CAPÍTULO 2.- segundo fragmento

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—No puede ser —se quejó Liam —. ¿No saben que son tres semanas? ¡¿No pueden estar alejados de mí tres semanas?!


—Surgió algo —dijo Estefan con su media sonrisa cínica —, vamos al santuario.


—Leia está sola... —Liam intentó alejarse.


—Está en un lugar custodiado y esto no nos tomará más que un par de horas —Estefan empezó a arrastrarlo —. ¿Qué tal tu nueva vida de casado?


Liam frunció el ceño.


—¿Qué es tan importante para que me sacaras de mi luna de miel? —gruñó Liam.


—Lo suficiente para que todos estemos que nos cagamos encima —dijo Estefan perdiendo su gesto burlón—, es serio Liam, no te hubiera traído aquí si no lo fuera.


Liam asintió a regañadientes. Por el gesto de Estefan, la situación debía ser delicada. El semidemonio casi nunca se ponía tan nervioso.


Llegaron a la entrada del "santuario", así le habían llamado al bucle en el tiempo que ocultaba el altar de la diosa. No solían venir tan seguido, solo cuando necesitaban hablar de algo que el escuadrón mayor no debía saber.


El único que sabía sobre esto era su tío Jaime, según Bael no le contó toda la historia completa. No sabe que es un bucle ni que la diosa luna misma se apareció ante Odette. Torció un poco la historia diciendo que los demonios les habían contado sobre la condición de Odette y que las alas de Liam aparecieron por esto.


Entraron en el espacio donde el tiempo se detenía, Liam miró a su escuadrón. El altar estaba elevado y el fuego recorría el suelo alumbrado del dibujo tallado sobre el suelo de roca. Estefan y Liam desplegaron sus alas para alzarse junto a los demás.


Gabriela estaba sentada sobre el altar, Odette y Theo conversaban mientras Bael caminaba de un lado a otro con el gesto neutro.


—Por la diosa Bael, si sigues dejándote crecer la barba serás exactamente como recuerdo a mi tío Alan cuando éramos niños —bromeó Liam.


Bael puso los ojos en blanco.


—¿Quién murió? —preguntó Liam.


—Aún nadie —contestó Gabriela limándose las uñas—, pero al parecer pronto todos lo haremos.


Liam frunció más el ceño.


—¿Qué está pasando?


Bael procedió a contarle todo lo que había descubierto Gerard y lo que después dijo Taylor.


—Aún estoy nervioso porque mi tío Jaime tenga ese bendito libro —protesto Estefan mirando a Bael—. ¿No pudiste mandarle un mensaje a Theo o alguno de nosotros para que lo ocultemos antes que regresaran?

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora