15 años habían pasado desde aquel trágico día donde se les había sido arrebatada la felicidad, 15 años en donde la misma sonrisa rota se hacia presente en su rostro cada vez que pensaban en aquel cachorrito que fue robado de sus brazos ¿valía la pen...
Ian y Bastián asintieron, mirando a su mas preciado tesoro, sentado unos centímetros lejos de ellos. En su pequeña burbuja mientras jugaba con lo que tenia a su alrededor
Oh mi hermoso niño...¿Qué tan mal tuviste que haberlo pasado?
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Ian acaricio con suavidad y extrema delicadeza los rulos de su bebe. Ambos, inmersos en su momento de madre e hijo
Ian cantaba en voz baja una canción, mientras se balanceaba en la mecedora, teniendo, pegado a uno de sus pezones a su cachorro, quien, estaba en ese momento mas en el mundo de los sueños, que en el real
Había sido un día pesado, y lleno de sorpresas no esperadas. Ahora, Ian solo quería dormir con su cachorro y estar abrazado a su alfa, necesitaba que aquel trago amargo se fuera de su garganta, y si se podía, de su alma también
-Oh amor, nadie va a hacerte daño amor...voy a darte todo mi amor - el omega canto, sintiendo su propia voz romperse, al mirar el rostro tan apacible de su precioso niño ya casi dormido
¿Quién en su sano juicio podría hacer sufrir a una cosita inocente, que, desde el primer lugar, nunca tuvo que separarse de sus padres?
Sus verdaderos padres
-Nadie me importa como tu...-Ian sonrió, besando la suave y tercia manito de su bebe- vas a crecer y tendrás una buena vida...voy a hacer lo que tenga que hacer
-Así que duérmete, cariño, duérmete, yo te meceré... cariño, duérmete, no llores...alguien te tiene bebe, duérmete cariño, duérmete
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-Los Relish no contestan el teléfono - Bastián entro a la habitación, su aura molesta, dolida y preocupada era capaz de asfixiar a cualquiera- maldición, mal momento para que ellos sean brujos
-Necesito que Casandra nos aclare varias cosas- Ian miro de reojo a su esposo, mientras que, secando sus lagrimas con brusquedad, acomodaba a su ya dormido cachorro en el nido- quiero creer que esto es una equivocación, Bastián- Ian murmuro dolido- yo...¡mierda!, no quiero eso
-Tendremos las explicaciones que necesitamos, amor - Bastián lo abrazo, acunando su rostro entre sus manos, el alfa lo beso con extremo cuidado, sintiendo a su propio lobo aullar, de tan solo pensar que alguien le había hecho daño a su cría- y si desgraciadamente las cosas son como Astrid dijo...
