✧༺ Diecisieteavo capítulo༻✧

14.8K 1.7K 1.7K
                                    

—¡¿Qué rayos fue eso?!

Jungkook alejó a Taehyung cuando tuvo un momento de lucidez en medio del dulce beso que compartieron segundos atrás. Las palmas del vampiro reposaban sobre el pecho ajeno, creando distancia entre sus cuerpos. Las mejillas de Jeon ardían en rojo, pero el humano no se le quedaba atrás.

Kim apenas estaba recuperando el aliento después de probar esos labios que con el pasar del tiempo llegaron a inspirarle tantas cosas. Ya que, más veces de las que podría contar, terminaba observándolos con detenimiento cuando el vampiro tenía su atención en cualquier otra cosa que no fuera él.

—Un beso—respondió con simpleza, relamiendo su belfo inferior por pura inercia. Una acción muy sexi según Jungkook, pero que sabía no era lo importante en este momento—. No me dejaste de otra. No te callabas lord.

—¿Perdón? ¿Ahora es mi culpa?

Su ceño se frunció inevitablemente, sin embargo, el puchero que adornaba su boca evitaba que se viera tan intimidante como creía que hacía.

Al contrario, el escritor quería hacer desaparecer esa expresión con muchos de sus besos. Y quizá también deseaba hacer otras cosas más, pero ese era un tema muy aparte.

—No pongas palabras en mi boca, Koo.

Las grandes manos de Taehyung se afianzaron en las muñecas ajenas con el objetivo de bajarlas lentamente a una posición menos tensa, pues debían conversar como adultos civilizados después de la situación tan reveladora en la que se vieron envueltos.

—Entonces, ¿qué es lo que propones?

—Charlar. En paz.

Jungkook se dejó hacer, permitiendo que sus manos cayeran a cada lado de su cuerpo, mientras Taehyung soltaba un suave suspiro.

—Bien, ¿por qué me besaste? —cuestionó con seriedad, no quería andarse con rodeos de ningún tipo—. Dejando de lado que supuestamente lo hiciste para callarme.

"No podía esperar menos de ti, Jungkook", fue lo que Taehyung pensó al ser interrogado sobre su inesperado accionar. Y ahora que contaba con la confianza suficiente al respecto, con gusto podría darle la respuesta más sincera.

—Porque pienso en ti cada día, desde que me duermo hasta que me despierto. Me gustas muchísimo Jungkook. Has logrado que me enamore de ti en tiempo récord y estoy tan feliz de que seas tú quien provoque las mariposas en mi estómago.

El inmortal se quedó sin palabras. Porque por más que hubiera sido directo en su búsqueda de respuestas, jamás imaginó encontrarse con una contestación igual de franca que su interrogante.

—¿De verdad?

Debía estar soñando. Quizá se golpeó la cabeza al salir de la fiesta.

Sí, eso era lo más lógico.

—¿Crees que puedo jugar con algo así?

No imaginaba que la respuesta fuera sí, pero la incertidumbre en la mirada ajena lo animó a preguntarle lo que pensaba.

—No, pero...

Jeon lo analizó con paciencia. ¿Sería correcto decirle lo que sentía sin ninguna clase de filtros?

—Dímelo, Koo. No me voy a enojar.

Kim lo animó con voz tranquila, pasando su dedo pulgar por su mentón. Dándole una tierna caricia para que se abriera en su totalidad.

—Me dolió mucho que me mandaras a la zona de amigos cada que podías. Yo sabía de sobra que nuestra relación no pasaba de eso, pero que me lo recordaras a cada rato fue muy feo. Sin contar que esta última semana estuviste extraño, distante y parecía que no soportabas estar en un mismo lugar conmigo por más de una hora.

Bad (Good) Decisions; TKVWhere stories live. Discover now