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Pov Narrador

La tarde habia pasado de una manera algo pesada y llena de paciencia para ambos lideres, la pequeña siesta de Elio habia ayudado para recargar energías y del mismo modo, un mal humor completamente insoportable

-¿Que fue lo que te hizo esa siesta? - pregunto Bastián en un murmullo mientras veía a Ian batallar con su cachorro por colocarle el jersey de lana, últimamente hacia algo de frio, así que era comprensible que no quisieran que ninguna gripe atrapara a su pequeño bebé 

-¡Dejameee! - Elio chillo mientras se removía como un gusanito en la cama, Ian no sabia cuantos suspiros habia soltado durante esa casi media hora que habia tratado de arreglar al mas pequeño

El alfa carraspeo llamando la atención de ambos, Bastián se paro en el marco de la puerta con lo brazos cruzados, su mirada seria fue dirigía hacia su bebé alzando una ceja al sentir y ver algo del fastidio de aquel cachorrito

 -Así no se le habla a mamá, Elio - Bastián hablo con seriedad, causando que casi inmediatamente el menor callara sus quejidos - ahora, ¿por que no dejas que mami te termine de vestir para así poder salir un momento al patio? ¿o es que vas a seguir con tus berrinches? 

Al pelinegro mayor tuvo que esconder su sonrisa divertida cuando vio la cara llena de molestia de su cachorro, pero muy al contrario de su rostro, no volvio a refutar cuando Ian le coloco con suavidad el suéter ridículo - según palabras del propio Elio - 

El reloj marcaba ya casi las cinco y media de la tarde, el solo poco a poco iba a escondiéndose, dejando una hermosa vista de colores cálidos que nadie dentro de aquella mansión habia podido disfrutar debido a los gritos y escándalos que el cachorro de los lideres Kingston estaba formando desde que despertó 

Ya todo el personal que trabajaba dentro de esa lujosa casa estaba al tanto de la situación, o bueno, no de manera tan especifica, pero por lo que su Alfa les habia explicado, el pequeño cachorro habia tenido una vida completamente distinta a lo que su raza y costumbres dictaba

-Pobres lideres, deben de tener una paciencia grande para soportar semejantes gritos - Una omega pelinegra que ayudaba a preparar la comida hizo una mueca mientras terminaba de acomodar los platos

-Vamos Anais, eso era lo que debían de esperarse, ese pobre cachorrito debe de estar muy confundido, por lo que se, ese bebé llego a parar con una familia mundana, era mas que obvio que reaccionaria así luego de haber vivido una vida adulta - Un beta de ojos miel hablo mientras terminaba de licuar el batido de frutas que se le habia sido encargado

-Aun así, sus gritos comienzan a desesperarme - otra omega rubia entro a la cocina con una cara llena de molestia- yo siendo los lideres ya le hubiera dado unas buenas nalgadas para que aprenda a comportarse. Aunque no crea que sea de ayuda...ese cachorro parece defectuoso, ni si quiera puede comportarse como lo que es -murmuro entre dientes lo ultimo como si tuviera miedo de que la oyeran 

-No tolero esos comentarios en la cocina, Isobel - Vanya, la imponente jefa de cocina de la mansión entro con los brazos cruzados, utilizando un mantel de color café amarrado en su cintura - y mucho menos en mi área de trabajo 

-C-cocinera Hall - Isobel tartamudeo y dio un brinco de sorpresa por la llegada de su jefa - y-yo...lo lamento, n-no volverá a suceder - se disculpo de manera rápida al sentir algo del agrio olor de la mujer mayor

Los otros dos ayudantes de cocina salieron una vez que la alfa entro, dejándola sola con la omega rubia

-Espero que eso sea cierto Isobel, y agradece que fui yo quien te escucho y no fue el Alfa Bastián o la luna Ian, no creo que ellos hubieran estado de acuerdo con aquel comentario tan fuera de lugar - hablo la morena con calma mientras pasaba aun lado de la temerosa omega

Cachorrito Perdido - ABDLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora