KADIKH | The 100 #6

zhinda

"Considérenlo tiempo para trabajar en sus diferencias."

— Me estoy acostumbrando a curarte Murphy— Jackson murmuró mientras dejaba otra paño manchado en sangre con el resto en la pila, ahora poniendo un vendaje sobre una de las múltiples heridas que le había causado su novia. Todos estaban dentro de una las cabañas, la luz anaranjada bañaba la habitación, Lyanna entrecerrando los ojos viendo los dos soles eclipsarse; el causante de todo esto.

— Al menos ahora sabemos para que son las esposas— Bellamy murmuró jalando un poco las cadenas que restringían a una inconsciente Emori, Clarke entró por la puerta trasera con el libro para niños en sus manos.

— ¿Cuanto tiempo estará dormida?— preguntó Lyanna preocupada haciendo un gesto hacia Emori. Ryder estaba un paso adelante de ella de la reina, listo para pelear si cualquiera de ellos le diera un brote psicótico que quisiera reventar en Lyanna.

— El sedante debería durar tres horas— el medico respondió.

— ¿Que hay de la nave nodriza?— Miller intercepto haciendo que Lyanna le apretara la mano al hombre a su lado con fuerza—. Van a pensar que somos nosotros ¿Como les advertimos?

Debiste haberte quedado con tus hijos, debiste haberte quedado con tus hijos, debiste haberte quedado con tus hijos...

— No podemos— Bellamy afirmó—. Las radios no funcionan.

Lyanna, sorprendiendo a todos, se sentó y se puso las dos manos en la cara, ocultando su rostro, trato de que sus dedos no temblaran mientras se sentaba. Rhaegar y Madi estaban dormidos, indefensos, no tenían armas a su lado, al igual que Gaia, Indra y Octavia. Sus niños estaban inconscientes y cualquiera podía entrar, abrir las capsulas, hacerles daño. Hacerles daño como se lo habían hecho a ella. No sabía como era esta gente, cuales eran sus costumbres, que harían si vieran a dos niños de 12 y  6 años...

Bellamy, viendo como Lyanna se había empezado a rascar los brazos, cosa que no había hecho en seis años, la tomo de las muñecas, evitando que se hiciera daño.

— Por ahora preocupémonos por nosotros mismos— él le dijo con calma—. Neon esta a cargo, él los cuidara mas que a nadie. Él sabrá que hacer.

Lyanna respiro con profundidad, sintiendo la mano de Ryder en su espalda, Bellamy bajando la mirada, lentamente le quito las manos de encima. Y ella, aunque sentía la mano de Ryder como un soporte en el que apoyarse todavía podia sentir la piel tibia de Bellamy contra la suya.

— ¿Murphy, estas bien?

— Son heridas superficiales.— Jackson respondió y vio a su paciente—. Eres suertudo.

— ¿Soy suertudo?— Murphy repitió, irritable—. ¿Ese es tu diagnostico profesional? Por que si es así, eres un pésimo doctor.

— Murphy— Echo le llamó la atención.