«REYES O DIOSES, LA LINEA ES DEMASIADO FINA»
Luego de la destrucción completa de la Tierra, Lyanna y su pueblo viajaron por 125 años a través de las estrellas en sueño criogénico despertando con el regalo de una nueva oportunidad. Un lugar donde pue...
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Frente a ellos se erguía un castillo muy distinto de los que Lyanna había visto en los libros de la historia de Westeros, tenia varias torres y balcones, pero no era tan grande como ella esperaba que fuera un castillo, ni tan alto como había sido la torre de Polis, pero era sin duda algo impresionante y hermoso. Lyanna se dio cuenta que alrededor de este se encontraban otros pedazos de tierra con casas y viviendas, la división del terreno eran como los pétalos de una flor.
El grupo se adentro mientras ella trataba de no mostrar su verdadero carácter, pensó en sus primeros días en la tierra, como había estado tan callada y tímida, veía a Finn o a Octavia cuando estaba indecisa, como se ruborizaba cada vez que veía a Bellamy y bajaba la mirada. Pero lo curioso era que no se escuchaba nadie
Todo era bastante colorido, en realidad le recordaba mucho a Shadow Valley, habían mesas y sillas, barandillas, flores de distintos colores y banderines, parecía como si fuera una festividad casi. Tocaron varias puertas pero nadie respondió. Aun así Lyanna no podia quitar su mirada del castillo que estaba a unos metros de ella.
—Hey— Emori les llamo la atención, apuntó a una de los banderines que estaban colgados, tenía el símbolo del infinito, uno que conocían muy bien—. ¿A.L.I.E?
— Yo...—Clarke frunció el ceño y luego recordó—. Becca hizo la tecnología para Eligius.
— Claro—Bellamy asintió—. Destruyes el mundo, 200 años después estas en una bandera. ¿Ven? Aun hay esperanza para nosotros.
Lyanna fue la única que se rio, se tapo suavemente la boca pero Bellamy pudo escuchar esa pequeña risa que amaba tanto.
— ¿Hola? Invasores de la Tierra— Murphy se anunció—. ¿Podemos entrar?
— John baja la voz— su novia le advirtió.
—No se porque estamos tocando. Ir de puerta, de puerta, nadie esta aqui.
— Aun no sabemos eso— Echo intentó.
— Él tiene razón, no hay nadie— Ryder intervino, apunto al suelo— . Casi no se ven, pero aun hay pisadas, quienes sea quien estén aquí se fueron hace horas.
— ¿Crees que saben que llegamos?— Lyanna preguntó.
Ryder negó.
— Es otra cosa— sacudió la cabeza viendo alrededor—. Nadie se va así como así de su hogar. Hay un motivo del que aun no nos damos cuenta.
— Que bueno, ya me estaba doliendo el cuello— ella casi exclamó haciendo al antiguo comandante reír mientras Lyanna volvía a su postura derecha y barbilla en alto, viendo a su alrededor como esto parecía un pueblo fantasma de no ser que estaba muy bien conservado. Si no habían huido de ellos ¿entonces de que?
