15 años habían pasado desde aquel trágico día donde se les había sido arrebatada la felicidad, 15 años en donde la misma sonrisa rota se hacia presente en su rostro cada vez que pensaban en aquel cachorrito que fue robado de sus brazos ¿valía la pen...
Cerré mis ojos con con fuerza cuando rápidamente, el sueño fue yéndose de mi cuerpo. Mi rostro se encontraba oculto en el pecho desnudo de mi papá, y desde cualquier lugar de la habitación, podía sentir las suaves caricias que mami me hacía en mi cabellito
Me sentía tan en paz...no creía que este nivel de tranquilidad existía, pero doy gracias a cualquiera por el hecho de que pueda sentirlo. Podía ver y sentir como Milo resoplaba entre sueños, era divertido ver como movía su colita de un lado a otro...me causaba gracia, se veía tierno durmiendo
Abrí mis ojitos y rápidamente no dude en cerrarlos de golpe cuando la luz me cegó fuertemente, no pude evitar soltar un gimoteo...
Fue todo tan rápido...que Milo ni siquiera tuvo necesidad de pedirme permiso cuando ya había dejado que tomara el control
Todo comenzaba a dolerme, se sentía igual a la primera vez en que supe de Milo...sentía las ganas de vomitar escalillándome desde mi garganta...me había despertado tan bien y cuando abrí mis pobres ojitos...sentía que el mundo se me iba a caer encima
No pude evitar soltar un pequeño maullo seguido de un quejido, no tenía ni siquiera ganas de abrir mis ojitos...todo comenzaba a dolerme de manera muy rápida y rara
Mami...mami...lele musho
Un sollozo salió desde lo más fondo de mi, y volví a soltar un chillido cuando las cálidas y suaves manos de mami me tomaron y me acurrucaron sobre el
Incluso ese mínimo tacto...me dolía tanto...pero a la vez era tan necesario para mi, quería sentirlos cerca, pero ahora, cualquier cosa, incluso un fino toque, era como si un golpe bajo llegara hacia mi
Podía sentir a Milo soltar pequeños gimoteos, y al igual que yo, llamaba a mamá y a papá e inmediatamente, pude ver como mami Kian y papi Blake lo acurrucaban en medio de ellos...pero aun con eso...el dolor ni siquiera disminuía, al contrario, parecía empeorar
-Bastián, ¡Elio está ardiendo en fiebre!- Solloce acurrucandome en los brazos de mi papi, aun cuando sentía sus caricias en mi espalda y las manos de mami en mi frente
-Hey, Eli. Mi amor, respira - Mi pechito daba pequeños espasmos, mi cabeza daba tantas vueltas y ya sentía el vomitó en mi garganta- Hijo, cachorro, vamos mi príncipe, respira con papi
-Eli, mi vida...no cierres tus ojos amor, ¡no los cierres! - la voz desesperada de mami, era capaz de escucharla aun cuando ni siquiera tenía fuerzas para abrir mis ojos...sentía como cada parte de mi ardia y me dolía mucho...
Todo dolía...
Mami y papi intentaban que abriera mis ojitos, pero no quería, ni podía hacerlo, podía sentir como mi cuerpo temblaba, por el calor, el dolor...no lo sabía
Lo último que supe fue sentir los fuertes brazos de mi papi a mi alrededor antes de que todo se volviera oscuro
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