Chisme

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Después de la sorpresa sasuke se quedó estupefacto pues lo que vio después fue que naruko había saltado unos metros hacia atrás mientras sacaba un kunai de quien sabe donde.

—Disculpe como me comporto, pero me olvidaba que el sensei también está de parte del hokage.

El hombre de máscara borró su sonrisa y entró a la casa con las manos en los bolsillos.

—Naruko, baja eso.

La rubia solo miró más fríamente a la contraparte.

—No, señor.

El hombre desapareció de la vista de la chica y apareció de nuevo atrás de ella mientras sostenía el kunai de naruko con su sonrisa amable.

—Por favor, pa-

El hombre no pudo terminar porque vio como una patada se dirigía hacia él. Aunque la esquivó fácilmente se percató al instante de que la chica dirigía con su otra pierna una segunda patada, el también lo evitó. Sin embargo la chica solo se giró sobre sus palmas y saltó hacia un lado.

Sasuke que miraba todo lo que sucedió en segundos no pudo evitar sentir escalofríos.

—¿Cuándo se volvió tan fuerte?

La rubia miró de reojo a sasuke y murmurando algo levemente salió corriendo hacia la ventana.

—¡Naruko!

Gritó el azabache.

Ella se detuvo casi en seco.

—Mierda. . .

La chica quiso ignorar a sasuke, pero un segundo de distracción y el hombre peliblanco se encontraba en el marco de la puerta.

—¿Me vas a dejar hablar, naruko?

La chica procuró susurrar para que el chico de ojos negros no escuchara.

—¿Mandaron a matarme o solo a capturarme?

—Cualquiera de las dos está bien para ellos, pero para mi es diferente.

Los ojos azules temblaron brevemente y relajó un poco su cuerpo.

—¿Cómo es diferente?

—Eres mi estudiante y no importa si es el mismo hokage que te persigue.

Kakashi extendió su mano hacia naruko.

—No quiero hacerte daño.

Naruko le dedicó una breve mirada de duda, pero solo vio como el hombre formaba una maravillosa media luna con sus ojos, su sonrisa debajo de la máscara parecía cálida.

—. . . Está bien.

La mano pequeña pero áspera de naruko se chocó con una mano igual o peor de maltratada.

—Se siente raro ¿Por qué tu mano se siente como una roca?

El hombre expresó sus sentimientos.

—Pues para mi su mano es una corteza de árbol, sensei, parece como si escalara montañas todos los días.

La chica bufó mientras soltaba bruscamente la mano del sensei.

—¿No quieren decirme algo?

A lo lejos en la sala se encontraba un confundido azabache mientras sostenía un ceño fruncido.

—¿Estoy pintado o qué?




Naruko y solo NarukoWhere stories live. Discover now