién hablabas, Sungie?

—Con nadie.

—Sung...

—Déjame solo.

—Jisung, sé que hablaste con Minho.

—¿Y? No sé que le dijiste tú con mamá, pero él no va a regresar, no sé qué chantajes o amenazas usaron para alejarlo de mi, no entiendo porque quierem controlar mí vida y mis decisiones, yo amo a Minho y es mi destinado, voy a estar con él quieran o no.

Le dio la espalda a su padre para nuevamente cubrirse con la manta, Chanyeol lo vio triste, su hijo tenía todo el derecho de hablarle así pues le hizo o un daño irremediable que no podrá arreglar con simples palabras, lo sabía y estaba seguro que Jisung jamás le perdonaría.

—Minho está en su departamento de soltero, ahí ha estado siempre, él se ha marchado ahí los últimos años cada que le daba su celo y cuando quería aislarse, es su lugar seguro, se perfectamente donde queda, ve con él, yo no le diré nada a tu madre, eres un adulto, haz tu vida, Sungie.

Por primera vez desde que Jisung creció quería hacer las cosas como desde el inicio debió hacerlas, aceptar las decisiones de su hijo por más descabelladas que le pareciera, pero la felicidad que veía en él, eso no podría cambiarlo y su pequeño hijo era feliz a lado de su mejor amigo, aquel alfa con el que creció, su mejor amigo con el cual había echado a perder tantos años de amistad con aquellos insultos bastantes hirientes que le dijo, ninguno le perdonaría y para él estaba bien.

Ahora el problema sería su alfa, Da Mi no estaba para nada de acuerdo, estaba seguro que su alfa haría todo lo posible por alejar a Minho de Jisung, ella era más conservadora, igual que el. Tenia miedo que quisiera enviar a su omega lejos de ellos, Da Mi es una alfa de palabra.

—Por favor, vete cuando tu madre y yo no estemos en casa, no le diré nada, de ahora en adelante seré el padre que debí ser desde el principio.

Dijo por último para marcharse de la habitación de su hijo, cerrando la puerta con cuidado, dando un último vistazo al omega que comenzó a levantarse de la cama nuevamente.