—Deja de mirarme Daxton—le ordeno acremente a lo que se mete un palillo entre los dientes dedicándome una sonrisa cruel.
Estoy hasta la coronilla de él, de sus insinuaciones sobre qué lo mío con Dagon no va para ningún lado.
Y sobretodo de… esa actitud tan desagradable que porta a cada rato cuando estoy cerca.
Y además … ¿Dónde se metió todo el mundo?
Justo Jasver quiso ir al baño y espontáneamente Liss también.
Dagon fue a pagar la cuenta y la novia de don Amargado aquí presente, salió disparada a responder una llamada “urgente”
Nunca oí que sonó nada.
La cena fue un fracaso con letras mayúsculas por cierto.
Se salvó la comida. El aliño del marisco aún lo saboreo en mi boca.
—Solo comprobaba el gran parecido que tienes con una cobaya que tuve—comparte desplazándose hacia delante, más que apoyar aplastando los codos sobre la mesa.
Su Mandíbula toda apretujada, ya que seguramente está enviándome toda su energía negativa y vileza en mi dirección.
—Una que regalé por impertinente—añade a lo que blanqueo los ojos, centrándome mejor en la mesa de al lado donde un padre intenta que su hija empiece a usar los cubiertos a lo que ella berrincha.
El camarero recoge los platos restantes, fingiendo sordera pero se que en su interior está riéndose por todo lo alto.
Mi cara refleja la tirria y las ganas de romperle la naranja al tipo que tengo enfrente.
—Siempre andaba chirriando y ensuciándolo todo—cuenta poniéndome de un humor de perros—Y sumémosle que no respetaba mi espacio. Ahora que caigo… ¿No serás tú? ¿Me guardas rencor? Entiende que no tuve otra opción que regalarte.
Inhalo un soplo de aire por la nariz.
Dagon ven pronto.
Porque estoy apunto de perder los estribos con el odioso de tu hermano.
—¿Cuál es tu maldito problema conmigo?—digo entre dientes sin ocultar la rabia que me provoca en mi tono.
Enarca una ceja, la hipocresía bañando sus rasgos.
—De verdad crees que me tomaría las molestias de estar depositando un minuto de mi preciado tiempo en ti, Adaline?—trata de ofenderme encima de haberme echado la cena a perder—No te las daba de soñadora innata. Toda una caja de sorpresas.
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Una vez tocado el Infierno
RomanceAdaline Saffron siempre ha tenido preguntas en torno a ella. Preguntas todavía sin respuesta ya que teme emparanoiar a alguien. ¿Por qué sale adolorida y llora lágrimas de sangre, cuando se siente atraída hacia otra persona? ¿Por qué tiene sueños...