«REYES O DIOSES, LA LINEA ES DEMASIADO FINA»
Luego de la destrucción completa de la Tierra, Lyanna y su pueblo viajaron por 125 años a través de las estrellas en sueño criogénico despertando con el regalo de una nueva oportunidad. Un lugar donde pue...
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Ya nadie estaba en la taberna, todos se habían ido a dormir, las únicas personas que estaban allí, sentados y bebiendo eran Josephine, Isabell y Murphy. Las dos chicas tratando de saber lo máximo posible sobre las personas a quienes les habían robado los cuerpos, el hombre contándoles los detalles importantes de las chicas, primero había empezado con Clarke siendo que necesitaban acercarse primero a Abby para saber como hacer a mas sangre negras. Sin embargo los tres guardaron silencio cuando escucharon unos pasos, alguien bajando las escaleras. Por como Murphy lo había descrito, Isabelle lo reconoció, este era Bellamy Blake, el esposo de Lyanna y padre de su hijo. Repaso de arriba a abajo el hombre con la mirada, alto y fornido, moreno, con el cabello desordenado y las pecas que le cubrían la cara. Sonrió inevitablemente al ver lo que Lyana Valjean le había dejado para que ella se divirtiera.
— ¿Que están haciendo?— el recién llegado preguntó curioso y algo sospechoso de como ellas dos estaban hablando con Murphy cuando todos los demás ya estaban acostados.
— No podíamos dormir— Josephine se encogió de hombros—. Muchas cosas en mente.
— Rhaegar te estuvo guardando tu lugar en la cama— Bellamy le sonrió a la de cabello platinado, haciendo a Isabell tratar de dar una sonrisa dulce, tenía que actuar como Lyanna Valjean ¿que tan difícil podría ser?
— Bueno, tiene que aprender a dormir solo tarde o temprano.— ella respondió tratando de mostrarse gentil y cariñosa. Sin embargo Bellamy la vio confundido al ver esa expresión que no podia reconocer de entre absolutamente todas de las que conocía, él podía perfectamente plasmar en su mente las expresiones de Lyanna para cualquier emoción. Además algo en el tono de su voz era diferente como si estuviera imitando a otra persona.
— ¿Estas bien?— preguntó confundido.
— Yo... si. ¿Por que no hablamos más privado?— ella sugirió levantándose de su asiento con gracia, algo que al parecer compartía con Lyanna Valjean. Él asintió y ella lo guio hasta la parte trasera de la taberna donde guardaban los suplementos y las cosechas para los tragos, además de ingredientes como harina y algunos frutos secos.
Isabelle inmediatamente lo tomo por el cuello de la chaqueta y lo besó, atrayéndolo hacia ella mientras retrocedía hasta chocar con la muralla, pasando sus manos por el pecho del hombre. Bellamy le devolvió el beso de inmediato aun así algo se sentía raro, la forma en como ella lo estaba besando, en como sus labios se movían de distinta manera. Bellamy había besado a su esposa un montón de veces y de varias maneras, de despedida, de bienvenida, de forma apasionada, desesperada, suave y tierna. Y esto era como besar a otra persona.
Además, a Lyanna le gustaba tener las cosas claras, nada de enredos ni desorden en cuanto a relaciones, ella quería ser directa y no tener problemas. Ser honesta. Primero afirmaba lo que sentía antes de hacerlo y que no quedaran confusiones.
