La oscuridad carcome poco a poco las tierras del fuego, hasta ser consumidas por el karma que ellos mismos criaron como el demonio de las nueve colas, una niña de cabello rubio que emergerá de las sombras para consumar, de una vez por todas, su sueñ...
Entró en su cuarto en un soplido del viento, parecía ser más rápida de lo que recordaba. . .
Se sentó en su cama, estaba hundida y era poco cómoda, después de todo, había pasado tanto tiempo allí que no quería. . . no podía, estar cómoda en su propio hogar. Se levantó y salió, esta vez por la puerta; bajó las escaleras cuestionándose donde podría dirigirse, en general toda la aldea la odiaba, pero, como en todo, había algunas excepciones.
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¡Ichiraku! la tienda preferida de la rubia y realmente el único lugar seguro, en aquel puesto no estaba permitido molestarla, todo esto fue porque el que atendía no lo permitía.
Su comida era majestuosa y por esto, además de que el hombre sabía defenderse, en este lugar estaba estrictamente prohibido dañarla. No obstante, tampoco podía permanecer mucho tiempo allí, a pesar de que no podían golpearla adentro, una vez que saliera de allí darían rienda suelta a su rencor. El que atendía varias veces le ofreció quedarse, pero no podía aceptar aunque lo deseara. . . Tiempo después el hombre dejó de intentar invitarla y solo la consolaba de su día a día, en su mirada se notaba la preocupación profunda que sentía.
Podría decirse que es muy especial para ella y esto le atormentaba en algunas ocasiones, sentía que él y su hija estaban en constante peligro por su culpa, aún así no tenía intenciones de decirles, porque ellos eran los únicos que creía fervientemente que no era lo que todos decían. . . ¿Cómo les podría explicar que ella realmente los odiaba y. . . que no era de las personas que olvidaban?
Naruko- ¡Hola!
teuchi- ¿uh? ¡vaya, eres tu pequeña naruko! hace mucho que no venías.
La niña complicó su expresión, era de las personas que en estas ocasiones no sabían que decir, jamás había estado en situaciones donde le pidieran explicaciones.
naruko-Tuve asuntos que atender jajaja.
La rubia rio sinceramente, le explicó que había estado en competencias de la academia, una de las razones por la que no podía ir, contaba muy contenta cosas que nunca pasaron o, al menos, que solo imaginó en algún momento, solo mentía sobre las cosas que antes tuvo como meta hacer. Era doloroso, sentía un vació en su pecho al decir todas esas estupideces, por primera vez en su vida estaba consciente de si misma al hablar. . . estaba cuestionándose todo.
Después, pidió su plato favorito, ese plato siempre fue su preferido desde siempre, aunque no tenía recuerdos de como lo había probado o como conoció al tendero. Eso no le importó por mucho tiempo, pero ahora. . . no estaba segura si debía ignorarlo. Acabó su plato y habló alegremente durante poco tiempo, no quería quedarse mucho más así que se disponía a irse.
naruko- Adiós, volveré pronto para comer ¡muchas gracias!
Era de noche y eso era relajante, bueno, aunque era una muy bonita noche tenía que estar alerta a cualquier movimiento, si la pillaban así seguro que si la matarían esta vez.
