✧༺ Veinteavo capítulo༻✧

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Al ser un vampiro, Jungkook no necesitaba dormir como era el caso de los humanos. Sin embargo, desde que el azabache compartió cama con Taehyung le era inevitable no relajarse lo suficiente como para entrar en un trance de descanso absoluto.

Por ese motivo, cuando abrió sus párpados y no encontró a su costado al joven de piel canela, la preocupación invadió cada uno de sus desarrollados sentidos, porque no fue consciente del instante en que se quedó solo en la habitación.

Tan dormido había estado como para ignorar que lo que abrazaba no era el cuerpo del escritor, sino una esponjosa almohada.

Se incorporó del mullido colchón, poniéndose las pantuflas que tenía a su disposición para ir en búsqueda de su lirio. Quería suponer que lo encontraría preparando un rico desayuno, pues ya eran pasadas las nueve de la mañana. Sin pretenderlo en su mente ya lo veía usando un bonito mandil con un divertido estampado de tigrecitos, mientras tatareaba alguna canción de moda que sonara en la radio.

Esa era una encantadora vista que no deseaba perder por nada del mundo, porque Jeon adoraba que su novio se comportara de una forma despreocupada, con una sonrisa cuadrada dibujada en sus rojizos labios.

En definitiva, anhelaba tenerlo así para toda la eternidad, siendo el único capaz de ver esa faceta en el contrario.

Cuando ingresó a la amplia cocina, no vio ni la sombra de su chico. El lugar se encontraba desolado.

¿Dónde podría estar? Fue la pregunta que rondó su mente hasta que una lógica respuesta la reemplazó en cuestión de segundos.

"Oh, quizá debería buscarlo ahí".

Sus pisadas resonaron con fuerza, por lo que Taehyung salió de su estado de concentración cuando se fijó en que se acercaban con prisa hacia donde se encontraba.

La puerta de su estudio fue abierta por su lord, quien parecía angustiado.

—Buenos días, bonito. ¿Por qué esa cara?

—Me dejaste solo en nuestra habitación...

—Perdón, Jungkookie—Taehyung dejó a un lado el bolígrafo y la libreta en la que estuvo plasmando varios de sus pensamientos—. Ven acá, quiero mostrarte algo.

El humano dio unas palmadas sobre sus muslos, indicándole a su pareja lo que quería que hiciera a continuación.

Con auténtica obediencia, el líder se acercó al mortal con rapidez, sentándose en su regazo mientras el brazo contrario envolvía su fina cintura con posesividad.

—Lamento si acabo de escucharme muy dramático, pero me causó cierta impresión que tu rostro no fuera lo primero que mis ojos vieran cuando los abriera.

—Que dulce de tu parte—con su mano acunó la mejilla nívea, acariciando la zona con ternura con su pulgar—. Puedes estar tranquilo porque no pienso irme de tu lado, lord Jeon.

—Debes responsabilizarte de tus palabras, Tae.

—Con gusto.

La extraña preocupación que sintió en su pecho, se desvaneció en un santiamén, al mismo tiempo que el dócil tacto sobre su rostro se detenía con la intención de descender hacia una de sus piernas, la cual fue masajeada con delicadeza.

Como si no fuera un vampiro y en realidad se tratará de un pobre cachorrito, Jungkook se acurrucó en el pecho ajeno, dejando un beso en la nuez de adán impropia. Justo ahora era una necesidad ser mimado por el humano, un detalle que no pasó desapercibido para el susodicho que con gusto cumpliría cualquier deseo de su hermoso inmortal.

Bad (Good) Decisions; TKVWhere stories live. Discover now