15 años habían pasado desde aquel trágico día donde se les había sido arrebatada la felicidad, 15 años en donde la misma sonrisa rota se hacia presente en su rostro cada vez que pensaban en aquel cachorrito que fue robado de sus brazos ¿valía la pen...
Los pasos de Rowen y Amaryllis resonaron por los pasillos de aquella lujosa mansión, el aire fresco y algo reconfortante los envolvía a ambos. Los dos siguieron caminando sin mirar a nadie, ni siquiera a los guardias del lugar que inclinaban su cabeza en señal de respeto y bienvenida
Amaryllis miro bien el lugar, las paredes blancas contrastaban perfectamente con las decoraciones ambiguas y pintorescas del lugar. Las runas y pinturas le daban un tipo de aire algo excéntrico a todo al igual que marcos familiares que se encontraban en casi todos los lados
La mansión tenían dos pisos, con unas escaleras que darían dolor de cabeza de tan solo verlas, pero al ser habitada por lobos, no era nada comparado a lo que ellos realmente llamarían esfuerzo
El silencio era algo que siempre caracterizo a aquella residencia, pero este era uno diferente, era un silencio matador que a cualquiera le asfixiaría o le incomodaría de inmediato
Queriendo dejar eso de lado, Rowen y Amaryllis se dirigieron a la sala de estar donde sabían que estaban los demás al reconocerlos por su olor
Elegante y acogedora, así Amaryllis describiría aquella parte de la casa una vez que paso el umbral de la puerta junto a Rowen
Ahí se encontraba toda la familia
O bueno...casi toda
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-Buenos días - Rowen hablo para llamar la atención de los presentes, aunque no era necesario, pues por su oído habían logrado escuchar sus pasos desde casi la entrada de la casa
Todas las miradas se concentraron en ellos dos
-Cariño.. - una chica de al menos unos 24 años se levanto del sofá y se dirigió a ellos, su cabellera pelinegra-castaña hacia resaltar sus hermosos ojos azul eléctrico combinados con un extraño toque verdoso
-Mamá - Amaryllis no dudo en ir a abrazarla, envolviéndose en su olor a rosas y lavanda, Rowen le dio una sonrisa a su suegra, quien no dudo en devolverle el gesto
-Es bueno saber que ambos están aquí - un hombre de cabello platinado con destellos rubios hablo, Amaryllis rápidamente le sonrió a su padre, tenia la apariencia de alguien de 25 años, alto y algo fornido. Curiosamente el tenia los ojos grises, mismos ojos que la rubia había heredado de el
-Lo mismo digo - hablo un castaño de ojos azules con una leve sonrisa que se había levantado a abrazar a Rowen
-Hola Azael - Amaryllis saludo a su cuñado con suavidad - ¿Dónde esta Kaiden? - La rubia pregunto por su hermano mayor al no verlo por ningún lado
-Esta con Ciel dando un pequeño paseo - Azael respondió - nuestro niño ha estado cosquilloso estos últimos días
-Me imagino - Rowen contesto - su cachorro siempre ha sido un terremoto andante
