«REYES O DIOSES, LA LINEA ES DEMASIADO FINA»
Luego de la destrucción completa de la Tierra, Lyanna y su pueblo viajaron por 125 años a través de las estrellas en sueño criogénico despertando con el regalo de una nueva oportunidad. Un lugar donde pue...
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Cuando Lyanna abrió los ojos nuevamente vio asustada hacia los lados, sobresaltada sin saber dónde estaba sin conocer su entorno. Por un momento tuvo miedo hasta que la cara de su esposo se asomó a su lado.
— Esta bien, tranquila— Bellamy estaba a su lado, con cuidado poniéndole una mano en el hombro para evitar que se levantara tan rápido—. Estas a salvo.
Por sus ojeras y la forma en la que estaba sentado Lyanna supo que él se había quedado el resto de la noche y la mañana a su lado, esperando que despertara a su tiempo, cuidándola. Ella misma se hallaba en una especie de suave cama, llena de mantas y algunos improvisados almohadones y pieles.
— ¿Donde están los demás?— ella preguntó viendo que estaban solos y no se escuchaba más ruido excepto ellos.
— Étienne y Octavia están asegurando el perímetro. Y Gabriel y Clarke fueron a que la ayudara a mover las piernas.— él quiso tocarla pero no se atrevió a hacerlo—. ¿Que hay de ti?
Lyanna movió la pierna derecha y luego la izquierda antes de las manos y no pudo evitar sonreír, ella podía controlar su cuerpo, ya no era una mera espectadora de la crueldad de Isabelle Lightbourne. Era un poco gracioso que algo tan simple como poder ser capaz de mover sus extremidades le trajera tanta felicidad. Se encogió de hombros, tratando de no sonreír tanto pero era inevitable. Isabelle Lightbourne estaba muerta, tenía hasta ganas de festejar aunque la guerra no había terminado, solo había comenzado con su regreso.
— Todo bien— se levantó de la cama queriendo estirar las piernas y sentir que podía caminar correctamente y usar bien su movilidad. Bellamy en todo momento con los brazos extendidos por si caía, pero quedo bien equilibrada quedando parada frente a frente a Bellamy, la ansiedad revolviéndole el corazón queriendo saber la respuesta con miedo—. Ahora lo primero ¿cómo están mis hijos?
— Madi lo tomo mucho más duro pero Rhaegar... él nunca creyó que estabas muerta, se negaba a creerlo.
La mujer sonrió un poco con tristeza y cariño en pensar en Rhaegar, que nunca perdió la esperanza en cuanto a su madre.
— Espero que Neon esté con ambos— ella suspiró, por la mirada con la que él la estaba viendo Lyanna sabia que quería que le dijera, en respuesta tomo una de las manos de Bellamy en las suyas, morenas y grandes comparadas a las pálidas y más pequeñas de Lyanna—. Quieres saber como estoy viva? Eso puede esperar, una vez Clarke vuelva con Gabriel y Octavia con Etienne lo explicaré todo.
Bellamy asintió antes de tomar las dos manos de Lyanna y traerlas a sus labios, besándoselas, cerrando los ojos antes de abrirlos y verla como si aun no pudiera creer que estuviera allí a su lado.
— Tuve tanto miedo.— él admitió, se oía tan asustado y a la vez tan aliviado, aun sosteniéndola— . Cuando tu corazón no estaba latiendo sentía que el mío también se estaba deteniendo.
